❝Klaus conoce a alguien diferente al aterrizar en los 60's, eso lo cambia todo❞
Marie estaba huyendo de sus antiguos empleadores cuando conoció a Klaus Hargreeves, un veterano de guerra con muchos secretos al que vió por primera vez en un callejón...
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Dallas, Texas. Septiembre, 1961
El negocio prospera y también lo hacen sus vidas. A veces, Marie despierta y se siente dentro de una ilusión, un hermosa ilusión de lo que nunca pensó que tendría pero que siempre había anhelado: Una vida.
Klaus y ella viven juntos ahora. Su departamento está decorado con un millón de cosas extravagantes, cuentas de colores, relojes de siglos pasados y cuadros abstractos y, cuando Marie mira a su alrededor, se siente en casa.
Fue natural, cuando se mudaron. Ni siquiera tuvieron que hablarlo, solo sucedió. Klaus pasaba casi todas las noches con ella de todos modos, hacerlo oficial era prácticamente solo una formalidad. Los chicos del albergue los visitan y viceversa de vez en cuando. Sin embargo, hay miradas diferentes ahora cuando los miran, y Marie no lo notó hasta el día de hoy, cuando llevó los donativos al albergue de veteranos.
James los recibió con un gesto amable y una sonrisa, siempre tranquilo y cordial.
—Me avisarás desde cuando tendré que empezar a llamarte Hargreeves, ¿verdad? —él le comentó.
Marie casi deja caer la caja que llevaba.
—¿Eh? —miró a James con los ojos bien abiertos. La tomó desprevenida.
James no se dio cuenta de eso.
—Supongo que planean invitarnos a la boda —continuó, dándole una mirada cómplice.
El corazón de Marie saltó ante la posibilidad y su estómago se retorció de formas extrañas. Ella... Ella no había pensado en eso. Ni siquiera habían hablado con Klaus respecto a eso. De repente, le pareció muy sospechosa la insistencia de Klaus por venir al albergue unas horas antes que ella. La forma en que retorcía sus manos sudorosas ésta mañana y Marie había pensado que era porque los fantasmas estaban portándose particularmente difíciles con él. La forma en que Ben sonreía, enigmático, negándose a explicar el porqué de su expresión.
«Ustedes no son humanas, son soldados. La élite. Recuerden siempre la diferencia» La voz de su madre suena repentinamente en su cabeza, fría y afilada como todo en ella lo era.
Marie Vanderwall no fue hecha para ser humana...
¿Y si no puede serlo? ¿Y si no puede tener una vida normal jamás? ¿Y si intentando ser algo que no es le hace daño a Klaus?
—Hey —Klaus la saluda y Marie se sobresalta porque, ¿cuando llegó aquí? James ha entrado con las cajas y ella y Klaus están solos en la entrada.—, ¿estás bien, liebe?
Liebe, amor en alemán.
«Los soldados no aman. Los soldados no sienten. Los soldados siguen órdenes»
