Galaxias y baristas tímidos.

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Solía pensar que esto era más una costumbre que un hábito.

Había leído en alguna parte que después de quince días, una actividad se vuelve un hábito; pero sinceramente no lo veía de esa forma. Es más una forma de mantenerme ocupado de todo lo que me abruma. Trabajos, tareas, problemas ajenos, personas buscando consejo. A veces sentía que era un poro de polvo en el espacio, flotando y revotando entre las inmensidades de la vida.

La filosofía es un conocimiento que da razón a lo que afirma... — leí en voz baja.

Todos mis libros eran de la misma materia, tratar de comprender la mente humana; pero en ocasiones terminaba llorando por no entenderle, puede que ese sea el objetivo de la filosofía y sus derivados, pero siendo sincero no entendía porque aumentar las crisis existenciales estudiando esto. Tampoco sé porque personas como yo lo elegían conscientemente, a lo mejor era una forma de llenar esas tardes vacías de anécdotas solitarias con libros y copias de tesis de personas que existieron hace más de 16 siglos.

Bueno, tampoco creo que sea el único con un vacío en su interior que busca entender su función en este plano existencial. Había personas como aquel chico de la esquina, de cabello castaño y una sonrisa cuadrada, que parecía estudiar lo mismo que yo.

Su nombre es Taehyung. Lo he visto un par de veces en su campus, cerca de las residencias de medicina al igual que de su facultad y también lo veo seguido aquí. Es un chico singular, sonríe todo el tiempo y se emociona fácil; siento que es del tipo de persona que llora con películas infantiles, de los que llega a contarte su último libro leído y de los que te llaman para contarte sus sueños cómicos. Taehyung es del tipo que nunca deja conversaciones a medias y siempre intenta estar ahí para ti. Por eso no entendía que hacía en el mismo semestre de Filosofía que yo, si puede estar en algo de artes e incluso alguna ciencia social, también es demasiado inteligente.

Su novio estudia medicina. Lo sé porque a veces tienen sobre la mesa libros de anatomía, manuales de procedimientos y un montón de notas para apuntar sobre ellos. Él se llama Namjoon. Tiene una tendencia por cambiarse el color de pelo cada que se aburre, ahora lo tiene morado y se le ve muy bien; viste de colores cálidos, sonríe mostrando sus hoyuelos bonitos y es amable con todo el mundo. Me cae bien, es un tipo genial. Cuando Taehyung le cuenta algo, él siempre lo escucha, sonríe todo el tiempo por la forma en que su novio se expresa de todo y sé que cuando Tae no lo ve, Nam le sonríe sin importarle el mundo exterior. Son demasiado lindos ellos dos.

Disculpe, ¿tiene donas glaseadas? — una chica busca con la mirada en el mostrador de venta.

No, lo siento. Se acaban de terminar — son las favoritas de Taehyung y Namjoon siempre se las compra.

Oh, que pena. Entonces solo pido un café americano.

Me acerco a la cafetera, tomo los vasos del tamaño adecuado y empiezo a hacerlo. El café americano nunca me ha gustado, aunque si me ofrecen jamás lo despreciaría. Terminé dos minutos después y se lo di a la chica, pago en efectivo, algo raro pues usualmente pagan con tarjeta, después salió y tras ella entraron los otros dos clientes regulares del lugar.

Uno de ellos viste hoy con un jersey gris junto a una falda negra, su novio venia con un pantalón de mezclilla gris y una sudadera negra. Combinaban tan lindo juntos. Jimin era quien venia de falda, estudia periodismo junto a Jungkook, su pareja, desde hace medio semestre cuando se salió de la carrera de Derecho. Él me conto que se salió porque en realidad no le gustaba y sus padres fueron el principal motivo por el que se metió en esa; aunque en realidad ellos nunca lo obligaron pero Jimin sintió que debía hacer para mantenerlos orgullosos. Sus padres le dijeron que no necesitaba hacer cosas que no quisiera para mantenerlos orgullosos, lo que ellos querían era que Jimin fuera feliz con sus propias decisiones. Y no fue hasta que conoció a un singular estudiante de periodismo que lo empapo entero con un charco con su moto un día después de clases, afuera de una cafetería.

Cafetería de sueños y universos dispersosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora