Mi mente esta entumecida. No dejaba de pensar en lo que habia dicho Maya.
¿Era verdad?
Tome una ducha caliente.
—Kiara, acabo de hablar con tu mamá. Llega al aeropuerto esta noche—la voz mi padre se escuchaba en el piso de abajo—. Voy a ir al supermercado. quiero hacerle una cena sorpresa.
Segundos despues escuche la puerta de la casa cerrarse y por consiguiente el auto alejarse.
Reunion familiar
Lo que menos necesito esta noche. Suspire pesadamente, se acababa de arruinar mi ducha.
Sali del cuarto de baño con pasos lentos hacia mi armario, a medio camino escuche una notificacion de mi celular, tenia un mensaje. Era Liam.
Liam: ¿Todo bien?
—Si
Liam: ¿Segura?
—No
Liam: ¿Quieres que vaya a hacerte compañia?
—Mi madre va a llegar en unas horas, no creo que sea buena idea.
No espere respuesta y segui mi camino al armario. Cuando estaba segura de haber encontrado el atuendo perfecto varias pilas de ropa cayeron al suelo y junto con ella varias revistas y libros. Una de las revistas que estaban tiradas era donde habia trabajado como fotografa, empece a hojearla hasta que me percate que tambien tenia ese apartado. Sin pensarlo, tome la revista y lance hasta el fondo de mi habitación.
No sabia porque seguia teniendo esa estupida revista.
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—Ya esta—dice papá desde la cocina—.Espero le guste el rouladen que le hice a tu madre.
Observe el platillo, trozos de carne de ternera hechos en rollos rellenos de tocino, cebolla y pepinillos. Para acentuar los sabores le agrego mostaza y pimienta. En otro pequeño traste estaba una salsa con un toque de vino tinto.
Trate que mi expresion no expresara lo poco que me gustaba el platillo.
El platillo era aleman, si y yo habia nacido ahi, pero mi madre nunca hizo ese tipo de platillos para mi y cuando mi abuela vivia con nosotros mi madre le prohibia haceme esa comida "poco saludable" asi que, solo un par de ocasiones probe platillos como esos.
—¿Quieres acompañarme al aeropuerto?—pregunto
Negue con la cabeza.
—No, no. Yo tengo tarea pendiente—respondi de manera rapida.
Mi padre me miro, poco convencido.
—Kiara...Yo se que tu y tu madre han tenido problemas estos ultimos años, pero ni si quiera se ven durante meses, creo que seria bueno que intentaras ser linda con ella. Es tu mamá.
Ahora fue mi turno para mirarlo con los ojos entrecerrados.
—Por favor...—agrego con media sonrisa
—Esta bien—accedi.
Su sonrisa se volvio completa, sus facciones se acentuaron y se podia ver un atisbo de su verdadera edad. Mi padre era de esas personas conocidas como "traga años", su apariencia revelaba menos edad de la que ralmente tenia y solo sospechabas de ella por su forma de vestir, muy formal para alguien que aparentaba menos edad. Las pocas veces que se podia entrever sus años era cuando sonreia de manera completa.
Lo vi levantar su brazo para poder ver el reloj que rodeaba su muñeca, una ola de panico cruzo sobre su rostro.
—¡Es tardisimo!—chillo mientras corria de manera apresurada hacia a la puerta y tomaba la chamarra que estaba colgada en la entrada. Abrio la puerta y lo ultimo que lo oí decir fue—¡Tu madre me va a matar!
Sonrei un poco y negue con la cabeza. Aun que la sonrisa se esfumo cuando vi el lavabo lleno de trastes, cazuelas y ollas sucias.
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Despues de lavarlos la temperatura de la casa bajo precipitadamente, subi las escaleras hasta llegar a mi habitación. Busque algun sueter o chamarra que me ayudara a entrar en calor, pero solo conseguia ponerme capas y capas de ropa.
Solte una maldición y me sente a la orilla de mi cama, en un intento de pensar si quedarme asi o quitarme unas capas de ropa aun que eso implicara tener frio. Frote mis manos sobre la cama, estaban heladas.
Cuando consegui que mis manos ya no estuviera entumecidas baje la mirada hacia las sabanas, pero lo que vi fue la gabardina de Liam.
¿Podia ponermela?
La observe durante un momento. Recordaba lo calientita y comoda que era.
La tome y sintindome una niña que esta haciendo una travesura, me quite todas las capas de ropa que me habia puesto encima y me puse la gabardina.
Escuche la puerta de la casa abrirse de golpe, di un saltito en mi lugar.
—¡Mamá ya llego!
Ay, no.
Escuche el sonido de sus tacones al subir las escaleras. Mi escalofrio me recorrio el cuerpo. Apenas me dio timpo reaccionar, cundo apenas me habia girado hacia la puerta, esta se abrio de golpe.
Milesimas de segundos despues senti sus brazos rodearme por completo mientras me acercaba a ella en un gran abrazo.
—¡Mirate, cuanto has crecido!
—Mamá, sigo igual
—¡Y como soy tu madre, soy la unica que nota tus cambios!—se difiende apretandome aun mas—Cariño, el vuelo estuvo genial, el asiento de alado estuvo vacio y pude tener mucho mas espacio.
Se despego de mi, pero sin dejar de sostener mis hombros
—Ay, cariño—se lamento—. Estas un poco palida, debes de ponerte mas rubor. ¿No has pensado en hacerte un pequeño bronceado?. Has perdido la mayoria del color que habias ganado tantos meses en el sol.
—Sera porque aqui no sale mucho el sol y todos los dias esta a menos de dos grados—ironice
—Oh, puede ser—se encogio de hombros y me hizo una breve inspeccion de cuerpo completo—Ese conjunto no queda muy bien con la gabardina
—Bueno...
—No importa—me corto—.Traje algunos bocetos de la nueva temporada para que lo veas
—¿Yo?
—Si—asintio—Puedes darles un vistazo
—¿Qué tal la escuela?—pregunto, ya se habia tardado.
—Bien—respondi cortante.
—¿Ya te decidiste?
—No, aun no, pero...
—Ay, cariño. Ya llevas varias carreras
—No tantas, mamá.
—A tu edad ya habia abierto mi primera butique—sonrio con nostalgia.