Habían pasado días desde la emboscada que hubo en la Residencia Kim, días en los que _____ necesito recibir apoyo por parte de sus amigos en lo que su herida era sanada y recuperaba el movimiento de todo su cuerpo. Días en dónde Jun Pyo se reía de ella cuando no podía ponerse de pie sin embargo minutos después la llevaba en brazos.
Mis ojos se abren escuchando como mi telefono no deja de timbrar a tan temprana hora, me quejo una y veinte mil veces para tomar el celular entre mis manos y abrir los mensajes de mis tontos amigos.
F5
Ricitos: ¡Ya despierten!
¿Qué rayos hacen dormidos tan tarde?Mafioso: Hola, Jun Pyo. ¿Cómo estás?
Mujeriego: ¿Dices tan tarde? Idiota, son
las cinco de la mañana.Ricitos: ¡Por eso digo! Rapido, vengan
a la piscina.Antisocial: No podre ir, lo siento.
Perfecto, si Ji Hoo no va
ninguno va, te jodes ricitos.Ricitos: ¿¡Qué dices!?
Kim, te quiero aqui y a los
otros dos bobos y tu Ji Hoo
báñate has de oler feo.Antisocial: Gracias por el consejo, amigo.
Dejo caer mi teléfono a un lado mio y me pongo de pie me dirigió al baño a paso pequeño pero antes de entrar me pongo a pensar ¿Me baño o no me baño? Me quejo muy ruidosamente pero que flojera bañarme. Perfecto, me echo tres litros de perfume y asunto arreglado.
Sali de la habitación y bajo las escaleras pasito a pasito nuevamente tarareando una canción, me encamino a la cocina donde está un termo y una notita."Disfrute su día, Señorita Kim. Sea feliz y que cada paso que de este lleno de alegría"
Sonreí con cariño, definitivamente amaba a mi Mayordomo, cuando estaba apunto de dar el primer trago Jun Pyo se apareció en mi campo visual. —¿Quien te dejo entrar?