prólogo.

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Los errores, forman una parte indispensable de nuestra vida. Sin ellos, no aprenderíamos a hacer las cosas bien, o a pensar antes de actuar. Y mirando cuatro años atrás en el tiempo, quizá yo debí no ser tan ingenua como lo fui en ese momento.

Era una adolescente de tan sólo diecisiete años, con sueños y metas que ya tenían su tiempo estipulado para cumplirse. Estaba enamorada, oh, claro que lo estaba.

Pero quien yo creí que iba a pasar el resto de su vida a mi lado, terminó abandonándome una noche después de haberme entregado completamente a él.

Me equivoqué, gravemente. Claro que lo hice. Ingenua, sumisa y estúpida, esa era yo hace tan sólo cuatro años. Está comprobado; el dolor cambia a la gente.

No obstante, si yo no hubiese tomado la decisión que tomé, ¿qué sería de mi vida sin corretear a una pequeña y hermosa niña de un lado a otro?

Zenda, llegó a mi vida un veintiséis de Abril en el año dos mil nueve. Con su cabello castaño enrulado y unos grandes ojos azules, adornados por pestañas abundantes y mirada curiosa.

Biberones, pañales y llanto, tuve que adaptarme al hecho de que no podría seguir con mis estudios. Estaba triste, claro que lo estaba; yo quería terminar mis estudios a toda costa, pero mamá y papá dijeron que sería mejor esperar hasta que la niña crezca, porque ellos no podían hacerse cargo.

Y el tiempo pasó, las cosas cambiaron y aquí estoy, admirando la belleza angelical de un verdadero hombre. Aquel que se atrevió a entrar en mi vida, y que desde el principio, supe que sería imposible combatir.

Ashton Irwin es un caballero, que sin armadura ni espada, logró atravesar todos los obstáculos hasta llegar y calar hondo en mi corazón. Su única arma, fue el amor, y así, logró que Zenda deje de tener que llamarme, “papá”.

Porque ahora, Ashton es padre. Y todo lo que necesito, es que se quede conmigo, para siempre. 

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multimedia: Zahira :-) 

Mommy  |Ashton Irwin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora