Blue Lotus Curse

Me niego a creer

Sabía que lo que estaba haciendo era inadecuado, Jiang Cheng no lo había criado de está manera.

Tan deshonesta, falsa y cobarde

Pero era necesario, es algo que se repetía una y otra vez para apaciguar la culpa que crecía en su corazón, No necesitaba y no tenía la paciencia para lidiar con lo que se vendría, cuando él diera a conocer la noticia.

Había llegado en un acuerdo con sus hermanas de retrasar la noticia más amarga y dolorosa que había esperado jamás anunciar, ellos requerían de tiempo para poder resolver esta situación.

Pero el tiempo estaba corriendo en su contra

Después de haber encontrado a su líder y de la declaración tan cruda y poco informada de su hermana Lien, habían decidido ocultarlo, los únicos que sabía que pasaba en realidad, Bueno medianamente eran ellos tres. Dijieron a la secta que su líder había tenido una desviación de Qi

Cosa que creyeron inmediatamente pues ellos sabían cuan grande era el esfuerzo de su líder para mantenerlos seguros, que el había despertado y fue sometido a un descanso aislado, dejando a cargo a su sucesor, quien había sido capacitado todo su vida para este puesto temporal

Esperaba que así fuera

Después de dar aquella distracción tan convincente ellos dirigieron la secta como su Shūshu les había enseñado desde pequeños, sabía que tarde o temprano, debían decir la verdad pero era algo que aún no era necesario, aquello no había sido lo peor que había hecho, eso apenas era una pequeña pizca de sus desvergonzadas acciones.

El había estado haciéndose pasar por su líder de secta ante las demás sectas, aquello era un crimen y pecado grandísimo, pero nada comparado a lo que estaba haciendo en este momento, había visto varias veces como su líder respondía está cartas con tanto entusiasmo y felicidad. Había una cosa que su Shūshu odiaba y eso era leer y responder tediosas cartas, pero aún con su odio profundo a esa acción el la elaborada sin falta y correctamente, pero desde que Jin Ling había tomando el puesto de líder de Lanling Jin, había estado tan emocionado a responder sus cartas

Que a pesar de ser igual de tediosas y aburridas el las leía y agregaba pequeñas notas sueltas para su sobrino, quien le contestaba cortamente o algunas veces no lo hacía, cuando se enteró se enojo demasiado con A-Ling pero decidió no decir nada más pues era asunto que no le competían y que aún no lo involucraba directamente, había estado haciendo aquellas notas sueltas para Jin Ling como si fuese su Shūshu quien las escribiera, algo discreto y repetitivo que había leído en las demás cartas para asegurarse de no delatarse

"¿Cómo te encuentras"

"Come adecuadamente"

"Cualquier preocupación este Jiujiu estará listo para guiarte correctamente"

Cosas triviales, que al observar que Jin Ling no había estado prestando atención decidió dejar de hacerlo en ese momento, lo que hacía es muy incorrecto y doloroso, no podía hacerle esto a su Shūshu y su Shixiong. Sabía que tarde o temprano le debía de explicar y contarle de la situación a Jin Ling pero aún necesitaban tiempo para determinar adecuadamente la situación, suspiro mientras se tumba en el suelo, estaba cansando a morir el dirigir una secta y además encargarse del entrenamiento de los discípulos no era nada fácil, decidió ir a su nuevo lugar seguro.

Dirigiéndose a la choza poco lejana de la casa principal de Yunmeng Jiang, en dónde guardaban su gran secreto. Algo que amada de la secta era que los ancianos a pesar de existir estos no influyen mucho en las decisiones del los líderes Jiang, aparte de claro solo aparecer cuando alguien rompía las pocas reglas de la secta, en los casamiento y uniones de los líderes y claro está en los cumpleaños de los herederos, algo parecido pasaba con los sabios ellos solo intervenía si se les pedía o si la situación era verdaderamente terrible, pero se respetaban y se les tomaban en cuánta aunque no tanto como las demás sectas y apesar de eso ellos jamás se había quejado