Chiara Angelita Snape vive un constante infierno, en la escuela, en casa, en su vida social, en todo. Su único rayo de luz es su hermano Severus Snape, quien intenta cuidarla y que no caiga en la oscuridad. La vida de ambos hermanos se complica con...
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03: Slytherin
A la mañana siguiente, Chiara se despertó a la seis como predijo, se preparó durante media hora, siempre tuvo una obsesión por tener todo en orden, su cabello, su ropa e incluso la altura de sus medias y si su corbata estaba bien puesta. Al mirarse al espejo y comprobar que estaba bien, bajó con su varita guardada en la manga de su túnica, esperó a que la prefecta los llevará al gran comedor Al llegar había pocos estudiantes, Chiara se sentó al lado de un muchacho de cabellos rubios platinados, alto y delgaducho, Chiara le regaló una bonita sonrisa mientras se servía su desayuno.
—¿Primer año no? —preguntó el muchacho con expresión soñadora.
—Exacto, Chiara Snape Prince, prefiero Prince que a Snape. —dijo dándole la mano.
—Xenophellius Lovegood, un placer Chiara Prince. —respondió él— ¿Gustas té?
—Por favor. —ambos disfrutaban del desayuno mientras conversaban.
Xenophellius, igual que ella era de primer año, así que ambos esperaron sus horarios, y cuando los tuvieron, tenían distintas clases, al menos solo eran dos. Chiara se despidió de Xenophellius y se encaminó buscando su aula de Transformaciones, cuando la encontró, se sentó en la parte de atrás, esperando pacientemente a la profesora McGonagall, la mujer de rostro severo entró a paso rápido, Chiara se acomodó en su asiento ansiosa de aprender.
—Buenos días niños, comenzaremos con una leve explicación sobre el temario de este año. Saquen sus plumas y pergamino para que anoten. —cuando iba a continuar, la puerta se abrió con un chirrido horrible. James Potter y Sirius Black llegaban tarde, detrás de ellos Lupin y Pettigrew— ¡Black, Potter, Lupin y Pettigrew, que sea la última vez que llegan tarde!
Los cuatro se sentaron alrededor de ella, Lupin siendo su compañero de banca. Chiara sonrió con maldad al ver el regaño de la profesora McGonagall, Lupin estaba colorado como Petigreew, en cambio los otros dos idiotas se sentaron con tranquilidad. La clase pasó con tranquilidad sin demás interrupciones, Chiara ignoraba a la insoportable Evans, de vez en cuando aportaba a la clase alguna duda o de su propio conocimiento, no por nada su madre la metió a un intenso plan de estudio (Chiara insistió en ello), así que no estaba tan perdida. Al final de la clase McGonagall les dejó un ensayo para la próxima semana de lo que aprendieron. Chiara salió en busca de su siguiente, DCAO. Chiara subió unas escaleras para ir a su siguiente clase, tuvo que sostenerse de la baranda cuando Potter y Black pasaron corriendo, botando sus libros. Chiara los miró indignada, mientras de agachaba a recoger sus libros, mal momento para llevarlos en mano.
—¿Te ayudo Chiara? —preguntó Lupin. Chiara lo miró con la frente arrugada, dejándose ayudar.
—Dile a los idiotas de tus amiguitos que tengan cuidado si no quieren ser comida de las criaturas del bosque. —dijo alzando el mentón.
—¿Siempre que hablas sueltas una amenaza o ya es costumbre? —preguntó Pettigrew. Lo miró con una ceja alzada.
—Solo para las personas que quiero mantener lejos de mí, como Evans, en una bolsa, bajo tierra a tres metros a miles de kilómetros lejos de mí, me apiado de ustedes. —dijo agitando su cabello con gracia. Lupin soltó una risita junto a Pettigrew.
—Será mejor apurarnos o el profesor se enojará, dicen que es muy gruñón. —dijo Lupin.
Chiara entró y se sentó al final, lejos de Black y Potter, incluso de su hermano quién estaba en esa clase al lado de la insoportable Evans, quien le sonrió triunfante. Apretó su libro con rabia, quería aplastar a Evans, envolverla y enviarla a otro país. Suspiró intentando apaciguar sus instintos asesinos. Puso atención a clases mientras levemente le respondía a Lupin, quien le sacaba tema de conversación.
—Bien, para la siguiente semana, tiene que traerme un resumen del tema del hoy, pueden irse. —todos rápidamente salieron al jardín para disfrutar de su primera hora libre.
—¡Qué castigo, el primer día y ya tenemos un ensayo y un resumen! —se quejó James Potter detrás de ella. Chiara pegó un brinco al verlo.
—Ojalá y ese ensayo y resumen te ayuden un poco Potter, si es que puedes entregarlo a tiempo y con los centímetros exactos que pidieron.
—Que perfecionista Snape, milagro no eres una serpiente. —dijo Black detrás de ella.
—Tan prejuicioso como siempre Blackhawks, pensé que te había quedado claro el tema. —dijo con sarcasmo.
—Mi apellido es Black, solo Black no Blackhawks. —dijo mirándola mal. Chiara le dio una dulce sonrisa mientras se adelantaba al jardín. Buscó a su hermano y lo vió con la insoportable Evans. Con el mentón en alto, se acercó a él con la carta en mano.
—Severus, ¿puedes prestarme a Leena? Necesito enviarle una carta a madre. —dijo ignorando a Evans.
—No tienes que preguntar Chiara. —dijo esperando algo más de ella.
—Gracias. Felicidades por estar en Slytherin. —dijo y sin más se fue.
Chiara atravesó los jardines y caminó hacia la lechucería, llamó a Leena, le dio un pedazo de tostada y la envió a casa. Suspiró y volvió dentro del castillo, pensando en ese día, gracias a su buena memoria fotográfica pudo memorizar por donde pasó, y algunas indicaciones de estudiantes mayores, así que no tuvo tanto problema en regresar. Subió a su sala común para quitar algunos cuadernos y refrescarse. En su sala común se encontró a Xenophellius, se acercó a él y lo saludó.
—Hola Xenophellius, ¿como te fue? —preguntó con una suave sonrisa.
—Hola Chiara, bien gracias a Merlín no me perdí.
—¿Compartimos clases de Herbología verdad? —preguntó la niña— ¡No tendremos clases con Gryffindor! Creo que Herbología será mi clase favorita ahora en adelante.
—Creo que es porque los invernaderos son pequeños, pero sí. —respondió él con una risa— ¿Primer día y te llevas mal con ellos? —preguntó con gracia.
—No con todos, con unos tres quizás. Son insoportable y solo los he tenido cerca un par de horas. —respondió estirándose en el sillón— ¿No adoras la vista? ¡Es preciosa! Da al lago negro en cierto ángulo y al bosque prohibido.
—Es hermosa, perfecta para pintar. —respondió él observando el paisaje— Será mejor ir o llegaremos tarde, Herbología no está muy cerca. —dijo.
Chiara se sentía más tranquila sabiendo que estaría rodeada de Hufflepuff's y no Gryffindor's. Definitivamente Herbología sería su clase más esperada y amada de cada semana el resto del año.
