𝟶𝟶𝟹 𝙀𝙣𝙘𝙪𝙚𝙣𝙩𝙧𝙤

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Caminé durante un día entero mientras comía todas las manzanas que podía; siendo de día estaba utilizando la capucha para cubrirme del sol, y de noche descansaba, tratando de acostumbrarme al horario diurno

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Caminé durante un día entero mientras comía todas las manzanas que podía; siendo de día estaba utilizando la capucha para cubrirme del sol, y de noche descansaba, tratando de acostumbrarme al horario diurno.

Ay no, acabo de ver a lo lejos a una persona. Es ese chico que estaba en la selección final que defendió la niña de cabello blanco; ese chico que parecía tener buen olfato. Al parecer llevaba una caja en su espalda.

De todas formas, si me ve espero que no quiera hablar conmigo; es la primera vez que me veo obligada a hablar con personas, y no sé cómo lidiar con situaciones sociales. En especial si son chicos de mi edad, aunque sería más fácil si fuera una chica; ¿por qué tenía que encontrarme con un chico? No sé cómo hablar con chicos. Ayuda.

Voy a aprovechar que está distraído con su cuervo para pasar a su lado sin que me note.

Traté de caminar rápida pero silenciosamente, sin embargo...

— ¡Oye! — apenas había logrado alejarme un poco de él cuando me notó y se acercó a mí. — Tú estabas en la selección final. — ay no, peor todavía, él también se acuerda de mí. — Gracias por detener el conflicto que se formó en ese momento; la verdad no quería romperle la muñeca a ese chico. — no le respondí; es que no sé qué decirle y eso me pone terriblemente nerviosa.

Voy a disimular mi falta de habilidad social ignorándolo hasta que se canse de hablarme.

— Yo soy Tanjiro Kamado. — me volvió a hablar. Probablemente sea irónico que un demonio diga esto, pero Dios, si estás ahí, ayúdame. — ¿Tú cómo te llamas? — me quedé en silencio. ¿Éste chico no se rinde nunca?

Se detuvo un momento y luego volvió a caminar hasta alcanzarme.

— Ya veo, ¿eres muda? — lo miré mal. ¿Se está burlando de mí o algo así? Pero al verlo a los ojos no me encontré con más que pura inocencia. Éste chico... no se está burlando de mí.

Él en realidad piensa que soy muda.

— Lo siento, ¿es un tema sensible para ti? — volvió a preguntarme. A éste punto ya no sé si seguirle el juego o decirle que está equivocado. — No volveré a preguntar, pero de todas formas es un gusto conocerte. ¿Hacia dónde vas? — señalé la dirección a la que caminaba. — ¿El sureste?

— ¡Sureste, sureste! — el cuervo que acompañaba a Tanjiro habló. — ¡Ahora debes ir al sureste! ¡Sureste! — mi suerte no puede ser peor; vamos en la misma dirección.

— Ya te oí; puedes callarte. — él trató de que su cuervo se mantuviera callado. Por suerte Chisei era tranquilo y sólo me decía las cosas una vez; luego se quedaba descansando sobre mi cabeza o volaba cerca de mí. — Por favor, ya te oí.

— ¡Por favor! — un grito más fuerte llamó nuestra atención. No puede ser, el otro chico que estaba en la selección final y que estaba asustado por todo; más interacción humana... y lo peor es que parece estar molestando a esa pobre chica. — ¡Por favor, por favor! ¡Cásate conmigo! Podría morir en cualquier momento; por eso quiero que nos casemos. ¡Por favor! ¡Por favor!

— ¿Qué pasa? — Tanjiro preguntó en voz alta. Vino a nosotros el gorrión que le dieron a ese chico y se paró en la mano de Tanjiro, diciendo algo que no entendía. Él sólo asentía con la cabeza; ¿cómo es que habla pájaro? O quizás yo soy muy tonta.

— ¡Por favor! ¡Eres todo lo que tengo! — aquel chico siguió rogando.

— Entiendo. Nosotros nos encargamos. — dijo Tanjiro una vez terminó de escuchar al gorrión. — Hay que ayudar a esa chica. — esta vez me habló a mí.

No me negué; después de todo ella parecía estar pasando un mal rato, así que nos acercamos a ellos.

— ¡Ayúdame! ¡Cásate conmigo! ¡Por fav-

Me vi en la obligación de tomarlo por la ropa y obligarlo a separarse de esa pobre chica.

— ¿Se puede saber qué haces? — le preguntó Tanjiro. — ¿No ves que la molestas? ¡Y no le des problemas a tu gorrión!

— Esos uniformes... ¡ustedes son los de la selección final!

— ¡No conozco a nadie como tú! — Tanjiro pasó de estar tranquilo a estar enojado en un segundo.

— ¡Nos vimos! ¡Nos vimos allí! ¡El problema es tu memoria!

Como quisiera salir de ésta situación...

Lo solté para poder comerme una manzana; estar rodeada de humanos a plena luz del día es estresante.

— Ya puedes regresar a casa tranquila. — le habló Tanjiro a la chica.

— Muchas gracias.

— ¡Oigan, no se entrometan! ¡Esa chica se casará conmigo! ¡Me ama! — la chica le dio una bofetada y luego siguió golpeándolo una y otra vez hasta estar satisfecha. — ¡Ay, ay! Para...

Esto me da mucha vergüenza ajena...

De todas formas, ¿qué se supone que debería hacer? Nada me obliga a ayudarlo, y de alguna forma se lo merece.

Pero al parecer Tanjiro no pensaba lo mismo, puesto a que sujetó a la chica por detrás para que se detuviera.

— ¡Cálmate! — le pidió.

— ¡¿Cuándo dije que te amaba?! — preguntó aquella chica. — ¡Sólo te dirigí la palabra porque parecías encontrarte mal!

— ¡¿No estabas preocupada porque me amas?!

— ¡Estoy comprometida, así que ni en tus sueños! Veo que estás bien, ¡adiós! — se dio media vuelta y se fue bastante molesta.

— ¡Espera! Espe...

Bueno, eso sí que fue drama.

Y eso que sólo me quedé viendo mientras comía una manzana.

— Déjalo ya. — le habló Tanjiro.

— ¿Por qué se entrometen? Esto no es asunto suyo. — Tanjiro lo miró mal. — ¿A qué viene esa cara? ¡Basta! ¡No me mires como si no fuera humano! — nos señaló. — ¡Asuman la responsabilidad! ¡Arruinaron mi matrimonio! — los dos nos mantuvimos en silencio. Tanjiro seguía mirándolo mal y yo me comía mi manzana. — ¡Digan algo!

Es algo irónico que diga que arruinamos su matrimonio; arruinamos algo que nunca existió.

— Voy a morir pronto, en la próxima misión. — siguió hablando él. — Soy muy débil; no me subestimen, ¡protéganme hasta que pueda casarme!

— ¡Me llamo Tanjiro Kamado!

— Ya veo, ¡lo siento! Yo soy Zenitsu Agatsuma, ¡ayúdame Tanjiro! ¡Y tú también aunque no sé tu nombre porque no has hablado en todo este tiempo! ¿Acaso no puedes hablar?

— Exactamente, no habla. — le respondió Tanjiro por mí.

Sigue pensando que soy muda.

🌀 No sé qué decirles, dejaré esto por aquí

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🌀 No sé qué decirles, dejaré esto por aquí.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.

Eigengrau - Genya Shinazugawa X OC Donde viven las historias. Descúbrelo ahora