El cielo se cubría de un color naranja y púrpura dando lugar al atardecer, los adultos caminaban sin cesar dirigiéndose a su hogar para disfrutar de la cena en familia mientras que otros salían para comenzar su turno de trabajo, entre la multitud se encontraba un muchacho de cabellos blancos que mostraba prisa por llegar a su destino.
-Voy a llegar tarde- su voz mostraba clara desesperación, claramente que tenia la necesidad de apresurarse
el muchacho vio el reloj que llevaba alrededor de muñeca, era un presente el cual apreciaba mucho, gracias a esa persona pudo salvarse de sufrir algo muy doloroso y traumático, le estaba muy agradecido. El dueño era la misma persona con la que tenía planeado encontrarse
-Chuuya san me va a matar- pronunció con algo de temor debido a que conocía perfectamente la actitud del nombrado
mientras estaba absorto en sus pensamientos, sintió que algo vibraba en el bolsillo de su sudadera blanca que daba un aspecto de gato. Al ver el remitente contestó con temor ya que era la persona que rondaba sus pensamientos
-H-hola Chuuya san- respondió algo nervioso
-Atsushi donde estas?, llevo 20 minutos esperando- era obvio que mostraba irritabilidad y molestia
-Lo siento, en 5 minutos voy llegando- se apresuró a contestar para seguir corriendo
- Espera no quería que te sobre esfuerces - mostró algo de preocupación y un poco de culpa por obligar al chico correr
-No es ningún problema, recuerde que gracias a usted pude mejorar mi resistencia- sus palabras eran sincera y puras , cosa que Chuuya sintió y no pudo evitar sonrojarse ante tanto agradecimiento
-E-Esta bien te estaré esperando- y colgó, el de pelo blanco guardo su teléfono móvil y se apresuró para llegar
y como lo dijo llegó en 5 minutos a dicho departamento, era muy amplio, estaba acostumbrado a visitar lugares así debido a su mentor, pero siempre se asombraba de lo imponente y hermoso que se veía, tan parecido a esa persona
se dirigió a la puerta principal para dar un toque al timbre que se encontraba al ladoding dong
Escucho unos pasos lentos por detrás de la puerta, mientras está se abría lentamente y mostraba al dueño de dicha residencia, un hombre de cabellos rojos y ojos azules que lo observaban con extrañeza
- ¿No te dije que podías utilizar la llave?- soltó al ver que el menor iba a abrir la boca
-Buenas tardes Chuuya san- saludo mientras que ingresaba al hogar debido a las señas que le hacía el mayor
- Ya le dije que sería de mala educación ingresar a un lugar ajeno- soltó mientras caminaba junto al pelirrojo
-No puedo creerlo tenemos como 4 meses conociéndonos y aun así te niegas a usar la llave de mi casa- recordaba que cuando le dio dicho objeto Atsushi se escandalizó por que decía que no tenía derecho a inmiscuirse en el hogar del mayor pero el insistió en que pueda usarlo cuando desee, después de todo se habían vuelto cercanos y confiaba ciegamente en él
- Le agradezco todo lo que ha hecho por mi en serio, pero no puedo hacer eso aunque usted me lo pida- mostraba determinación en sus palabras Chuuya sabía que no le podría convencer
- Bueno creo que no puedo obligarte Atsushi- pasaron a la sala que mostraba los amplios sillones y una pequeña mesa de estar al centro
-puedes tomar asiento Atsushi- le ordenó mientras el se dirigía a la cocina y traía dos tazas, una llevaba te verde y un te puro, después de tanto tiempo conviviendo conocía alguno de sus gustos, apartando un lugar especial en el cual iban las cosas que le gustaban al de pelo blanco
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¿Declaración?
RomanceAtsushi solo pensaba en llegar rápido, pensó que sería un día normal, pero como siempre "él" logra sorprenderlo. DISCLAIMER - Los personajes no me pertenecen, estos le pertenecen a Kafka Asagiri - No respeta al 100% el canon - Créditos de la porta...