GÉNESIS: INICIO

LAS PRIMERAS IMPRESIONES

Luego de la impresionante reunión con alguien que no parece ser de fiar, Marco se dirige a donde está la rata de laboratorio que Son dejó intencionalmente infectada con un virus desconocido y su sorpresa fue tal que gritó de la impresión. Miriam dejando a sus hijos y Dan corrieron con la curiosidad al origen del grito; al llegar, vieron al sujeto ante la cápsula donde el roedor está aislado. Ambos científicos se acercan con la expectativa de encontrarse con algo extraordinario y así fue; lo que vio fue tan vomitivo como impactante. El ratón tiene numerosas protuberancias en el cuerpo, ojos hinchados, y cada una de esas anomalías físicas expulsan un fluido azulado. Los presentes quedaron atónitos por lo que sus ojos están viendo, pero no sabían que hacer para investigarlo; la imagen fue estremecedora. Tras ello, los tres abandonaron el sitio, pero Marco volverá cuando tenga los utensilios de investigación necesarios, ya que por seguridad no deben abrir esa cápsula manchada con un extraño fluido azul, además de que el mencionado es el único con el conocimiento para estudiar bacterias aparte de Son. Tras ello, los aprendices estaban en otra sala estudiando el agua color púrpura cuando tras horas de estudio detectaron que el extraño líquido es tóxico, por lo que se decidió deshacerse de inmediato de aquella sustancia, así que en el proceso Quetzal tropezó derramándola sobre su percudida bata y lo que descubrieron con eso fue algo muy curioso, ya que la zona alcanzada por el líquido la dejó tan blanca que ni el mejor detergente podría lograr, así que en lugar de desechar el restante, Sam sugirió experimentar con el líquido ligeramente viscoso bajo autorización de Miriam. Más adelante estando fuera, tomaron varios objetos con diferentes grados de suciedad y procedieron a manipular usando unos resistentes guantes de laboratorio para evitar el contacto con la piel debido a la alta toxicidad de la sustancia con el fin de determinar su posible uso y el peligro que podría representar si llega a hacer contacto con algo vivo; luego de un par de horas donde los aprendices estuvieron experimentando bajo supervisión de Dan, este fue el reporte.

Grado de suciedad uno: Se sumergió parcialmente una vieja franela sucia que de nueva era blanca, y cuando esta fue sacada, la parte sumergida salió completamente blanca que de no ser por el desgaste de la tela uno juraría que es nueva, mientras que la sustancia no presentó ningún cambio en su coloración como lo podría hacer el agua tras entrar en contacto con algo tan sucio.

Grado de suciedad dos: Se recurrió a uno de los neumáticos del auto de Son, donde se utilizó la misma franela para frotar un rin lleno de tierra y color plata arrojando un asombroso resultado, el cual dejó ver que este quedó literalmente como un espejo con apenas un poco de esfuerzo para lograrlo; se procedió a hacer lo mismo con el caucho cuyo resultado fue como el de un neumático nuevo recién puesto al vehículo y de igual manera sin mucho esfuerzo.

Grado de suciedad tres: Fue utilizada la parte baja del pantalón de mezclilla azul de Sayuri, esa que siempre se llena de tierra por estar tan cerca del suelo; al retirar la prenda fue lo que se esperaba, pues salió sin el menor rastro de suciedad con la tela extremadamente limpia que incluso adquirió un tenue brillo debido al inusual tratamiento de limpieza que sufrió, conservando su color.

Grado de suciedad cuatro: Se utilizó una parte vieja de motor oxidada y llena de aceite seco, empleando la misma franela se procedió a frotar la superficie del objeto y como los experimentos anteriores sin mucho esfuerzo, la pieza mecánica logró adquirir un brillo idéntico al rin que participó en el experimento, eliminando todo incluyendo el óxido, la pieza lucía como nueva.

Grado de toxicidad uno: El líquido fue vertido sobre alimentos procesados y al entrar en contacto de inmediato hizo un efecto de corrosión sobre estos.

Grado de toxicidad dos: Tras el anterior experimento, se aplicó sobre vegetación y alimentos orgánicos, pero estos no presentaron ningún tipo de reacción, como si le hubiese vertido solo agua. Se investigó sobre los residuos en las superficies y el líquido perdió toda su toxicidad al haber entrado en contacto con el objeto, lo cual genera múltiples dudas cuya respuesta ha sido imposible definir hasta ahora y no se sabrá si algún día sean resueltas estas interrogantes.