¿Dai - Maku?

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Antes de empezar, quiero agradecer por el apoyo que están dando, por lo tanto, esto lo escribí más que nada para quienes votan y especialmente comentan, ya que lo aprecio bastante.

¡Son casi 10k de vistas! Puede parecer poco, pero es más de lo que esperaba sinceramente jaja

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- ¡¿Cómo es eso?! - Gritaba un pelirrojo muy sorprendido.

-Mikey me besó.

-¡Ese maldito enano de mierda me va a escuchar! ¡Se aprovechó de vos y tu estado vulnerable! - Poco más y la cabeza de Rai explotaba del enojo. - Nunca más te dejo solo con cualquiera de esos rastreros. Excepto Fuyu, ese si me cae bien.

Tetsu negó con la cabeza divertido. Ambos pegaron un salto cuando la puerta fue abierta de golpe. Dos chicos desconocidos entraron. Para Tetsu la explicación de no registrarlos podía ser su falta de memoria, pero Raiden estaba completamente seguro de que no los conocían.

- ¿Que tal? Liciado. - Dijo uno mientras paseaban por la habitación indeferentes.

-¿Y ustedes son? - Les preguntó el peliblanco.

Rai los miró atento, no iba a dejar pasar ningún movimiento.

-Oh, pero que modales los nuestros. Yo soy Ran - Dijo señalandose. - Y él es mi hermano Rindou. Y somos - Los backyardigans. - los hermanos Haitani.

- Y yo soy Meimporta. - Habló Rai, para luego señalar a Tetsu y continuar. - Y él es Unhuevo. Que lindo que ya nos sepamos nuestros nombres, ahora fuera.

-Cuidado rojito, te podes morder la lengua. - Se río el que hasta ahora no había hablado.

-Vinimos a darte algo, es de alguien especial.

El de trenzas le dejó un sobre en la mesa de luz para después mirarlo a los ojos. - Deberías abrirlo a solas. Eso es todo, nos volveremos a ver. - Y le mandó un beso acompañado de una sonrisa exageradamente turbia.

-Ah, deberias mirar tus espaldas, ro~ji~to. Nos vemos. 

Y así como entraron se fueron. A los segundos ingresó la madre de Tetsu al cuarto. - Tus amigos son realmente raros hijo, esos dos chicos te dejaron rosas y tienen una nota. Me parece que les gustas a ambos y no creo que les moleste compartirte.

-¿Eh? - Dijo desconcertado.

-Sí, es que la nota dice así. "Para el bombón más sexy, deberías cuidar de no derretirte". - La mujer dejó el ramo en el escritorio y se fue dejando a los dos chicos preocupados.

-¿Soy yo o eso no es una declaración de amor?.

-No, no lo es.

-¿Qué deberíamos hacer?

-Averiguar que quieren y después golpearlos por ir amenazando a la gente.

-¿Tengo que recordarte que estás en cama y no podes moverte?

-Bueno, vos los golpeas...

-Gracias pero quiero llegar al menos a los 20 años.

-Cagon. - Bufó.

-Precavido. - Corrigió.

[...]

Frente a ambos chicos se encontraba un rubio confundido y nervioso.

-¿Para qué me querían ver, Rai~kun? - Preguntó.

-Inexplicablemente, tengo la sensación de que sos el único con el que podemos contar de momento, teniendo en cuenta que sos el más razonable.

-Sigo diciendo que le contemos a Mikey.

-Mikey va a querer resolverlo a patadas.

-¡Exactamente! - Se quejó.

-Ehh, ¿Resolver qué cosa?.

-Amenazaron a Tetsu dos payasos que no sabemos de donde salieron.

-¡¿Cómo que lo amenazaron?! - Y empezó a temblar.

-¡Te dije que sólo lo ibas a asustar!

-¡Tenele más fé! - Rai miró a Takemichi y le proporciono una linda cachetada. - ¿Mejor?

-Sí, gracias. Pero entonces, ¿Qué pasó?

-Esos dos raritos entraron como pancho por su casa y dejaron eso. - Señaló el sobre.- Y eso. - Ahora señaló las flores. - La nota está escrita para que normalmente parezca una confesión de amor, pero después de verles las caras está claro que esos dos están completamente locos, y que en lo que menos piensan es en un noviazgo.

-¿Y tienen idea de quienes eran?

-Unos hermanos Hitones.

-¡¿Haitani?!

- Sí, como sea. Unos imbéciles.

- Descansa en paz. - Dijo Hanagaki mirando a Tetsu, sacándole un gesto de enojo. - Te voy a recordar como un buen amigo, y un excelente chef.

- ¿Tan malos son? - Pregunto ahora en serio. Rai estaba preocupado, demasiado.

-Dependiendo de que tan malo te parezca que alguien rompa huesos por pura diversión.

-Ah, por tu reacción pensé que iba a ser peor. - Dijo ahora restandole importancia.

-¡¿Ah?! ¿Peor? ¿Y qué puede ser peor? - Dijo confundido.

-Tetsu. - Lo simplificó.

-No es por nada, pero Tetsu está en recuperación. ¿Cómo puede ser peor?.

-Es un idiota sin remedio. Le da igual su estado físico. En lo único que su cerebro piensa es en comer y ver videos, lo demás no le preocupa.

-Eh, estoy intentando cambiar. Ese era mi viejo yo, pero mi nuevo yo si que se preocupa por su bienestar.

-¿Lo decís después de que te tuve que atar a la cama para que no vayas a buscarlos?

-Ahora tiene sentido. - Murmuró Takemichi.

-¡Eso fue un desliz! Es que estoy en rehabilitación, no es tan fácil.

-O será que sos un imbécil.

-El único imbécil acá es él.

-¿Y yo por qué? - Dijo con un puchero el rubio.

-No hay por qué. - Y se acomodó en la cama para dormir.

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SAIRENTO DEMON | Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora