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— Ten, lo necesitas.— La voz de un chico me hace alzar la mirada. Sonríe levemente.
Su cabello era blanco con raíces negras, sus ojos de un dorado que parecen brillar, tiene una sonrisa amable y aura tranquila le rodea.
Acepto el vaso de café asintiendo con la cabeza, por mi mente pasan muchas cosas y no me detengo a hablar con un desconocido.
No puedo cuando mi padre está en cirugía.
Llevo alrededor de dos horas sentado en la misma silla, aún visto el uniforme de la pandilla, mi papá estaba a unos metros de mí conversando con una enfermera, lo veo de reojo suspirar y asentir con la cabeza.
— ¿Te encuentras bien?
Nuevamente miro al desconocido, pensé que se había largado. Niego con la cabeza, bebo un sorbo del café sintiendo el amargo sabor bajar por mi garganta.
— Yo estoy aquí por mi abuela, tuvo un accidente mientras regaba las plantas del jardín.
Asiento sin saber que decir, no quiero hablar.
— Mi nombre es Haru Sazuki.
Por unos segundos no digo nada, dudo si responder el saludo o simplemente ignorarlo.
— Kenichi Baji.
Es lo único que formulo, el parece comprender aquello así que no vuelve a hablar, solamente se mantiene a mi lado, acompañándome.
Mi papá llega junto a mí, tiene ojeras bajo sus ojos y parece cansado, la mueca en su rostro me hace saber que no hay buenas noticias.
— Dicen que la cirugía durará alrededor de dos horas más, ya llamé a tu tía para informarle, mencionó que llegará en unos minutos.
Asiento con la cabeza, él mira de reojo al desconocido sentado junto a mí y se sienta al lado contrario.
Fue durante la reunión el momento donde el accidente ocurrió, un camión que iba en dirección contraria se desvió hacia su dirección debido a que el conductor iba ebrio, el auto de mi padre se volcó y estrelló contra un poste de luz mientras que el camión quedó intacto y el chófer sin daño alguno más que un rasguño.
