Jimin era egoísta, ambicioso, adicto al trabajo y despiadado cuando se lo proponía. Yoongi lo daba todo porque fueran felices, aunque eso significara ignorar los desplantes.
El amor no siempre es suficiente.
Y aunque Yoongi lo tenía cada vez más c...
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Yoongi comía mientras escuchaba a su esposo hablar, como siempre, la conversación -si así se le podría llamar- era sobre el trabajo, más precisamente sobre el nuevo Junior del despacho, lo mal que hacía su trabajo y lo inútil y el bueno para nada que según Jimin era.
Suspiró con pesadez deseando que se callara lo antes posible, estaba cansado de escucharlo durante horas, siempre era lo mismo hasta que peleaban y dejaban de hablarse por días.
—Estoy harto, de verdad —musitó Jimin ignorando la expresión de aburrimiento de su esposo—. No tengo la más puta idea de por qué lo contrataron, mis padres no se rompieron la espalda abriendo ese despacho para que contraten a gente incompetente. Lo peor es que no puedo hacer nada porque Suk me tiene con las manos atadas, como mi socio puede tomar ese tipo de decisiones... ¡Patrañas!
—¿Terminaste? —Interrumpió Yoongi sintiendo que su monólogo se extendería por mucho más tiempo— Si es así adiós, ya me dió sueño.
Se limpió la boca con una servilleta y posteriormente se puso de pié. Jimin lo miraba sorprendido desde su lugar en la punta de la mesa.
—Espera... ¿Que diablos te pasa?
—Cuida como me hablas, Jimin.
—¿Me puedes decir que te pasa?
—¿Qué me pasa? ¿Hablas en serio? —Preguntó exasperado, ya no aguantaba más eso— Hace dos horas estamos hablando de tu estúpido empleado y tu estúpido socio, tu estúpido despacho y todas tus estupideces... Me tienes harto.
—¿Que diablos? No sabia que no podía compartir mis cosas contigo —Contrarrestó con ironía terminando por enfadar a Yoongi, quien no creía lo que escuchaba.
—¡¿Hablas en serio?! ¿Si quiera te importo? ¡Maldición, Jimin! Estoy aquí, ¿Acaso no me ves?
—¿Por qué siempre exageras todo? —Cuestionó como si en verdad no entendiera que algo estuviese mal entre ellos.
—¿Esto te parece exagerado? —Preguntó, y de verdad quería oír una respuesta—, No recuerdo que me hayas preguntado cómo me fue, por si lo olvidaste hoy tenía la junta con Jaebum, pero obvio lo olvidaste, porque no te interesa lo más mínimo.
Su voz había sonado amarga y Jimin pareció caer en cuenta, se puso de pié rápidamente.
—Yoongi, lo siento... lo olvidé, no fue mi intención.
—Ya cállate, no des excusas, no sirve de nada.
—Por favor, lo siento. Está bien, ya no hablemos más sobre mi. Hablemos de ti, ¿Cómo te fue entonces?
—Ya no importa.
—Por favor, intento arreglarlo, solo dime...
—Dije que no importa ¡Maldición! —Dió un fuerte golpe en la mesa que sorprendió a Jimin haciéndolo brincar en su lugar.
