ALAN THOMPSON
(***)
Mentiras caídas.
Me sentía muy culpable por haberle mentido a Dylan. Claro que hablé con Camila sobre seguir con la farsa de que nosotros éramos pareja. Pero al final no quedamos en nada. Ella me juró que hablaría con sus padres, pero cada día se hacía más larga la espera de que ella cogiera el valor de decir la verdad. Y me sentía tonto que, cada vez que ella me pedía fingir una cena con sus padres, yo tenía que inventar cualquier excusa para que Dylan no se enterara.
El trabajo estaba bien. Brady me dijo que, en vacaciones, el establecimiento cerraba pues la mayoría de sus trabajadores eran estudiantes y el señor Smith tenía la costumbre de darle vacaciones para que fueran a sus casas. Yo llevaba trabajando ahí cerca de un mes y el dueño me había tratado muy bien, los compañeros también y el pago era mil veces mejor que en mi anterior trabajo.
Dylan me tomó de la mano mientras estábamos en el aeropuerto. No sé si lo hizo por miedo a que me robaran o para darme fortaleza al enfrentarnos con su mamá. Me gustaba pensar lo segundo.
No era la primera vez que andábamos con los dedos entrelazados en medio de un gran sitio repleto de personas, sin embargo, se me hacía extraño y espectacular que él hiciera eso. Me había acostumbrado tanto a esas mariposas en mi estómago que sabría que moriría si un día me llegaban a faltar.
Es que él era tan guapo. Él era lo que siempre soñé y nunca creí llegar a tener por mucho que lo pudiera merecer. Era un sentimiento renovado. Nunca antes había tenido un romance como aquel. Me hubiera gustado haberlo experimentado cuando era más joven, en aquel pueblo, cuando las pesadillas no me atormentaban, cuando era un muchacho que no le preocupaba que alguien lo estuviera buscando. Cuando no era tan pesimista con la idea de que un día se acabaría.
Estoy seguro que no cambiaría nada de mi amor con Dylan. Pero me llegaba el deseo de haber disfrutado más en el colegio, que Dylan hubieran sido mi novio y haber podido caminar por los pasillos de su mano y no estar tan enterrados en nuestros miedos.
La madre de Dylan ya nos esperaba y sentí que un millón de hormigas me recorrieron el cuerpo. Sabía que a esa mujer yo no le caía bien, me lo hizo saber desde el primer momento. Dylan me dijo que si yo no quería que no fuera, pero me pareció una falta de educación no ir.
—Hola, mamá. —Dylan me soltó para poder abrazar a gusto a su madre y ella lo recibió con la misma fuerza. Ella se volteó hacia mí y también me ofreció un abrazo.
—¡Qué bueno que hayan venido!
—¿Estás segura de que te quieres ir? —Pude notar que había debilidad en la voz de Dylan. A su madre se le llenaron de lagrimas los ojos y le agarró con fuerza la mano a mi novio—. ¿Si lo pensaste bien?
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DAYLIGHT Ⓓ (#2) [COMPLETA]
RomanceSPOILER: No puedes leer está novela sin haber leído su parte anterior. (PRIMER BORRADOR) Ⓓ Parte 2 de la Bilogía DYALAN JUVENIL - DRAMA - ROMANCE Portada por: @ash.quintana (Instagram) «Le rogó a Dios que le concediera al menos un instante para qu...