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"El diario de _____"/ Mini especial (Parte 2)

Ya había acabado la tercera botella de bourbon de mi casa, no estaba ni remotamente ebria como me gustaría estarlo al leer esto. Era una tortura, había decidido botarlos pero no... No botaría tantos recuerdos... Que estúpida.

New Orleans, 1092

Iba caminando por la calle, estaba ya fastidiada de no encontrar una "comida" apropiada por estos lugares. Generalmente con lo que me cruzaba eran hombres que no apreciaban su vida lo suficiente como para alejarse de mí, pobres ilusos.

No fue hasta que ya había cruzado por la tercera cuadra cuando sentí que alguien me seguía, voltee pero no vi a nadie, quizá me volvía paranoica pero... estaba segura de que alguien estaba merodeando...

Camine una cuadra más hasta que usando mi velocidad di la vuelta rápido para volver inicialmente a la cuadra donde estaba y ver quien era el que me seguía... y claro tenía que ser él.

-¿puedes parar de seguirme? –dije frustrada, ya era frustrante el hecho de tener cuidado cuando atacaba alguien pero ahora tener a este chico, Kol, detrás de mí a cada rato con la ridícula idea de volver mi humanidad... es... estúpido

-sabes que no lo haré, te prometí ayudarte –dijo él mirándome

-¿cómo? Hasta donde sé apareciste delante de mí hace una semana, no sé quién diablos serás igual –dije y seguí caminando

-oh vamos, darling –dijo- como no vas a saber quien soy

-vampiro arrogante –dije mirándolo ahora- digno de un Mikaelson

-vez que si te acuerdas de mi apellido

-preferiría que no –dije y seguí mi camino

-a ver –dijo y se detuvo a verme

-¿qué? –dije seria

-¿cuándo dejarás de pretender que no te gusta tenerme alrededor?

-eh... me importa poco tenerte alrededor –respondí- si quieres quedarte por acá bien, solo no estorbes- seguí caminando

-NO ME RENDIRÉ _______ -grito mientras lo dejaba atrás

Tengo que admitir que o  es increíblemente estúpido por seguirme o algo quiere pero por más que no debería saber que, la curiosidad es inmensa.

Recogí las botellas y las deje en la cocina, sabía que seguía después de esa entrada, maldije por dentro no debía llegar tan lejos con mi lectura. Cogí una botella nueva y regresé al cuarto.

New Orleans, 1902

No siempre me gustaba quedarme en la ciudad, cada vez que podía me alejaba y visitaba un bello prado cercano, había un lago y árboles... me recordaba un poco mi hogar... a mis hermanos... solía sentarme horas y horas a pensar o simplemente ver el lugar.

-así que acá te escondes –dijo una voz ya muy conocida, no tenía que voltear para ver quien era

-¿no tienes nada mejor que hacer Kol? –pregunté ya agobiada

-no, te dije que te ayudaría

-¿y por qué? –dije volteando a verlo- ¿por qué estás tan testarudamente empeñado en hacer esto? ¿qué si yo no quiero? ¿no lo has pensado? Así estoy bien, no siento nada, prefiero estar así que recordar todo lo que...