El equipo Natsuki fue el primero en llegar a su destino, al ser los que estaban más cerca, llegaron al templo, mientras Kyoto avanzaba en línea recta para ir directo al Templo de Urano.
El Monte Venus, sobre el cual estaba el templo de Afrodita, era alto, pero de fácil exploración, además de la amplitud del mismo monte, daba oportunidad para entrenar antes de enfrentarse a lo que fuese que estuviera en el templo.
Porque Natsuki sabía que Olympiakos no iba a quedarse de brazos cruzados, iba a prevenir que alguien con la osadía de ella, así como de su líder, Kyoto, destruyeran los templos.
Le sorprendió que, tanto ella como su escuadrón pasaban con velocidad por todo el Monte Venus, sin ningún guardián que las estuviese esperando como ella tenía pensado.
Al ver el paisaje, se detuvo admirando la belleza que aparecía ante sus ojos. El campo floral iluminaba su vista, encontrándose con la más hermosa vista de Olympia.
-Será una pena destruir este lugar- dijo Sora tras ella.
-Sí, me imagino, pero si es por mi amiga, este hermoso campo florar puede irse al carajo- masculló la pequeña rubia.
-Hija, debemos apresurarnos, Kyoto debe estar cerca del Templo de Urano- comentó Sofía mientras cargaba algo de carne.
-Pensé que Ashura era el glotón- dijo Natsuki con una pequeña risa.
-Debo comer todo lo necesario para poder emplear a tope mis habilidades, como Atributo Leyenda, tengo un apetito atroz- contestó la mujer- Además que suelo agotarme demasiado si no como algo antes de pelear.
-Gracias que me lo dice- contestó Natsuki con una gota de sudor en la sien.
Y continuaron avanzando, mientras buscaban algún vestigio sobre el Templo de Afrodita.
En ocasiones algunas piedras calizas de color daban la impresión de estar cerca, pero al ser parte del mismo paisaje que estaba en el Monte Venus, resultando en pequeños ataques de frustración, irónicamente, por las más pequeñas del grupo.
-¡¿Dónde demonios pueden esconder el jodido templo maldición?!- Exclamó Natsuki con furia.
-Contrólate hija, por favor, sólo...
-Suegra- dijo Natsuki, haciendo sonrojar a la mujer- mi amiga está a punto de morir, y usted me está pidiendo que me calme, si yo estuviera en peligro, ¿Le pediría a Zentraedi que se calmara? ¡¿EH, EH, ¿EH?!- dijo la chica con su peculiar muletilla.
-Lo... lo siento, es sólo que... no me dejas escuchar las emanaciones de aura con tu ruido- dijo la mujer mientras activaba su habilidad.
-¿Acústico?- preguntó Natsuki.
-Sí, es muy útil para identificar hasta el más mínimo ruido, pues amplifica la sensibilidad auditiva, pero me hace vulnerable ante técnicas que usen el sonido, por el mismo aumento a mi sensibilidad auditiva- dijo la mujer.
-Entiendo- dijo Natsuki mientras se acomodaba en posición de loto.
Sofía aumentó la sensibilidad auditiva, tratando de buscar alguna señal de audio que le diese la idea del lugar al cual debían ir.
-"¡¡¡AUXILIO!!!"- se escuchó una voz desesperada.
Sofía salió disparada del lugar donde estaba, siendo retenida por Natsuki y algunas maderas de Sora.
-Están a 2 kilómetros chicas, justo al norte- dijo Sofía mientras su oído comenzaba a sangrar.
-¿Estarás bien suegra?- preguntó Natsuki recostándola.
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XTARS: Orígenes
AdventureSer un héroe en el que la humanidad deposita sus esperanzas. Ser un villano en el que la humanidad deposita sus temores. Todo suele ser visto en Blanco y Negro, y no en la escal de grises que tiñen la vida de cada persona. Que hay maldad en la bonda...