20장

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Paso un mes y medio, ya era mediados del otoño. Las cosas en la vida de Carlota se habían puesto interesante, habían pasado todos los exámenes con buenas calificaciones, lo que significaba que ninguna de las dos corría peligro con la beca y les daba más energía para seguir adelante. Yoongi le había mandado una canasta llenas de dulces de parís y muchas mandarinas para que Carlota celebrara su aprobación a los exámenes con una nota que decía;

...«Las mandarinas son para mi cake que espero con ansias»

Habían salido un par de veces más a caminar al parque y siempre terminaban con sus manos entrelazadas. Inconscientemente ambos lo hacían con naturalidad mientras caminaban conversando y jugaban con sus dedos mientras pasaban tiempo juntos.

Una tarde, Yoongi la invitó a una exposición de arte de un amigo a las afueras de Seúl. Después de la exposición, pasaron a una terraza bebiendo algunos tragos y era la primera vez que bebían un trago juntos. Muchos panoramas al aire libre no hacían por el frío del otoño por las tardes, pero ese mismo frío de otoño lo aprovechaba para las clases de café privadas de Yoongi que Yuki permitía en el café donde Carlota trabajaba. —«Yo seré tu cupido y te dejaré que ocupes el café para que enamores a ese hombre con tu conocimiento»— Le dijo Yuki a Carlota en un charla sincera que tuvieron. —«Pero no quiero que hagas cochinadas en mi local, para eso se van a sus casas»— Carlota solo se rio en esa ocasión con las mejillas sonrojadas negando con mucha vergüenza.

Pasaron muchas tardes juntos hablando de café y muchas otras cosas. Carlota ya no se sentía incomoda o nerviosa como los primeros días con la presencia de Yoongi, cada día lo sentía mucho más familiar y se había acostumbrado a estar cerca de él. Ya no era ese idol inalcanzable que le había parecido al comienzo, si no que a veces, solo a veces pensaba que tenía una oportunidad más allá que una simple amistad.

Una tarde Carlota se le quedó mirando mientras Yoongi hablaba de Holly, su mascota, y lo mucho que lo hacia reír. Le contaba como dormía en la cama y el poco espacio que le dejaba a él. Carlota notó que cuando hablaba de su mascota, Yoongi expresaba sus sentimientos a través de sus ojos. Sus ojos demostraban alegría, amor y su corazón dispuesto a contar parte de él.

Yoongi no había sido el único con el que había tenido mayor cercanía con Carlota durante este tiempo, durante el mes que había pasado, había hablado con JeongSan. Se habían hecho muy buenos amigos pero por temas de horarios, solo se habían encontrado un par de veces solamente en el parque antes de que Carlota entrará a sus turnos pero no había echo más que treinta minutos a lo mas una hora. Habían notado que tenían muchas cosas en común y compartían gustos muy parecidos, se compartían cosas por mensajes en donde pasaban horas hablando del tema y era el culpable muchas veces que Carlota trasnochara.

Carlota se sentía a gusto hablado con su nuevo amigo. Mei decía que JeongSan no solo quería ser su amigo y que quería algo más. Carlota por su parte, decía que estaba loca, que solo eran amigos y que solo conversaban de diferentes cosas como con cualquier amigo desde música hasta de anime y no por hablar con él significaba que era algo más.

—¿Y cuándo volverás a ver a Yoongi? —Le preguntó de pronto Mei a Carlota—¿Este fin de semana saldrán o no?

—¿Cuándo tu vuelvas a ver a Hoseok?. —Le dijo remendando lo que había dicho Mei con un tono de burla.

—Con Hoseok no tenemos una relación como tú con Yoongi, salimos de vez en cuando.—Dijo Mei tratando de evitar el tema.

—Mei, pero si te fuiste un fin de semana a la playa con él, ¿pretendes que te crea que no pasó nada? —Hizo una pausa esperando alguna reacción— pero está bien, si no me quieres consta, no me cuentes —Lo dijo poniendo una cara dramática queriendo sentirse lastimada —Por cierto, ¿terminaste con Diego?

우리 / NosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora