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¿Por dónde empezarás a buscar? -JiMin preguntó.

Los tres amigos estaban saliendo de la universidad y se dirigían a una cafetería a almorzar.

Bueno, lo busqué en internet y no encontré nada referente a él... Es como si no existiera. -Dijo en tono ausente.

Quizás no le guste que sepan de su vida personal.

O quizás es un fantasma. -TaeHyung opinó. Los otros dos lo miraron desconcertados. — ¿Qué? Puede pasar.

JiMin asintió de acuerdo, a veces les sucedían cosas extrañas.

No lo creo, se supone que los fantasmas no se pueden tocar. -Dijo JungKook.

Pueden tomar un cuerpo para manifestarse.

¿Estás insinuando que me encontré con un muerto? -JungKook murmuró asustado.

Los otros dos se rieron a carcajadas por el miedo extraño del menor, ellos solo habían estado molestándolo.

JungKook los miró enojado y decidió avanzar por su cuenta. ¿Qué se creían ese par de tontos?

Llegó a su cafetería favorita y ahí decidió ordenar el menú del día. Estaba hambriento.

Buenas tardes, joven. ¿Qué le vamos a servir?

Quiero el especial del día, por favor. -Pidió sin despegar su mirada del teléfono, no se percató quién lo atendía.

Con gusto. -El joven mesero regresó a la cocina y ahí se encontró con su compañero. El chef del lugar.

A que no adivinas quién está aquí.

No, no tengo idea, así que déjame trabajar. -Murmuró mientras cocinaba algunas carnes.

Ay Jinnie, siempre con ese mal humor. Se te pegó la manía de YoonGi.

El mesero se acercó a tomar el plato que ya había servido el mayor y lo dejó sobre la bandeja. — ¿Te gustaría ir a dar un vistazo?, te alegrará el día.

El pelirrojo salió de nuevo y caminó directo hacia el comensal que esperaba ansioso junto a otras dos personas.

La curiosidad picó al chef, asomó su cabeza tras la puerta de la cocina y observó a todos en el lugar, pronto su mirada cayó en la mesa donde se encontraba su amigo, y se sorprendió de ver ahí, a aquel joven que lo interceptó en el bar la otra noche.

¿Quién lo diría?

Las coincidencias podían dar miedo.

Sin darle demasiada importancia, volvió al trabajo, tal parecía que el chico estudiaba en la universidad cercana, cosa que se volvió interesante hasta cierto punto.

Si se lo volvía a encontrar, era capaz de acceder a lo que sea que el niño le pidiera, era demasiado bello para un don nadie como él.

Pronto dejó de pensar en ello y se enfocó en los pedidos acumulados que tenía por andar distrayéndose en cosas que no debía.

- ¡YoonGi! -Gritó, su compañero ya tuvo que haber terminado de almorzar.

Pero aún así no recibió respuesta y podía apostar su salario del mes, a que el ingrato se encontraba durmiendo en su rincón favorito.

Estás solo, Kim. -Murmuró y siguió cocinando y sirviendo con la mayor rapidez que podía.



 -Murmuró y siguió cocinando y sirviendo con la mayor rapidez que podía

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¡NamJoon! -Exclamó el mesero emocionado al ver a su amigo entrando a su cafetería.

Hope, pensé que estarías en almuerzo. -Dijo el más alto mientras se sentaba en una de las pocas mesas disponibles.

No puedo dejar a Jinnie solo, YoonGi está durmiendo.

Ese YoonGi. -Dijo riendo. —En ese caso, tráeme el especial, por favor.

Con gusto. -HoSeok rápidamente dejó la orden y fue a atender otras mesas, definitivamente necesitaban ayuda.

Mientras JungKook comía, JiMin observaba al hombre guapo de traje que acababa de entrar. —Oye Gguk, ¿ese no es el tipo al que le preguntaste sobre tu crush la otra noche?

JungKook miró hacia donde tenía la vista dirigida su amigo y en efecto, ¿cómo lo olvidaría? Esos hoyuelos eran asesinos.

Lo es... -Murmuró pensativo. «¿Qué hacía alguien como él, en una cafetería ordinaria como esa?»

Los tres observaron que el pelirrojo que lo atendía también había estado la otra noche, ¿qué demonios? Es decir que...

JungKook quería correr hacia el hombre y cuestionarlo pero eso no sería correcto, aparte de acosador, desesperado. Y ya había pasado demasiada vergüenza.

Se dedicó a observar el intercambio entre aquellos dos, hasta que pasada una hora, alguien más salió a escena y era nadie más que el hombre bajito de piel pálida.

JungKook abrió la boca sorprendido, tanto el mesero como el hombre de mirada gatuna usaban el mismo uniforme, eso quería decir que ambos trabajaban en esa cafetería.

¿Será Kim SeokJin también parte del personal?

Sintió como si una especie de decepción se formaba en su interior, ¿será que Kim SeokJin no era el flamante hombre que pensó que era?

Pero si es así, entonces él...

¡Min YoonGi! -Escuchó una exclamación proveniente de la cocina, ya que ellos se encontraban cerca, lo percibieron.

El mencionado giró su cabeza, Kook observó cuando el hombre de sus sueños, salía de la cocina vestido de chef y una redecilla en la cabeza, se acercaba al pequeño grupo y palmeaba en el hombro a NamJoon mientras le decía algo a Min YoonGi.

Los otros tres se rieron, pero SeokJin pareció gruñir y despedirse de NamJoon para casi correr hacia la cocina de nuevo, seguido de Min YoonGi y el chico pelirrojo.

Uhh... -Tae dijo mientras sonreía burlón. —Parece que tu príncipe carece de un castillo.

JungKook se quedó sin habla, Kim SeokJin era el cocinero de aquella cafetería... Un simple cocinero.

Adiós a sus sueños de viajar en un yate de lujo rodeado de comida y joyas.

Seguro ahora irás tras el tipo de traje. -Comentó JiMin que volvió a comer.

¿Lo haría? NamJoon era guapo y encantador... «Pero no es SeokJin.»

JungKook miró hacia la cocina de nuevo, su corazón se había acelerado cuando volvió a ver a aquel hombre hermoso, había estado nervioso y deseoso de poder tener la mirada del tipo sobre él como aquella noche.

No, no quería a nadie más que a Kim SeokJin.

Estaba jodido.

↬¡ᴏʜ ꜱÍ, ꜱʀ. ᴋɪᴍ!♥ [ᴊɪɴᴋᴏᴏᴋ]Where stories live. Discover now