Isabela
Espero hasta la noche de ese día, pero Oscar no vuelve a llamar. Sé que no debo preocuparme, tal vez no pudo. Lo que no sale de mi cabeza es el nombre Estefany y no sé por qué, seguro solo es alguien de su trabajo. Aunque no puedo negar que al mencionar ese nombre algo cambió en su voz.
Estoy recogiendo mis cosas, porque Carol nos va a llevar a mí y a Celeste a nuestras respectivas casas. Emil y Alex están muy tomados para conducir, así que Carol dijo que se quedaran a dormir.
Celeste se sube en el asiento de copiloto y yo en el asiento de atrás. Las escucho discutir, pero yo estoy concentrada leyendo el mensaje que Oscar acaba de enviarme.
Oscar
"Disculpa que no te llamé más, es que recibí una visita de una vieja amiga. Pero trataré de llamarte mañana".
¿Vieja amiga? ¿Por qué esto me da un mal presentimiento?
No, no me pondré a hacer locas teorías en mi cabeza. Solo es una amiga.
Yo
"Tranquilo, entiendo".
Después de eso, pongo atención a la conversación que tienen Carol y Celeste.
—Estás loca, ¿por qué hiciste eso? —cuestiona Carol.
—¿Qué tiene de malo eso? —exclama Celeste.
—Está mal, si él terminó con ella fue por algo —expone Carol.
—¿Qué pasa? —pregunto introduciéndome en la conversación.
—Celeste acaba de entrometerse donde nadie la llamó —espeta Carol.
¿Por qué está tan enojada?
—¿Qué te pasa? ¿Por qué te afecta tanto eso? Tú siempre andas entrometiendo en las relaciones de los demás —expresa Celeste.
Sé que me voy a arrepentir de esto.
—Es cierto —digo.
—¿La apoyas? —pregunta Carol indignada—. Dile qué hiciste.
—A Isabela no le importa la vida de mi hermano.
¿Su hermano?
—Dile —exige Carol.
Celeste suelta un suspiro antes de hablar.
—Es que Oscar está en Londres unos días y le he escrito a su exnovia para que vaya a verlo.
Sin palabras.
—Excelente, ¿no?—exclama Carol.
—Su exnovia —digo aún procesando la información.
No me digas que es...
—Sí, se llama Estefany, es divina —expresa Celeste emocionada—. Ellos son el uno para el otro, pero terminaron porque Oscar es un idiota.
Carol me mira a través del retrovisor, dándome a entender que no le de importancia, pero ¿cómo no le voy a dar importancia? Sé que ahora están juntos. ¿Será que por eso no me volvió a llamar? Porque está con ella.
—Si quiso terminar con ella, tuvo razones. Tú no tuviste que entrometerte —dice Carol aumentando su tono de voz—. Esa chica es insignificante para él, ya no existe.
—No es insignificante, se iban a casar —informa Celeste.
Espera, ¿qué? ¿Casarse?
Carol estaciona el auto a un lado de la carretera.
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Algo Inesperado
RomanceOscar Baracchi e Isabela Torres nos demuestran que quienes menos pensamos, pueden cambiarnos la vida y eso es gracias a la magia de que suceda algo inesperado.