~ O46 ~

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— ¡P-Pero es técnicamente imposible que se calme así de la nada!

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— ¡P-Pero es técnicamente imposible que se calme así de la nada!

— Nada es imposible para él.

— Soltó una pequeña risa.— Ari, ¿Puedes preparar su biberón? Creo que está tratando de comerse mi cabello.

— ¡Ah, claro!

— ¡Oh, no, no, no! ¡Tú una vez casi le quemas la lengua a mi Kiara! ¡Lo haré yo!

— Ash... Bien... Que aburrida...

Evitando las diferencias que tenían hicieron un muy buen equipo, él lo calmaba y distraía mientras que ella se encargaba de hacer su biberón o de cambiarle el pañal. Y Ari, bueno, él seguía procesando como no se peleaban.

La noche ya había llegando, en el cielo ya se veían unos colores mucho más oscuros que antes, le hubiera encantado haber estado solamente con Gonzalo y poder estar juntos mirándolo mientras cargaban al pequeño, pero una amargada señorita llegó solo para molestarlos.

Entre sus pensamientos no se fijó en que ya había conseguido dormir a ese bebé, se pudo dar cuenta de esto cuando vio que la puerta se abría, supuso que era el cuñado del pelirrojo, pues le había dicho que él llegaba más temprano que su hermana. Para su sorpresa era ella y no su pareja, cosa que le pareció extraña.

¿Cache? ¿No se supone que venías a las nueve?

Exacto, se supone. Mi jefe andaba de buen humor y Nos dejó salir antes. Pero bueno, ¿Cómo está mi Sebas?

— Ah, Andy lo durmió. —Respondió sonriente.

— Ah, sí, ¿Lo dormí...? —Dijo dudoso mientras miraba al pequeño.

— Bueno... Como ya estoy acá, ¿Podrían explicarme por qué Katherine me dijo que se habían ido?

— Eh... Creo que eso no es importante ahora, Denisse, lo que importa es que Sebas está bien. —Respondió la esposa del mayor, se le notaba nerviosa.

— Claro que me importa, Katy, no tengan vergüenza de decírmelo.

— Oh, bueno, yo no tengo pena de decirlo. —Admitió con una sonrisa maliciosa

Sabía que la tacharían de celosa y maleducada, pues el invitado ahí era él y básicamente le había dicho que se largara de una casa que no era suya.

¿Puedes decirme?

— Clar-

— ¡Oh, mira, creo que Sebas tiene hambre!

— Katherine, Sebastián está dormido. Ahora sí puedes seguir hablando Spartita.

— Gracias, Raptorcito. Bueno... Ari y yo Nos fuimos porque-

~ El Amor Sabe A Vino... ~ Spartor ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora