Cuando el mal se disfraza

20:

"Los monstruos son reales, los fantasmas son reales también, viven dentro de nosotros y a veces, ellos ganan."

                                          Stephen King

Llovía fuerte, y los relámpagos sonaban ocasionando ecos por todo el lugar, acababa de llegar al pueblo, tenía dieciséis años entonces, mire una casa un poco grande y quise averiguar de quien era, me escabullí en los arbustos y árboles hasta que mire la parte trasera de aquella casa, camine para ver más de cerca. Ya estaba empapada, mi vestido blanco se apegaba a mi cuerpo por la lluvia, pues, tenía horas que salí a "explorar"

—pero miren que cosa me ha traído la lluvia

—¿Quién es usted?

—Ni intentes correr, corazón

—Aléjese de mi...no se...acerque

—Oh, corazón no tienes salida

Corrió hacia mí y sus manos me atraparon, pataleé

—Ese vestido blanco te queda espectacular

—Déjeme, déjeme —grite con fuerza

—Lo que más me gusta es tu collar de cruz plateada

—¡Ayuda! ¡suélteme!

Un hombre de altura baja y relleno estaba empezando a tocarme, me tubo al piso y caí en un charco de lodo mientras él me besaba el cuello, lo golpeé, pero no se detenía, mire a todas partes y a mi lado vi un palo grueso, estire la mano y logre alcanzarlo, cuando él se despegó de mi para desabrocharse el cinturón recogí todas mis fuerzas y le di con el palo en la cabeza

Él hombre cayo a mi lado soltando un quejido doloroso, me levante rápidamente y el con una mano tiro de mi vestido

—Salvaje, ¿Cómo te llamas? —dijo mientras me agarraba de nuevo por la espalda, tapo mi boca y grite

Sentí algo filoso en la parte baja de mi espalda ¿un cuchillo?, él lo saco y me deslizo el cuchillo en el muslo, cortándome, pataleé con más fuerza y mordí su mano, me soltó y me insulto, me giré y vi que efectivamente era un cuchillo, se lo quité en un movimiento rápido y lo señalé con él

—No te acerques o...

—¿o? no sabes ni que es... baja la daga ahora ¿Cómo te llamas?

El hombre se acercó a mí y yo con mis manos temblorosas...le atravesé el cuchillo en su cuerpo y se lo saque en un movimiento, él se quejo

—¡Hija de perra! —se quejó cayéndose al piso

La lluvia aún caía y él empezó a insultarme, la irá se apodero de mí y le lancé una patada, el cayó acostado en el suelo y yo me arrodillé a un lado, empecé a enterrarle y sacarle el cuchillo por todas partes, mis manos se llenaron de sangre, y mi vestido también

—¡eres una maldita...! —dijo jadeante y le enterré el cuchillo en el cuello con fuerza

Un hilo de sangre salió disparado a mi dirección y me lleno todo el cuello y parte de la cara, observe el cuerpo unos instantes y reaccione, dios mío...lo había matado

Solté el cuchillo y mire mis manos temblorosas, me limpie con el vestido, pero aún seguían rojas, me separe del cuerpo ensangrentado y empecé a llorar

¿Qué he hecho? Mi cabello se apegaba a mi cara y estaba llena de sangre, toque mi collar de cruz y suspire, me lo quite y lo lance a una parte furiosa