sótano ; rap line

•rojo ;; final

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Maldita sean las ganas desgraciadas ganas de orinar que tuvo Min Yoongi esa noche, maldita sean.
Porque al despertar vio lo que quería más no como quería Hoseok estaba enfrente de el, estaba llorando y sus manos temblaban y sus piernas parecían impacientes.

Min se sentó sobre la cama, tallando sus ojos, pensó en si debía preguntar el porque de que su mayor este en ese estado, el se sentía maravillosamente feliz, debía admitir que el y Namjoon habían hablado con anterioridad sobre lo que había pasado con el pero nunca llegaban a nada. Lo que había pasado esa mañana los tomo por sorpresa, pero si era honesto era lo que siempre había querido, el solo no quería ser muy insistente con el tema, pero Hoseok si lo era.

Y si era así y antes de dormir habían acordado estar juntos, ¿porque ahora lloraba?. Todo todas las fuerzas necesarias para levantarse de esa cómoda y caliente cama para exponer su cuerpo adolorido al frío de la madrugada.

- ¿qué es lo que te pasa Hobi? - pregunto el con temor de hablar muy fuerte por despertar a Kim.

Hoseok alzo la mirada y parecía realmente lastimado, recién lo miro comenzó a llorar más, más y más. Yoongi se acerco a el y tomo su rostro entre sus calientes manos blancas.

- Ey, ¿que sucede?, ¿no estás feliz?, ¿no es lo que querías? - seguía susurrando con cautela mientras acariciaba sus mejillas mojadas, sus mejillas estaban heladas, su cabello seguía mojado y si era sincero no sabía que pasaba, el se veía tan feliz hace un par de horas.

Cuando logro que por fin lo mirara, quiso acercarse a el para intentar calmarlo, más el no se lo permitió, lo empujo alejandolo, provocando que el pálido terminara en el helado suelo.

Sin darle tiempo de preguntar que sucedía, ¿porque se estaba comportando así?, Hoseok se levanto y corrió escaleras abajo.
Min Yoongi estaba enojado, por lo que no lo siguió, estuvo unos minutos intentado calmarse para despertar a Namjoon  e ir a ver que era lo que le pasaba a el pelinaranja, pero no fue lo suficientemente rápido, solo escucho un auto alejarse, se asomo por la ventana y vio que era el auto de el mayor.

Pensó que tal vez solo estaba enojado por algo que no tenía nada que ver  con lo que había pasado entre ellos, así que volvió a acostarse con la esperanza de que Hoseok regresara en un rato, tranquilo para explicarle sus acciones.

Ó al menos eso pensó las primeras dos horas.

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Si, justo estaba en la peor situación de su vida, esperaba no estar haciendo una locura, manejaba a una velocidad extremadamente alta, era de madrugada por qué lo que no se podía topar con muchos autos, pero sentía la adrenalina correr desde el primero hasta el último de sus cabellos naranjas.

Maldijo una y otra vez, mientras tomaba curvas con la peor habilidad de el planeta, estaba lejos, muy lejos de su casa, pero su hogar lo llevaba muy dentro de sus entrañas dónde hacía una horas había hecho a dos personas maravillosamente felices.

Ahora, ahora es el y su miedo a el mismo.
Hoy se había dado cuenta de todo lo que una persona puede hacer cuando está desesperada ó cuando tiene miedo.

Odiaba lo débil que había sido por Namjoon y Yoongi, algunas veces a lo largo de su vida se reprochó por ser tan imbécil mientras ellos estaban a otro nivel, siempre estuvieron a otro nivel. Pero Hobi simplemente no podía evitar sentirse con poder sobre ellos después de lo sucedido en el sótano, tampoco quería sentirse arrepentido de hacer lo que hizo, pero lo estaba.

Por qué ahora no los unía un amor fraternal era algo más, algo que no tenía fronteras y que no tenía ningún tipo de riesgo ahora, pero aún que quisiera pensar así, aún su cuerpo le pedía no dejar las cosas a la probabilidad, a la probabilidad de que ellos se den cuenta que Hoseok no es lo que quieren que estar con el no es lo que querían, que solo estaban asustados todo eso para después irse, Hoseok los prefería con el por siempre.