CAPITULO 7 ALGO QUE NO CONOCIA

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A pesar del gran alboroto a los alrededores del castillo, el comedor estaba en un silencio sepulcral.
La Reyna y el Príncipe entraron tomados del brazo. Fluke era más alto que su madre, así que daba los pasos más pequeños para estar a su caminar.
Los presentes en el lugar se levantaron al ver entrar a la Reina y su hijo. En sus asientos acostumbrados estaban, el Rey, su hermano, su cuñado y en concejal del reino. Al otro lado de la mesa se encontraban tres caballeros y una dama. La Reina era muy alta, delgada y de piel apiñada, el chico más bajito era muy blanco, y tenía una hermosa sonrisa, el hombre a su lado también era muy blanco, pero no tanto como el primero, tenía el cabello muy oscuro, y por ultimo estaba un hombre de tez al igual que la Reina, más alto que todos los demás, y tenía una mirada muy intensa, demasiado para el gusto de Fluke, que sentía como si más que analizarlo lo estuviera evaluando. Ahí fue cuando se dio cuenta de que esta última persona era su destinado, inconscientemente apretó el brazo de su madre, la cual, al sentirlo, lo volteo a ver preocupada.
-Disculpen la tardanza- se disculpó la Reina desviando sus ojos hacia los presentes y dirigiéndose a su lugar, donde su hijo le ayudo con la silla, y este se dirigió a su asiento.
Antes de sentarse, miro a todos alrededor de la mesa.
-Bienvenidos a Mahoudomizu – se dirigió a los recién llegados- soy el Príncipe Fluke Natouch Manow – hizo una reverencia a estos, pidiendo a los cielos que no se hubiera notado el temblor de su voz, ya que su Omega se estaba poniendo inquieto.
Los desconocidos hicieron su reverencia en agradecimiento.
-Gracias a ustedes que nos recibieron cálidamente a pesar de haber llegado antes de lo previsto- dijo la madre de Ohm y Kao, con una sonrisa en su rostro. Su voz era muy melodiosa.
Se dispusieron a presentarse entre ellos, pero ya cuando solo faltaba una persona, el corazón de Fluke empezó a latir muy rápido. Era el, su Alfa era ese hombre de tez apiñada, y mirada intensa, casi se dejó caer en su asiento al escucha la sensual voz de este, pero se tomó de la mesa e impidió hacer el ridículo.
-Soy el príncipe y futuro Rey de Doragon Aki, Ohm Titiwat Nine, es un placer conocerlos, se inclinó, dirigiéndole una profunda mirada a su Omega.
Ohm se había quedado de piedra cuando lo vio entrar, era la cosa más hermosa y angelical que sus ojos habían visto, su Alfa quería salir de inmediato y reclamar lo que era suyo, había tenido que hacer un esfuerzo increíble para mantenerlo a raya. Y cuando este les sonrió, por los cielos, hacia brillar todo a su alrededor, y esa voz tan tierna, esos ojos tan brillantes, no sabía si sentía de esa maneja por su Alfa o por él.
Ya atreviéndose a mirarlo más, era bastante atractivo, y varonil, pensó Fluke mientras empezaba a comer. Todos parecían nerviosos, y no era para menos, la situación era bastante incomoda, el hecho de haber llegado antes, lo había hecho más difícil.
-Perdón el atrevimiento – se atrevió a romper el silencio el Rey.- Pero, ¿Cuál es la razón de que llegaran un día antes? – pregunto mirando a la Reyna de Doragon Kai.
Esta se quedó helada, nunca creyó que le fuera a dirigir la palabra.
-Si me permite contestar por mi madre- se adelantó Ohm- Llegamos antes porque me gustaría adelantar la boda.
Todos retuvieron el aliento, Fluke casi se ahogó con su comida y vio con pánico a su Alfa.
-Lo sé, y lo siento – dijo Ohm- antes de llegar aquí, no me sonaba tan descabellado, pero ahora – hizo una pausa viendo a Fluke- estando frente a ustedes- despego su mirada del pequeño y miro al resto- me doy cuenta que fue una mala idea.
Miro a su madre, y su hermano y les sonrió en disculpa por haberlos traído antes de tiempo.
-Es bueno escucharlo- dijo el padre de Fluke aliviado y trato de seguir ingiriendo los alimentos en su plato.
Todos lo imitaron, excepto Fluke que se había quedado maravillado por esos hermosos y sensuales hoyuelos que se le hicieron al príncipe Ohm cuando sonrió. Se dio cuenta de lo que estaba haciendo y se dispuso a comer, no sin antes ver que su futuro esposo sonreía disimuladamente. Dios que mortificación, pensó el pequeño príncipe pintándosele las orejas de un rojo escarlata.
Y como era de esperarse, Earth empezó a hacer todo tipo de preguntas sobre esa tierra tan nueva para él. El tipo de animales, y de cultivos, porque el agua era tan azul, e infinidad de cosas, que la verdad aligeraron la cena. Hizo sonreír a todos con sus ocurrencias, salvo la velada, eso lo agradecieron todos en silencio.
El príncipe Kao, se sintió tan orgulloso de su esposo, sonrió con ternura, el destino no se equivocaba, pensó este viendo a Earth con adoración, mientras el más pequeño hacia gesticulaciones exageradas al contar una de sus tantas anécdotas. Para nadie paso desapercibida esa mirada del mayor hacia su pequeño Omega.
Fluke se preguntó para sí mismo, si, ¿Algún día su Alfa lo vería de esa forma?, volteo a verlo y bajo de inmediato su mirada al ver que este lo veía fijamente. Lo cual tampoco pasó desapercibido para el resto de los presentes.
Después de eso se les mostro los aposentos correspondientes a cada quien. Kao y su esposo estarían en una habitación, la Reyna a un lado de ellos y Ohm en la siguiente. Su recamara quedaba al otro extremo de los aposentos de su Omega.
Tomarían un baño, y descansarían unas horas para poder salir a recorrer el castillo y sus tierras antes de la hora del almuerzo.
La familia Natouch estaba reunida en el despacho de Rey.
-¿Que ha sido todo eso? - pregunto Prem.
-No tengo ni la más maldita remota idea - Boun se dejó caer en un sillón.
-Boun- exclamaron a la vez sus  padres.
-Lo siento- se disculpó este- es que todo es tan… - volteo a ver a Fluke, que se encontraba con la mirada perdida recargado en la pared de la entrada.
El rey se dejó caer en su asiento.
-Para ser el primer encuentro con la familia política creo que nos fue bastante bien.
-Eso fue gracias al príncipe Earth – puntualizo la reina, también sentándose.- ya que el Príncipe Ohm se ve bastante intimidante-confeso antes de poder controlar lo que decía, vio a su pequeño hijo, todavía ensimismado.
-Y que lo digas- opino Boun- si yo que soy su igual en estatus, me hizo sentirme algo incómodo- reconoció a su pesar.
-Y como veía a Fluke – dijo Prem, igualando la mirada de los demás hacia su pequeño cuñado. –Como si en cualquier momento fuera a saltar sobre el- se estremeció de solo pensar en la escena.
-Ya sé que esta situación es bastante incomoda- dijo el pequeño príncipe con voz monótona- pero él es mi Alfa y ellos su familia- los miro muy serio- así que les pido que, por favor, evitemos este tipo de comentarios- sonrió sin que esta llegara a sus ojos, y salió del lugar.
Todos se quedaron viendo fijamente la puerta por donde había salido Fluke, y se voltearon a ver con cara avergonzada. Habían estado hablando del Alfa de su hijo como si Fluke no estuviera ahí y como si le tuvieran pena. Además, era la primera vez que el pequeño príncipe los enfrentaba de esa manera. Su voz había sido calmada, pero todos lo conocían tan bien que sabían que lo habían herido.
Se dirigía a sus aposentos, estaba como drogado, no sabía lo que hacía, se quedó unos minutos parado frente a la recamara de Ohm, y siguió su camino.
Se dejó caer en la cama y recapitulo todo lo que había pasado ese día, desde su despertar, hasta la llegada de su Alfa.
¿Porque había dicho lo que dijo a su familia? Se preguntaba contrariado. Sabía que ellos no habían provocado esa situación, pero al presentir que todos irían en contra de Ohm, y que parecía que le tenían lastima,  no había podido evitar defenderlo.
Y otra cosa, ¿Porque su Omega no le había avisado de la llegada de su Alfa?, tenía entendido, que ese tipo de cosas se sentían a pesar de la distancia, entonces ¿Por qué?
La situación era demasiado pesada como para preocuparse por que su Omega no había reaccionado a su Alfa, así que se tallo los ojos y cuando menos espero, se había quedado profundamente dormido.
Los golpes en la puerta lo hicieron despertar.
-Adelante – dijo adormilado.
-Vamos cuñado, que ya casi es hora del almuerzo. - Dijo Prem entrando en la habitación.
-¿Tan rápido? – pregunto levantándose lentamente, sin haber sentido que descanso.
-La verdad que no-respondió descaradamente, mientras se sentaba en la orilla de la cama.
Fluke lo miro confuso, Eestaba soñando?  Se preguntó. Pero cuando sintió que Prem tomaba sus manos supo que estaba despierto.
-Solo vine a decirte, que entiendo completamente lo que paso en el despacho del Rey-le sonrió.- y lo entiendo por qué a mí me pasa lo mismos con tu hermano.
Fluke todavía no entendía nada, y se le noto en su expresión, eso causo una risa departe de Prem.
-Muchos creen que la conexión entre Alfa y Omega inicia a la hora de la culminación del éxtasis, con la mordida- gesticulo exageradamente moviendo uno de su manos libres- pero eso no es así. –lo miro con comprensión - La conexión empieza desde la primera vez que cruzan sus miradas.- Miro al pequeño príncipe atentamente.-  El sentimiento de protección que tuviste en el despacho de tu padre, al sentir que todos criticaríamos a tu Alfa, es de lo más normal.- lo consoló.
Ahora Fluke recordaba todo, no podía creer que le hubiera hablado así a sus padres. Prem vio la cara de horror que había puesto su cuñado.
-Tranquilo Fluke- dijo calmado este- se lo que está pasando por tu cabeza- le dijo - Estas asustado por esos nuevos sentimientos.
-¿Que me está pasando? - pregunto angustiado.
-No te estas volviendo loco, créeme, esto es más que normal. Además es la primera vez que ves a tu Alfa, su conexión es reciente- explico. – Tu instinto de protección broto- se encogió de hombros.
-Pero nunca le había hablado así a mis padres- Exclamo desesperado.
-Lo sé, me consta, y al menos creo que en estos meses te he logrado conocer. –Se acercó a el- Eres una persona de un corazón de oro, bondadoso y comprensivo.
El príncipe solo le dio una mirada furibunda, esas palabras no lo consolaban, se empezaba a impacientar. Agradecía sus palabras, pero, su cuñado no estaba en su situación. Se dirigió a la puerta de sus aposentos.
-Fluke espera- pidió el futuro esposo de su hermano.- Sé que estas bastante confuso, pero por favor permíteme terminar de hablar antes de que hagas o digas algo.- dijo con mirada suplicante.
El pequeño príncipe se quedó quieto en su lugar.
-Tu hermano y yo pasamos por una situación parecida- empezó a decir.
Fluke no pudo evitar reír por lo bajo, ya que nada se podía comparar a lo que estaba sucediendo.
-Está bien- reconoció el pelinegro- no es la misma situación, pero quiero que entiendes lo que te digo.- avanzo unos par de pasos- Cuando tu hermano y yo nos conocimos, aunque no lo creas, no sabíamos mucho de lo que nos pasaría, me refiero a que a mí me habían inculcado muchas cosas falsas, y que tu hermano estaba bastante desinformado. - Sonrió con tristeza.
Fluke volteo a ver a Prem con curiosidad.
-Lo sé, parece que todo fue perfecto- sonrió sin gracia- pero la verdad es que no queríamos saber nada del otro, eso para empezar.- Lo miro intensamente- En mi Aldea, porque yo no soy de sangre azul- le confeso- decían que los Omegas, solo servimos para abrir las piernas y parir a los hijos de los Alfas.
El príncipe lo vio con horror.
-Lo sé, y de repente llegan y me dicen que tenía un Alfa que sería Rey muy ponto. Me quería morir, no quería ser la pareja de alguien con tal poder, así que antes de que el día llegara, hui del lugar. No quería ser un juguete sexual de un niño rico con sueños de grandeza, mientras yo me la pasaba pariendo, y el seguiría su vida como si nada. - Se le llenaron los ojos de lágrimas. -No quiero entra en detalles- dijo al ver el rostro de Fluke- pero quiero que sepas que, aunque parezca las cosas tan mal, el destino no se equivoca.
El pequeño príncipe al escuchar y ver a su cuñado tan afligido, entendió un poco y lo tranquilizo, a pesar de saber que los comienzos de su hermano y Prem no había sido como él lo había creído. No todos los cuentos de hadas empiezan con felicidad. Se consoló Fluke.
-Muchas gracias Prem- le dijo con lágrimas en los ojos.
-No tienes por qué – le contesto poniendo sus manos en los hombros del pequeño- y déjame decirte que tus padres y tu hermano no están molestos ni nada por el estilo contigo – le regreso la sonrisa. – ¿Listo para lo que viene? – le apretó los hombros.
-Pues así que tú digas que listo, no, pero hare mi mayor esfuerzo- dijo este tomando una grande bocanada de aire.
-Te veo abajo, ya no tardan en llamarnos- hizo una reverencia y salió de la recamara del príncipe.
Fluke tomo una ducha rápida, se cambió de ropa, y viéndose directamente al espejo de su habitación, se sonrió confiado.
-Tu puedes Natouch- se dijo en voz alta antes de salir de sus aposentos y toparse cara a cara con su Alfa Ohm Titiwat.

FIRE AND WATER (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora