Bienvenidos a Centralia.

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-En ese pueblo vive el mismo Lucifer, el infierno se ha desatado bajo las tierras de Centralia, nadie puede vivir ahí sin morir víctima del calor abrazador que azota las en las noches o simplemente desaparecen sin dejar rastro.- Dijo el viejo Harper mientras tomaba su linterna para leer el mapa que se encontraba dentro del maletero de su auto-Me niego rotundamente a entrar en ese lugar, me niego incluso en pasar cerca de él, ese lugar está completamente maldito, entrar en el significa la muerte.
-¡Tonterías! - Replique con tono brusco dejando notar mi gesto molesto, no podría creer que fueran tan supersticiosos- No hay ningún demonio en Centralia, mucho menos un infierno, lo que ocurrió en ese lugar fue que una mina de carbón se incendio, simplemente eso, seguro hay una explicación lógica para lo que cuentan los supersticiosos de tu clase.
Era simplemente tonto decir que Lucifer vivía en un pueblo de Pennsylvania, era realmente absurdo, creo que si Lucifer existiera realmente no elegiría a Estados Unidos como su guarida de terror infinito encargándose simplemente de atormentar a los habitantes de un pueblucho ahora deshabitado.

Emprendimos nuestro camino al atardecer, acompañado por mis buenos amigos de la infancia Thom, Chris y Sebas, desde new york se hacían 3 horas en auto así que no tardaríamos mucho en llegar
. Nunca considere el peligro que era estar en un lugar en el que había fuego bajo el suelo, sonaba fantástico ir a un pueblo fantasma, más que fantástico era alucinante, anteriormente era de ese típico pueblo de clase media que se encuentra en estados unidos, uno que podríamos llamar “La capital mundial de la felicidad” o cosas similares a esas, imagino el terror que sintió la gente del lugar.

-Bienvenidos al infierno 666.- Leyó temeroso el señor Harper al ver esa leyenda que se encontraba en el suelo. Por fin habíamos llegado, me pareció eterno el trayecto, nadie hablo en todo el camino, quizás por estarse preguntando si las viejas leyendas sobre Centralia eran reales.
-Bueno colegas, hemos llegado al infierno ¿Dónde están las mujerzuelas y las bebidas?, quiero un buen vodka.- Vacilo como siempre Chris, tomándose la vida como un juego, para el todo era divertido, bueno a fin de cuentas esto sí lo era.
-Muy bien, llego el momento de entrar, cuidado al conducir señor Harper, dice ese cartel que el suelo puede hundirse repentinamente y no queremos morir en el abrazador calor infernal.- Dijo Sebas con tono burlón.

-Calla ¿acaso no ves que lo estas asustando?- Reclamo Thom llevandose la mano a la frente
. Entramos al pueblo sin temor alguno, al menos nosotros tres, pero notaba el temor en el señor Harper y la gran curiosidad de Sebas al igual que sus inmensas ganas de asustar a alguien como comúnmente lo hacía cuando salíamos en algún viaje.
Todo marchaba bien, se veían columnas de humo elevarse desde el suelo y arboles completamente incinerados, pero sentía algo extraño, se respiraba un ambiente raro y no por el hecho de estar en un lugar donde el subterráneo arde, era como si algo nos estuviera esperando, algo dentro de Centralia quería que llegáramos, esperaba nuestra visita.
-¡Cuidado! - Grito Sebas. El auto freno de manera repentina y brusca que hizo que las llantas chillaran, no entendía muy bien porque la cara de sorpresa en todos pero cuando mire por el retrovisor me di cuenta, habíamos arrollado a una persona ¿Qué carajo hacia una persona en medio de la carretera? Y encima de eso ¿Qué carajo hacia una persona en medio de la carretera de un pueblo fantasma?
-Creo que es mejor salir a ver si está bien.

Salí del auto junto con Thom, con el temor de haberla matado, pero no tenia marcas de llantas, al parecer ni siquiera la habíamos golpeado, mucho menos pasado por encima, ahora solo quedaba una interrogante ¿Qué hacia una chica en este lugar?
-Su corazón late, entonces aun vive, ayúdame a levantarla.- Dijo Thom mientras se la cargaba del hombro. Seguramente solo había sido el susto que hizo que se desmayara.
La subimos al coche esperando a que de alguna manera despertara tarde o temprano, era verdaderamente hermosa, no entiendo que hacia una chica así en este lugar, esperamos durante una hora, el sol estaba a punto de caer cuando repentinamente despertó.
-¿Dónde estoy? ¿Quiénes son ustedes? ¿Qué ocurrió? ¿Ya estoy en casa? - La misteriosa chica exploto en un mar de cuestiones sin cesar, pero nosotros teníamos aun más dudas que ella.
-Pues estas en Centralia, ellos son Thomas, Sebas y Chris, oh y él es el señor Harper, mi nombre es Vincent pero puedes llamarme Vini y vinimos de new york a conocer este lugar….creo que te hemos encontrado en la carretera y te desmayaste. - Respondí a todas sus interrogantes para que no hubiera ninguna desconfianza y llegara a pensar que la secuestramos o algo de ese estilo.
-¡El violín! Escucho aun ese fúnebre sonido de violín que anuncia su llegada, tocado por sus propias manos mientras sus súbditos se preparan para llevarte con ellos, súbditos inhumanos, espantoso, todo esto es espantoso, quiero salir de aquí. - Dijo aquella chica de forma rápida como si estuviera recordando momentáneamente algo traumático.
-Primer que nada ¿Cuál es tu nombre? ¿De qué hablas y que haces aquí?
- Mi nombre es Ximena, vine a conocer el lugar para un proyecto de la escuela en el que queríamos demostrar que en Centralia no había demonios, que era solo uno ciudad abandonada, no sé donde están mis amigos, simplemente se esfumaron, poco a poco se fueron yendo con la noche, quiero salir de aquí…
-¿Me estás diciendo que si hay algo dentro de Centralia?

A todos les lleno de asombro esas palabras, si había algo en Centralia y temíamos ahora por nuestras vidas.

Algo sacudió el auto, algo como un sismo, muy fuerte, gire a mi derecha y vi a ese ser tan espeluznante, tenia rostro de humano pero no era un humano, llevaba cuernos y tenía la parte inferior de un toro, con sus ojos color rojo y una sonrisa diabólica abrió una de las puertas del coche llevándose a Thom con un trasfondo de gritos y una gran impotencia, Chris salto sobre el ser con una gran furia pero este le atravesó el torso con uno de sus cuernos, cayó al suelo con sangre brotando de su boca, solté el llanto, todo había sido idea mía, no creí que esto podría llegar a ocurrir, todo era mi culpa, fui tan estúpido en haberlos traído aquí.
El auto encendió, el señor Harper piso el acelerador a fondo, nunca había visto a alguien conducir de manera tan frenética, mis amigos estaban muertos y quizás nosotros pronto lo estaríamos, solamente quedábamos el señor Harper, Ximena, sebas y yo, yo ya había perdido las esperanzas al ver que la noche nos había inundado en su obscuridad con la única iluminación de la luna llena de esa noche y las luces de el coche, luces que se apagaron repentinamente en un estrepitoso ruido de vidrios rompiéndose.
-Es nuestro fin, la noche ha caído, ellos solo pueden salir en la noche, son más fuertes cuando la luna está llena, al menos eso dicen las leyendas. - Dijo Ximena
-¿Son más fuertes quienes? Me aterraba saber a qué se refería con “Son más fuertes” sabía perfectamente de que hablaba, conocía las leyendas y aun así era un escéptico.
Se escucho un grito desgarrador seguido de un sonido como huesos siendo roídos, sentí un liquido cálido en mi frente, como si algo me hubiera salpicado, encendimos una linterna, para mi sorpresa Sebas ya no estaba, en su lugar solamente había una nota que decía “¿Aun piensas que no tengo tiempo para torturar a los habitantes de un pueblucho”, sabía perfectamente de quien provenía eso, de pronto vi una luz que ilumino el rostro del señor Harper quien estaba llorando sangre, esto era una autentica noche de terror, mi última noche de terror quizás, al girar para ver a Ximena me sobresalte, no era más la chica hermosa que había visto hace unos momentos, era un ser con cola de serpiente y unos colmillos demasiado sobresalientes.
-¡Bu! - Exclamo el ser soltando una carcajada, yo gemí, este era mi fin.
Salí del auto y corrí, corrí demasiado, no me detenía ni siquiera a descansar solamente reducía el paso, como si mi temor fuera poco comencé a escuchar un violín con una melodía más que hermosa, era simplemente bella, incomparable, un hombre muy bien parecido apareció frente amí y con una franca sonrisa me ofreció un trato que no podía rechazar.
-13 almas has de entregarme y te dejare vivir eternamente, 13 almas de jóvenes vírgenes, ahora vuelve a la ciudad, vuelve a tu lugar de origen y has lo que te he encargado, para que no olvides este día vivirás marcado por siempre como Caín fue marcado algún día.

Pesadillas y sueños nocturnos. Mini recopilacion de mis escritos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora