Morrigan.

23. Mi hogar está a tu lado.

Lena.

Han sido unos días pesados para Lena, su esposa hace unos días había salido del hospital, pero la recuperación física y mental sería lenta. No ha dormido bien, últimamente su esposa se despierta en medio de la noche gritando. Sin lugar a duda el maldito de Matthews había dejado un trauma en su amada.

Además, tenían el pequeño problema que Kara aun no procesaba que podría comer todo lo que quisiera, el maldito les tenía la comida limitada a la rubia y a los dos niños. Los niños eran igual otro problema. Mildred seguía en el hospital, aun recuperándose de varias operaciones, el pequeño Connor estaba bien, pero con una anemia leve, que trataban de sacar.

El proceso de adopción iba avanzando bien, ya las habían aceptado como tutoras de la pequeña, sólo faltaba firmar los papeles ante el juez. Es algo que ponía feliz a Kara. Con Connor fue menos difícil el proceso, Linda había dejado en su testamento a ambas como tutoras legales del pequeño.

Por ahora, sólo tienen dos niños en casa. Lo bueno que desde que se enteraron de la llegada del pequeño Connor ya habían preparado una habitación para él. Pero ya habían mandado a remodelar otra habitación, que sería de la pequeña Mildred. En la casa de Smallville, Lena la había mandado a tirar, claro guardando primero todas las cosas de Linda en una bodega, ahora construían una casa más grande, estaban planeando quedarse durante el embarazo de Kara ahí.

La pelinegra ha estado trabajando en casa, para poder estar lo suficiente con Kara y el nuevo pequeño. Sólo sale de la casa para ir a dejar a la pequeña Lori en la guardería. Aunque durante el día Kara no presenta ningún problema, en las noches cuando llega a pasarle alguna de sus crisis.

Era fin de semana, Lena estaba haciendo unos wafles para el desayuno, le pareció buena idea tentar a Kara con un poco de la comida que le gustaba, entre ella era los wafles y poco de tocino. La rubia estaba leyendo un artículo sobre medicina, forense, de pronto dejo de leerlo y observo detenidamente a la pelinegra.

-Creó que necesitaré un nuevo perro de servicio- dijo la rubia de pronto. Lena ya tenía previsto esto, le sonrió cariñosamente, puso el tocino sobre la mesa, los niños estaban en la sala viendo la televisión, así que podían hablar libremente.

-El perro de nuestro medico de obstetricia, Jon, fue papá de unos cachorros, por lo que sé el perro es un perro de servicio. ¿Qué te parece que elijas uno para que se lo lleven a entrenar? Los cachorros ya tienen cuatro meses- explicó mientras tomaba las manos de su esposa. Esta sonrió emocionada.

-Me gustaría ir a verlos. Además, que yavolveré a terapia. Y bueno, debemos de ver inscribir a Connor en la guardería,espero pronto volver a empezar a trabajar- comentó contenta, Lena se sentíafeliz, todo se arreglaría pronto.

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El cachorro que había elegido Kara estaba ya entrenamiento para ser un perro de servicio. Así que cuando cumpliera seis meses se lo podrían llevar a casa. La cachorra era hermosa. Cuando su esposa ya casi cumplía los siete meses por fin se pudieron llevar el cachorro a casa.

Kara había entrado en esa etapa del embarazo donde tenía ciertas necesidades especiales, que a Lena no le molestaba cumplirlas, ella también estaba gustosa con cumplirlas. Todas las noches hacían el amor, cuando lograban que los niños se durmieran.

Hoy era un día importante, pues se podrían llevar a Mildred a casa y en cuanto les dieran luz verde se irían pronto a Smallville, Kara había pedido un año sabático, que el gobernador se lo dio con gusto después de todo lo que había pasado.

Kara estaba feliz parada, por fin le habían quitado el yeso, había quedado bien por segunda vez su pierna, que ahora la cuidaba más, no deseaba una tercera quebradura en la misma pierna. El enfermero empujaba la silla de ruedas de la pequeña, que estaba feliz.