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Durante las primeras dos semanas de vacaciones Type estuvo dando pequeños paseos en los alrededores de su nuevo departamento, siendo siempre acompañado por el alfa. Aunque los primeros días regresó a casa sintiendo que su nariz le dolía tanto que podría sangrar, poco a poco se fue acostumbrando a los nuevos aromas, volviéndose más tolerable para él.

Cuando llegó al punto en el que desapareció el impulso de correr con cada olor extraño que percibía, la doctora le recomendó intentar salir solo, aunque no fuera muy lejos o por mucho tiempo era importante para dejar de depender de Tharn.

Al principio esta sugerencia lo puso nervioso pero ese sentimiento fue reemplazado por la emoción de regresar a ser tan libre e independiente como lo era antes de que su cuerpo se revelara.

Ese mismo día notó que faltaban algunas cosas en la despensa, así que pensó que era la oportunidad perfecta, había un pequeño supermercado a un par de cuadras del edificio. Le informó a su compañero que saldría y a pesar de que el alfa parecía no estar de acuerdo, no le dio tiempo de quejarse y se apresuró a salir con una gran sonrisa en el rostro.

Apenas dio un paso afuera del edificio, los nervios lo atacaron, pero los hizo a un lado y siguió su camino, estaba determinado a superar este obstáculo en su vida.

Conforme fue caminando empezó a sentirse más confiado, no era tan aterrador después de todo; incluso se tomó el atrevimiento de inhalar con fuerza sin miedo a lo que pudiera percibir, pero entonces un aroma conocido llegó a sus sentidos.

¿Qué demonios? Le dije que iría solo.

No era necesario voltear a ver para saber que el alfa estaba detrás de él a una distancia considerable. El primer impulso que tuvo fue caminar hacia él y enfrentarlo, pero al final desistió de hacerlo; le ganó la curiosidad por probar sus nuevas habilidades, aún le parecía sorprendente cómo podía saber de la presencia del alfa sin siquiera verlo o escucharlo.

Ignorando por completo al castaño quien parecía no estar dispuesto a dejar de seguirlo, Type llegó a su destino y empezó a hacer sus compras con normalidad.

Poco tiempo después, mientras tenía un debate interno sobre qué botanas debería llevar, notó que un alfa lo estaba viendo fijamente antes de caminar en su dirección.

— Disculpa, tú —escuchó la voz dudosa del extraño— eres un omega, ¿cierto?

El moreno sabía que debía acostumbrarse a escuchar esa pregunta tan incómoda, era molesto, pero al no coincidir su aroma con su apariencia estaba claro que a partir de ahora tendría que responder a eso con frecuencia.

Por un momento la presencia del extraño pasó a segundo plano al sentir un cambio en las feromonas de su acosador, no podía explicar por qué, pero su aroma le indicaba que estaba molesto; aun así, no parecía tener intenciones de intervenir, lo que lo hizo pensar que iba a dejarlo manejar esto por su cuenta.

Regresó su atención a la persona que tenía enfrente y cambió su expresión a una intimidante, respondiendo con su típico tono frío de voz.

— ¿Y? ¿Algún problema?

— Y-yo, no, solo preguntaba.

Aquel alfa prácticamente salió corriendo, alejándose del omega más extraño que había conocido en su vida y dejando a un Type sonriendo, victorioso. Fue la primera vez que admitió en voz alta su género y no se sintió nada mal; tal vez Tharn tenía razón, no había nada de qué avergonzarse, podría ser un omega pero definitivamente no era uno débil.

Terminó con sus compras bajo la mirada curiosa de las personas a su alrededor y regresó a casa donde encontró al castaño sentado en el comedor, fingiendo estar esperándolo.

Mi alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora