¿Cómo te portaste este año?

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Para: Carlos  


De: Ana  


En algún rincón de El Salvador, se encontraba Carlos, un maestro y escritor, él había

terminado de reprobar los exámenes de sus alumnos, y estaba tomándole un tiempo a laescritura, necesitaba avanzar con "Secretos de una mente en blanco" ya que, Christian yAna le habían pedido que debía ACTUALIZAR esa historia que estaba más muerta que lamamá de Bambi. (Ya hasta le voy a poner una ofrenda) ok, ya me calmo.


Él se sentó frente a la computadora prendida esperando a que la inspiración llegara, perono tenía idea de qué podía escribir, y el ruido de las fiestas de los vecinos no estabaayudando en nada.


Carlos fue a la cocina y sirvió una copa de vino, tal vez eso le ayudaría, volvió a suescritorio y trató de escribir, pero tampoco le funcionaba, bebió toda la copa de un solotrago, hasta quedarse dormido.


Despertó en el suelo, tenía dolor de cabeza, seguramente era por el vino, vio su cuerposentado en la silla con la cabeza recargada en el escritorio.


—Hola, cariño —la voz de una mujer lo hizo sobresaltar.La mujer traía un lindo vestido colorido, unas grandes alas y en la mano tenía una varitamágica. ¡Wow! ¿Qué diablos tenía esa botella de vino?


—¿Quién eres y qué estás haciendo aquí? —preguntó arqueando una ceja—. Ya sé, seguroestoy soñando.


—No, no estás soñando. Tranquilízate, solo sígueme y te ayudaré a volver a tu cuerpo.La mujer apareció con su varita mágica lo que parecía ser un espejo, pero Carlos noentraría ahí ni loco, podría ser peligroso. Se negó a entrar ahí.


—Ve por ella, vamos —la mujer apareció un plato de comida china y lo lanzó al espejo.Carlos inmediatamente corrió detrás de ese delicioso platillo y entró al espejo. ¡Rayos,había caído redondito como un perro en la trampa de esa mujer!


—Bien, muchacho, esto es lo que harás, deberás llegar esta noche a la gran fiesta.


—¿De qué hablas? Todos se olvidaron de mí y nadie me invitó a alguna fiesta.


—Eso es lo que tú crees —dijo la mujer cambiando su lindo atuendo por un traje deestrella—. Soy la estrella de Belén, yo te guiare a la fiesta.


hora sí era una estrella guapa, ella agitó su varita mágica y la lanzó contra Carlos, esteahora tenía una corona y una gran vestimenta de rey.


—Lo siento, este no era —se disculpó y agitó su varita de nuevo.


La vestimenta de Carlos cambió, ahora tenía una enorme barba blanca, un cinturón,pantalones y camisa de color rojo.


—Este tampoco era —de nuevo agitó la varita.


Era la vestimenta correcta, una chaqueta negra, con pantalones, lentes oscuros y unpeinado moderno, sin duda, ahora se encontraba listo para que Belén lo guiara a esa fiesta.Para la sorpresa de Carlos, la fiesta estaba bastante lejos y no irían en un auto o en sumotocicleta, sino en un camello.

          


—¡Esto debe ser una broma! —exclamó molesto—. ¡Dios mío! ¿Cuánto bebí? No vuelvo acomprar ese maldito vino.


—Solo es llegar al bar de Jerusalén que se encuentra a unos cuantos kilómetros de aquí.Llevar unos regalos al orfanato, vencer a Satanás, parar a comprar unas alitas y participaren un show.


—¡Ja! ¿Solo eso? —preguntó con sarcasmo—. Yo no iré.


—Entonces jamás regresaras a tu cuerpo.


Puso los ojos en blanco y subió al camello, fuera un sueño o no, quería salir de ese horriblelugar.


Belén era muy castrosa, todo el camino fastidiaba con sus cantos.Belén, campanas de Belén que los angeles tocan, qué nuevas me traesRecogido tu rebaño. ¿A dónde vas partorcillo? Voy a llevar al portal requesón, manteca yvino 🎶🎶🎶


Era una tortura para Carlos, el tener que oír eso durante todo el camino.


Ay Carlos, mira nada más en qué líos te metes.


—¿Yo qué, Ana? Tú me metiste en esto.


Eso te pasa por abandonar tu historia. En fin, continuemos...


Llegaron a un enorme lugar en medio de la nada, al parecer era el orfanato porque muchosniños se acercaron corriendo muy contentos para abrazar a Belén.


—¡Belén! —gritaban todos entusiasmados.


—Hola, niños. Vengo a cantarles y verán que Santa les trajo unos hermosos regalos.


—¿Quién es ese señor amargado? —preguntó una niña pequeña señalando a Carlos.


—¡Ey! Más respeto —exclamó Carlos enojado—. ¿Acaso tu madre no te enseñó a respetara los adultos?


La niña comenzó a llorar.


—Carlos... —reclamó Belén—. Estos niños no tienen padres.


Hubo un silencio incómodo entre los dos, solo podía oír el llanto de la pobre niñita.Treinta minutos después, Belén hizo magia sobre Carlos, esta vez lo vistió de Santa Claus yapareció una gran bolsa con regalos, que ahora Carlos debía repartir a los niños, este díano podía ser peor.


Después de repartir de mala manera cada uno de los regalos, Carlos creyó que lo peorhabía pasado, pero no, justo lo peor estaba por venir.


—Ahora, vamos a sentarnos y disfrutar de los villancicos —anunció Belén—. Carlos,siéntate con los niños y anímate a cantar con ellos.


—Ya me cansé de esto, ni loco voy a cantar tus malditos villancicos.


Amigo secreto de navidad 2021Where stories live. Discover now