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Tras la imprevista reunión con la unidad de bomberos de la ciudad, un almuerzo bastante movido y energías sociales totalmente consumidas, Megumi agradecía completamente estar de vuelta en el caos del hospital. Incluso si eso significaba un día entero de guardia junto a Nobara.

Quien por cierto no dejaba de mandarle miradas insistentes cada que tiene tiempo, abriendo la boca y luego cerrandola como si no supiera como abordar lo que sea que tratara de decirle. Hastiado y con una migraña amenazando su puerta le dió una moribunda mirada y un - Si tienes algo para decir, dilo. - algo demasiado brusco y malhumorado para su propio gusto.

Pero lejos de parecer atacada, Nobara espabila como si solo hubiera esperado una señal para soltar todo el veneno que amenazaba con gotear de su lengua. - ¿Por qué tienes que hacer todo tan difícil?

E incluso si Megumi estaba más que acostumbrado a ataques directos, este en específico lo hizo sentirse fuera de serie ¿De qué diablos hablaba ella? - ¿Perdón?

Ella suspira y se mueve para revisar los signos de un hombre de nos más de treinta años que seguía inconsciente tras una delicada cirugía. - Lo del almuerzo.

- ¿Qué hice en el almuerzo? - No está siendo petulante, de verdad no tiene idea de qué hizo esta vez.

- Asustar al pobre bombero, obviamente. - Ella pone los ojos en blanco con todo el descaro del mundo, y es el turno de Megumi de ofenderse.

- Oh no, te vi susurrando con él. Quién sabe que cosas extrañas le dijiste - Si se podía gritar entre murmullos, Megumi cree que lo está logrando mientras apunta a Nobara con un dedo acusatorio. - Seguro traumatizaste al pobre hombre y ahora tratas de lanzarme la pelota.

- ¡No hice nada está vez! - Relamiendo nerviosamente sus labios y apartando la mirada, ella trata de huir al verse comprometida. Pero Megumi no se lo permite, le cierra el paso con la tableta en sus manos y la juzga con todo el peso de su mirada hasta que ella se cansa y alza las manos en señal de rendición. - Bien, quizás lo presioné un poquito ¡Pero solo un poquito!

- ¡Entonces deja de culparme! - Si Nanami los descubriera discutiendo como niños en la sala de urgencias -otra vez- muy probablemente los castigaría a más horas de guardia, ya que "Parecen muy enérgicos, entonces usen bien esa energía". Sin embargo, Megumi todavía sigue ofendido.

- ¡Está bien! ¡Mi error! - Y ahora es el turno de Nobara de presionarlo a él con esa mirada de cachorro pateado de marca registrada. - Pero si no fueras tan cobarde esto sería más fácil.

- No soy un cobarde. - Por que no lo era. Solo no estaba interesado en los temas románticos o sociales en general.

- Entonces acepta una cita con él. - Y ahí iban de nuevo.

Sin siquiera tratar de evitarlo, los ojos de Megumi se pusieron en blanco y resopló un decidido - No.

- Bien, bien. - Tras un suspiro y siguiendo a Megumi de cerca mientras salen de la habitación, ella suspira lastimeramente. - Solo digo que si le dieras una oportunidad te darías cuenta de que es un muy buen tipo.

Y Megumi no es una persona celosa ni posesiva, menos con sus amistades, pero las palabras de Nobara generan irritación en él por alguna razón. Así que en medio de una risa sarcástica y mal intencionada, le regala otra mirada venenosa a Nobara. - ¿Y desde cuándo se volvieron mejores amigos?

Se supone que ella es su mejor amiga de años no la de un chico random que conoció hace tan solo unos días atrás. Nobara debería de apoyarlo y entenderlo a él, no a un desconocido. Megumi sabe que todo el asunto es infantil y que lo superarán en unas pocas horas, pero si puede hacer un berrinche, lo hará.

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⏰ Última actualización: Jul 27 ⏰

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F i r e  f o r c e  || ItaFushiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora