Theme from New York, New York suena por lo bajo en los altavoces de aquella desordenada oficina. Junto con murmullos, sorbos de café y lápices siendo usados contra el papel. Ideas volando y siendo compartidas. Risas estridentes o prudentes. Suspiros cansados y arrastres de sillas. Había de todo en aquel espacio libre en la empresa, pero era su unidad cotidiana de trabajo y con el paso de los años, había aprendido a apreciarla.
Rachel, con su sonrisa de siempre y su vestido negro holgado, ojos dulces y cálidos como el ámbar; tomaba la mano de April. Compañera fundadora encargada del área de diseño, con trajes y abrigos diferentes cada día. El de hoy era de un tono azul profundo, que oscurecía sus ojos azules y resaltaba su rojo cabello. Ambas en su mundo, sonriéndose mutuamente y moviéndose al son de la canción. Una de las mujeres le da vuelta a la otra, para que cuando regrese, pueda tomar su cintura con la misma delicadeza de antes.
Louis que ha sido espectador desde que comenzaron a bailar -junto con sus demás colegas quiere suponer- pasa su mano por su cabeza, desordenando su cabello y dejando escapar lo que parece ser un resoplido. Sus ojos azules siguiendo los pasos de las chicas frente a él.
Encuentra certeramente tierna la escena. Como, de un momento a otro, April se había levantado de su lugar al reconocer la canción, y tomó la mano de Rachel llevándola al centro de la habitación. Sin importar las miradas, los juicios o las críticas. Bailó porque era su deseo, restándole importancia a lo banal.
Su espacio de trabajo eran tan cómodo y libre que las personas incorporadas a la Editorial podían darse aquellos lujos; bailar una canción en medio de su jornada. Con público y oyentes, aplausos para la pareja al terminar.
A Louis le gustaría tener a alguien con quien bailar. Forma un mohín de inconformidad ante el pensamiento, que pasa desapercibido por los demás. Apoya su barbilla en la palma de su mano derecha, recargándose en la superficie de la -extremadamente larga- mesa de madera. Y suspira, mientras parpadea perezosamente.
La escena protagonizada por sus compañeras de trabajo le trae paz, como si, a pesar de los problemas en el exterior, aún fuese posible encontrar felicidad en lo que muchos seres humanos considerarían común. Le agrada.
Una carcajada estruendosa lo sacó de sus pensamientos. Aburrido, dirigió su vista al lugar de donde había provenido el sonido, sin cambiar su postura ni un poco.
—Oh por todos los cielos.— Más risas. Como si no hubiera tenido suficiente de ellas con su familia.
—Lo juro, lo juro, fue el término de año más extravagante que he tenido. Él sólo se aventó a la alberca después de cantar en el karaoke, con micrófono y todo.— Louis se siente perdido, no entiende de qué hablan. Si fuera un meme, el símbolo de cuando algo está cargando abarcaría el mayor espacio de su frente, con su boca ligeramente entreabierta, tratando de procesarlo. Cree haber visto uno así.
—¿Tu amigo está bien?
—Si, es decir, físicamente tan bien como puede estar. Pero su novio y él pelearon días después, al parecer Edward iba a pedirle matrimonio esa noche y él se puso ebrio y lo arruinó. No fue un buen momento.
Silencio. El castaño no necesitaba un contexto para decir lo que su cerebro exigía expresar. —Mieeerda.— Soltó Louis.
—Lo sé, eso fue jodido.— Contestó el hombre a su lado.
—Al menos le dieron tragos gratis por su espléndida participación en el karaoke.— Opinó animada Rachel, que había llegado en el momento preciso cuando la tragedia fue mencionada. Arrastrando su silla hacia atrás para poder tomar asiento.
Louis la miró incrédulo, con su boca ligeramente abierta. —Podría haber sido la noche de su vida tonta, unos cuantos tragos no lo compensan.
La mujer hizo un ademán con su mano, haciendo sonar las pulseras que traía consigo. Y lo observó con sus grandes ojos mieles, que trataban de transmitirle pensamientos aún más profundos. —Las cosas siempre pasan por algo mi querido Louis, tal vez no era el momento indicado.
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champagne lovers | l.s
FanfictionLouis trabaja en una editorial de libros. Es el Editor en Jefe, ha luchado mucho por obtener aquel puesto. Adora la sensación de estar solo y vive en un prestigioso departamento (aunque él dice que no) junto con su perro Clifford. Louis es reservado...