Capítulo 2

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EMMA

Llevo dos horas metida en esta aburrida reunión con los proveedores, la primera hora pude mantener mi atención en ellos, pero luego fue imposible, lo único que quiero es terminar rápido para ir a buscar a mi mate. 

Ese muchacho de ojos bicolor y aroma cautivador.

Hoy me desperté mas temprano de lo habitual, de por sí soy una persona madrugadora, pero hoy fue aún más ya que Lía no se ha quedado tranquila en toda la mañana diciéndome que vayamos a buscarlo, ya llega a ser incluso un dolor de cabeza.

– No seas así – gruñe – es solo que quiero verlo lo hemos esperado por mucho tiempo.

– Lo sé – respondo – ya estará con nosotras, lo prometo.

– Pero es humano,– murmura con tristeza.– ¿Cómo lograremos que nos quiera y acepte?

– Lo lograremos, lo sé. Buscaremos la manera de tenerlo cerca.

– Esta bien.

Alexander se adelanto – por orden mía – y fue a la facultad para intentar encontrarlo guiándose con las descripciones que le di sobre él, la verdad espero que pueda encontrarlo, así cuando yo llegue sea más fácil todo.

Y no perder tiempo valioso.

Siento que ya no doy mas escuchando a estos viejos sobre ventas, ingresos, precios bla bla bla, masajeo mi cien por agotamiento desviando mi mirada  hacia cualquier parte que no sea su presentación cuando vibra mi celular en la mesa llamando mi atención, lo agarro rápidamente y es un mensaje de Alex.

Alex – 09.15 am. 

Espero que tu día este yendo mejor que el mío, porque con las características que me diste te he encontrado como 20 mates.

Lo que faltaba, no lo ha encontrado, ¿Qué tan difícil puede ser encontrar a alguien de rizos rubios con ojos heterocromáticos? Dudo que hayan muchas personas con ojos de ese tipo.

Emma – 09.17.

¿Haz visto mucha gente con ojos bicolor? Imposible.

Alex – 09.20

Se me había olvidado ese GRAN detalle, bueno la lista entonces se reduce a 5 :)

Ruedo mis ojos dejando el móvil de lado, bueno como dicen, si quieres que algo se haga bien, hazlo tú misma.

– Bueno caballeros, me debo retirar, fue un gusto reunirme con ustedes – informo a los tres hombres sentados frente a mi mirándome con cara de desconcierto – cualquier información extra envíenla a mi secretaría – me levanto caminando a la puerta – Buenas tardes.

Camino por los pasillos sintiendo la mirada de todos, pero volteo a ver a nadie. Me adentro en el ascensor y apretó el botón del estacionamiento. Una vez ahí camino a paso apresurado hacia mi coche, lo coloco en marcha y salgo de mi edificio en camino hacia mi mate.

En menos de 15 minutos me encuentro caminando por la facultad, llame a Alex camino acá para que nos encontráramos y me indico que me esperaría en el casino del lugar, pero joder, este sitio es enorme.

– Jamás encontraremos ese lugar,– habla Lía.

– Claro que sí ¿por qué andas tan pesimista?

– No lo sé, es un día extraño.

– Pidamos indicaciones a algunos de los alumnos.

– Esa es una buena idea,– responde con alegría.

Hijos de la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora