Capítulo 3- Algo de tu propia medicina

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Mientras tanto la rubia llega al bar

-Arizona, acá estamos - se levanta Amelia de su asiento para que Arizona pudiera ubicarlas

Arizona camina hasta la mesa y saluda a April, a Carina y Amelia sus mejores amigas desde la infancia

-Hoy hay muchos bombones por aquí - Mira Arizona a una atractiva chica que estaba en la barra haciéndole ojitos

-Arizona apenas estás llegando - ríe April

-Arizona no es de las que espera - ríe La hermosa Italiana

-Mejor pide algo antes - Amelia llama gentilmente al mesero

-¿En que le puedo servir señorita? - El mesero llega

-Hola, quiero porfavor una soda - sonríe cálidamente

-¿Algo más señorita? - El mesero estaba atento

-No, nada más - sonríe

-Por Dios Arizona, es mi bar, la cuenta va a mi nombre, pide algo más - April la regaña entre risas

-Solo eso, mañana debo madrugar - la rubia se refiere al mesero

El mesero se va y las chicas comienza a charlar sobre algunas de sus experiencias de la primaria, eran amigas desde ahí, y juraron ser amigas siempre, o bueno, Amelia y Carina no eran muy amigas que digamos, eran pareja hace dos años, creo que pronto se asomaría un anillo

Dentro de un rato, el mesero llega con el pedido de Arizona y con una copa de licor con el

-Solo pedí la soda, gracias - Arizona sonríe confundida por el trago servido en la mesa

-La chica de por allá le manda este - Señala a una hermosa pelinegra, tenía ojos intensos una mezcla entre verde y café y un vestido azul que acariciaba su escultural figura

Arizona voltea a mirarla y la chica le guiña el ojo mientras muerde de manera muy sexy sus labios

-Gracias - Arizona sonríe y comienza beber el trago que la chica le mando, guiñándole un ojo en su dirección

-Tan rápido y ya cae alguien - Ríe Carina presenciando esa escena tan caliente

-Amor tú sabes qué Arizona respira y y tiene a miles de mujeres atrás - ríe Amelia dándole un pequeño beso a su novia

-Ojalá me pasará, digo, con hombres - April toma un sorbo de su gaseosa

-Todas sabemos que hetero no eres - Arizona la mira tratando de no reír - Y no es mi culpa, estaba dispuesta a estar platicando toda la noche con ustedes - se hace la víctima, tenía razón Callie, era insolente su vecina

-Wow pobrecita, no la dejen en paz - ríe a carcajadas Carina

-Ve diviértete Arizona, pero no demasiado, mañana es tu primer día - Su amiga Amelia parecía más emocionada que ella, Amelia era psiquiatra así que tendría a su mejor amiga cerca a ella en el hospital

-Esta bien - Esta maldita sonrisa pícara volvía a ser la protagonista de los hermosos labios de Arizona - Las quiero-Arizona se despide de cada una de sus amigas y se dirige hacia la hermosa pelinegra.
Unas horas después, Arizona estaba disfrutando su noche como es debido, claramente no se le escapaba ninguna damisela, bueno, hasta ahora no.

En el apartamento de Callie la mañana siguiente

-Sofía por fin estamos llegando a tiempo - dice Callie con una gran sonrisa

-Es un milagro mamá - sonríe su hija

-¿Tienes todo? - pregunta típica de mamá

-Si mami, no se me queda nada - Sofía parecía estar segura

Al lado de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora