Los Romanov #2: Traición

Capítulo 3

FLASHBACK

- ¿Te encuentras bien? -Susurró Nikki acercándose a mi.

No podía parar de temblar. No podía parar de recordar la escena de Natasha apretándo el botón y mi casa volando en pedazos.

- Hey.. ¿qué te pasa? Maikel, háblame -Susurró Nikki acariciándome la cabeza.

- ¿Podrías irte? por favor.

No podía hablar con nadie ahora. Necesitaba estar absolutamente solo.

- No me voy a ir de aquí.

- Nicole, lárgate -Grité mirándola a los ojos- necesito estar solo.

- Me da igual lo que digas. Sé que no quieres estar solo y aunque quisieras, no te voy a dejar aquí en este estado.

- Estoy perfectamente -Susurré con furia.

- ¿De verdad? ¿por qué será que no te creo?

- Nicole, por favor. 

- A partir de hoy vamos a vivir juntos durante muchísimo tiempo, ¿no será mejor que empecemos a crear lazos desde ya?

- ¿Para qué? ¿no sabes que algun día es posible que tengamos que matarnos? -Reí sin ganas.

- Eso se ha acabado ya. Somos los siete que se han salvado, no tendremos que hacer nada más.

Reí de nuevo.

- ¿Realmente crees eso? eres muy ingenua entonces. Somos unos simples peones, Nicole. Para ellos solo somos soldaditos que cuando no les sean de uso, nos matarán.

- ¿Me vas a contar que te pasa? deja de desviar el tema. Estás mal, puede que no estés llorando pero estás mal.

- Natasha ha matado a toda mi familia, Nicole. ¿Es eso lo que querías escuchar? -Grité- no tienen suficiente con secuestrarme y alejarme de mi puta familia, alejarme de tener una vida normal. No, no es suficiente. Me obligan a matar a gente y además, matan a mi familia. Estoy solo en este jodido mundo, todas las esperanzas que tenía de alguna vez escapar de aquí se han esfumado en un solo momento. Todos mis sueños y mis esperanzas se han esfuamado, no me queda absolutamente nada Nicole. Nada.Solo me queda el peso de la muerte de las personas que he matado y de las que me obligarán a matar. Estoy absolutamente solo.

Me resultaba difícil mantenerle la mirada. Ella estaba ahí, impasible, como si no le hubiese dicho absolutamente nada. Como si todo lo que estaba sintiendo no significase nada para ella. Pero bueno, eso estaba claro. Ella era la más cruel de nosotros, ¿por qué iba a sentir lo que yo sentía? dudaba mucho de que pudiese sentir empatía alguna por mi.

- No estás solo.

Eso si que me sorprendió.

- ¿Qué? ¿no me has oído? te he dicho que mi familia está muerta.

- Y yo te estoy diciendo que no estás solo.

- ¿Ah no? ¿a quién tengo? ¿a Natasha? -Reí- para eso prefiero estar con piedras atadas a mis piernas y estar ahogándome poco a poco.

- No estás solo Maikel, me tienes a mí. Nos tienes a nosotros -Susurró agarrándome la mano- somos los Romanov. Somos una familia.

- Somos asesinos.

- Somos niños con muchas heridas.. somos una familia. Y te juro Maikel, que mientras yo esté viva, tu jamás estarás solo.

FIN DEL FLASHBACK