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Dayana

Por tercera vez en la tarde acomodo mi vestido con el fin de que se vea mejor. Observo mi figura en el espejo de cuerpo completo de mi habitación y suspiro. El vestido color vino que estoy utilizando queda perfecto a mi cuerpo. Incluso el escote de los pechos y la espalda resaltan mis dotes femeninos. Un tanto nerviosa sujeto el collar y los aretes que Dante me regalo y me los coloco notando que resaltan mi belleza.

Al escuchar el pitido del taxi que pedí hace quince minutos salgo de mi apartamento y bajo las escaleras con cuidado de no caer. Doy la dirección del salón donde se realizará la fiesta de Hubberto y observo todo el camino que recorremos.

Al llegar pago el taxi y me dirijo a la entrada. Doy mi nombre al señor del recibidor y espero a que me busque en la lista de invitados. Una vez que me encuentra me adentró al interior encontrando un sin fin de personas que no conozco. Con la mirada busco a Dante ya que desde nuestra última discusión no nos hemos visto y esta es mi única oportunidad que tengo para intentar hablar con él.
- Hey Dayana, al fin llegas. Creí haber dicho que llegaras temprano. - reprocha Hubberto haciendo acto de presencia. - Por cierto, te vez hermosa, tú y Ximena son las mujeres más bellas de la noche. - dice de forma amable.
- Gracias. - me limitó a contestar.

Hubberto busca a mi alrededor y funce su ceño un tanto desconcertado.
- ¿Donde esta Dante- pregunta sin dejar de bucar.

Intententando ocultar mi incomodidad sonrió del ladl y levanto mis hombros con desinterés. - Fue por unas bebidas, seguro no tarda en regresar. - miento ya que supongo que Dante aún no le dice sobre nuestra reciente pelea. Hubberto borra su sonrisa y se cruza de brazos. - ¿Por qué no fuiste con él? No puedes quedarte sola o alguno de mis socios irá tras de ti. - menciona viendo a un extremo, donde Ximena se encuentra platicando con una elegante señora.
- Ya que Ximena se encuentra con mi madre y Dante se esta demorando más de la cuenta te presentaré a unos amigos que conocí en la universidad. - dice de forma amigable.

Con delicadeza me sujeta del brazo y lleva hasta un grupo de hombres que se encuentran platicando y riendo mientras beben alhunos tragos de whisky. De reojo observo a mi alrededor intentando encontrar a Dante, pero entre tanta gente me es difícil saber si se encuentra en el salón o no.




Dante

Sintiendo una amarga sensación veo como Dayana ingresa al lobby y busca entre la gente. Noto cómo Hubberto se da cuenta de su presencia y camina a ella para saludar. Más que molesto desvío la mirada enfocandome en mi bebida, sujeto mi trago de whisky y de un solo sorbo me lo terminó.

Estando con Dayana todo lo que podía ver y sentir era felicidad, incluso por las noches era como si estuviera envuelto por nuves, pero de repente todo se fue a la mierda.

Con un suspiro pido otra trago de whisky, en cuanto me lo dan lo sujeto y terminó de un solo golpe.

No se supone que me involucre con una mujer de forma romántica, no se supone que me obsesione tanto por una mujer ni mucho menos que desarrolle sentimientos por ella. No necesito sufrir por amor. No de nuevo.

De repente Joaquín y Marlin hacen acto de presencia con el fin de pedir alguna bebida.
- Dante que haces aquí cuando Dayana está con Hubberto y un grupo de hombres. ¿No piensas ir por ella antes de que alguien más ponga sus sobre tu amada? - pregunta Merlín dando un pequeño golpe a mi brazo derecho.

Joaquín pide una copa de vino y se pone a mi lado viendo en la misma dirección que Marlin
- No entiendo cómo le haces para conseguir mujeres tan atractivas. - pregunta Joaquín sin quitar su mirada de Dayana.

- Dayana tiene un bonito cuerpo, una agradable personalidad y es una mujer independiente. La chica perfecta para cualquier hombre. - asegura más que embobado por la beyeza de Dayana haciendo que una molesta llama agridulces se inserte en mi interior y un nudo se atore en mi garganta.

Cuatro Estaciones Sin Ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora