9. Una boda sangrienta

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Una semana después...

Noelia

-Ay mija estás muy bonita.

-Mamá jamás pensé verme casada y vestida de blanco. Y mucho menos que el hombre del que me enamoraría fuera de Adolfo.

-Pues si mija. Pero el amor llega de dónde menos te lo esperas. ¿Te cuento algo?

-Si mamá cuéntame.

-Esto nunca se lo he contado a nadie, pero antes de casarme con tu papá ya yo me había enamorado de otra persona.

-¿Y?

-El era un cantante medio famosillo por la zona. Yo trabajaba nada más de mesera de un lugar al que fue y el me dió su número de teléfono. Comenzamos a salir y la verdad nos enamoramos.

-¿Entonces por qué no seguiste con el mamá?

-El murió en un accidente de coche y por eso no seguí con el obviamente.

-Lo siento mucho ma.

-No tranquila mija, el punto de contarte esto es para que veas que el amor no distingue de clases ni nada... Simplemente hay amor y ya.

-Pues si... Cuando nos vinimos acá al campo y vi a Adolfo cada noche estudiando, llendo al hospital y como cuidaba de animales y personas me enamoré aun más de el.

-Y el te ama tanto. Recuerdo que el día que te pidió matrimonio el primero lo consultó conmigo. Estaba tan nervioso y inseguro de sí le ibas a decir que si o no...

-Yo no me lo esperaba pero no lo dude ni un segundo y le dije que si... Y mira, hoy nos estamos casando.

-Mi amor ven, te voy a poner el velo.

Ring Ring

-Hija son los de la recepción del lugar.

-Contesta.

-Llegaron los Sandoval Señora Florencia, usted me pidió que la avisara.

-Si es cierto. Díganle que ya vamos.

-Noelia, ya la ceremonia va a comenzar y además acaban de llegar la familia Sandoval.

-Bueno pues bajemos mamá.

Bajamos hacia la entrada y me encontré una gran sorpresa. Al lado de Altagracia y Regina habían dos personas que jamás pensé volver a ver...

-Mo...¿Mónica? ¿Isabela? Ustedes...

-Si, seguimos vivas. -Dijeron las dos a la misma vez.

-¿Y como?

-Es una historia muy larga. Pero vamos a la boda ya. El novio te debe estar esperando. -Dijo Altagracia.

-Vamos. El seguro se va a sorprender mucho al ver a Mónica y a Isabela.

Ví como Mónica se acercaba a Adolfo para saludarlo.

-Hola Adolfo

-Monica, ¿cómo estás viva?

-En resumidas cuentas tuve que fingir mi muerte. Pero no hablemos de eso. Quería felicitarte por tu boda.

-Bueno, ya me voy a sentar, que comience la boda. Ahí viene la novia.

Sonaba la marcha nupcial mientras caminaba hasta el altar. Veía a Adolfo en el altar mirándome nada más a mi con una ilusión tremenda en su mirada.

Llegué hacia el y le tomé las manos.

-Estamos todos aquí para unir en matrimonio a esta bonita pareja. En este momento pueden dar sus votos matrimoniales. Pueden empezar cuando quieran. -Dijo el Juez

Guerra Y Amor (La doña 3)Where stories live. Discover now