I. Misery

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El viaje en avión lo tenía sumamente cansado, no había podido dormir apropiadamente en esas horas y ahora tenía más de media hora esperando a su estúpido hermano que al parecer no llegaría a recogerlo como lo prometió.

Sumamente frustrado después de la quinta llamada, tomó sus maletas y subió a un taxi. El recorrido se le hizo eterno, pero cuando finalmente llegó a la dirección que el abogado de su familia le había proporcionado, fue consciente que hubiera preferido quedarse en ese taxi que enfrentar al montón de extraños y palabras de consuelo que lo esperaban adentro. Sin embargo simplemente suspiró pesadamente y cargando sus maletas entró a la sala del funeral.

No era apropiado, pero dado que no tenía otra opción dejó sus pertenencias donde no estorbaran. Al entrar lo primero que vio fue a su hermano sollozando y abrazando a un hombre a su lado. Bueno al menos esta aquí, pensó. Se acercó e hizo las respectivas reverencias frente a los ataúdes de sus padres y hermana.

Realmente esperaba poder verlos en vacaciones, al parecer ya no podría verlos nunca más. Y se lamentaba aun más por su hermana, era muy joven y gentil. Jiang Cheng tenía muchos sentimientos encontrados en ese momento, enojo con su padre por mandarlo tantos años a un internado, tristeza por extrañarlos a pesar de todo y miedo por estar completamente solo. Sin embargo contuvo sus emociones y las lágrimas que querían salir, debía encargarse del funeral, los asistentes y todo lo que vendría después.

-Shidi- sollozó Wei Ying cercándose de él y atrayéndolo a un apretado abrazo- Tío Fengmian...Madam Yu y Shijie.

Wei Wuxian siguió abrazándolo y llorando mientras Jiang Cheng palmeaba suavemente su espalda. Cuando su hermano comenzó a ponerse más pesado y reclinar su peso contra él. Un hombre se acercó y lo tomó del brazo.

-A-Ying ven cálmate.- murmuró el hombre de ojos dorados, sosteniendo a un mas calmado Wei Ying.

-Ohh A-Zhan no conoces a mi Shidi. Él es Jiang Cheng, el más pequeño de la familia.- dijo calmando sus sollozos de repente- A-Cheng, él es mi pareja Lan Wangji.

Ambos intercambiaron un ligero apretón de manos, además de unas palabras de consuelo por parte del Lan. Y sin esperar más, Jiang Cheng continúo toda la noche recibiendo a los asistentes y escuchando sus palabras de consuelo sin mostrar su tristeza o cansancio, solo sentándose cuando las personas iban a la sala a ingerir algún aperitivo y escuchando el ruidoso llanto de Wei Wuxian al otro lado de la sala.

Cuando salieron del lugar su cuerpo estaba tan entumido que casi cae al dar un paso, pero el imponente novio de su hermano lo sostuvo del brazo.

-Gracias

-Es tarde A-Cheng- habló Wuxian- Vamos a cenar algo y a dormir.

-Está bien, solo quiero ir a casa y descansar.- respondió recogiendo sus maletas.

-Ohh eso, ¿No te dijo el abogado? Nadie puede acceder a la residencia Jiang hasta que el testamento sea leído.

Jiang Cheng no entendía el por qué de esa decisión, lo único que pudo pensar fue: en donde diablos voy a dormir entonces y al parecer la duda fue tan clara en su rostro que Wei Ying rápidamente lo invitó a dormir en su departamento.

-A-Zhan no te molesta que mi pequeño A-Cheng se quede con nosotros ¿Verdad?

-Mn- musitó negando y ayudando al Jiang a cargar sus maletas.

-Está bien, puedo hacerlo solo- dijo intentando que soltara su maleta, pero Wangji rápidamente la tomó y se encaminó a su coche.

-Déjalo. Wangji es fuerte y quiere conocer a su pequeño cuñado. Espero se lleven bien.-dijo Wei Wuxian sonriendo y llevando a Jiang Cheng al coche.

Intenta lo imposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora