XXXI

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Un par de semanas habían pasado desde que Annie volvió a su casa, y aunque ese había sido su zona de confort durante mucho tiempo esos días que estuvo en la casa de los Jeager la había descolocado bastante siendo que ahora mismo no sabía cuál era el ambiente que prefería, aunque una llamada la saco de sus pensamientos

Annie:
-Diga-
Porco:
-Annie, últimamente ellos han estado haciendo más entregas de lo habitual, y por tu reciente inactividad han pedido que vuelvas para hacer un par de entregas- Annie solo chisto con enfado
Annie:
-¿Cuando y donde?- Porco suspiro, sabía que tenía ir al grano si no quería que Annie se molestara de más
Porco:
-Mañana en la tarde, cerca del parque de la plaza- Annie soltó un suspiro, cosa que Porco no tardó mucho en descifrar -¿Ya no quieres continuar con esto?-
Annie:
-Estare ahí-

Sin mucho más que decir ella colgó, no estaba de humor como para responderle eso a Porco, además que con el lío anterior aún no tenía muy en claro a dónde iba a continuar llevando su vida, y aunque no quisiera inevitablemente una imagen de Eren apareció en su mente

Ella solo sacudió un poco su cabeza e intento sacarse esas ideas de su cabeza, era sábado, y no había visto a Eren desde entonces, así que se le hacía un poco raro no escuchar su voz junto a sus ocasionales burlas, y ahí estaba, de nuevo estaba pensando en Eren, Annie solo lo maldijo y soltó un suspiro pesado

El día siguiente llego, la noche anterior Annie no había podido dormir bien pues su mente le jugó una mala pasada haciendo que en toda la noche Eren llegase a su mente, aunque llego a la conclusión que después de todo con él era el único que había hablado más de lo que con cualquier otro, así que con la mente un poco más despejada pudo dormir solo un par de horas

Annie:
-¿Y bien, dónde está lo que tengo que entregar?- Annie estaba con Porco, ella por un poco de dinero extra había aceptado ser dealer de cigarrillos a menores de edad, aunque no menores de quince
Porco:
-Aquí está- Dándole una caja metálica le dijo -Recuerda ser discreta-

Annie suspiro y sin decir más se puso en camino a su destino, después, de todo había un par de deudas con algunas cosas que había comprado, además le daba una ventaja que fuesen menores pues en ocasiones podía tomar uno o dos cigarrillos de los pedidos

Carla:
¿Annie?, Que coincidencia- Annie al reconocer la voz un poco de nerviosismo le llegó
Annie:
-Señora Carla, ¿Que hace por aquí?- Ella se maldecía por no saber disimular
Carla:
-Estaba comprando algunas medicinas para Eren, ¿Que te trae por aquí?- Con su normal amabilidad le pregunto, aunque en ese momento para Annie es como si supiese que estaba detrás de algo no muy bueno
Annie:
-Bueno, yo estaba, estaba ¿Dando una vuelta por el parque?- Dudando de sus propias palabras le respondió, aunque Carla solo soltó una pequeña risa
Carla:
-Al parecer alguien está en las nubes- Annie no entendió en un inicio, aunque después de unos segundos volvió en sí -Si quieres hablar de algo aquí estoy para escucharte-

Annie solo asintió, y para su suerte la mayor no dijo más, solo se despidió y continuó con su caminata, la rubia de nuevo soltó un suspiro, aunque esta vez uno de alivio e imitando la acción de Carla continuó su camino

Una vez llego a su casa se encontró con su padre que parecía, de nuevo, estar haciendo un montón de llamadas del trabajo prácticamente ignorando su llegada, cosa que poco le importó a Annie, una vez llego a la habitación checo los mensajes que le habían llegado siendo la mayoría de Pieck que parecía querer hablar con ella

La armada había comenzado, Annie recién estaba saliendo de su facultad, parecía bastante tranquila y aunque su semblante frío seguía ahí podría decir que tenía un toque de tranquilidad, raro de ver en ella

Armin:
-¡Annie!- El rubio la llamo interrumpiendo su momento de paz
Annie:
-¿Que?- De mala gana le contesto
Armin:
-Eren, él, quiere hablar contigo- Su voz era algo apurada, aunque un ligero toque de tristeza había en el
Annie:
-Ire más tarde-

Armin asintió y sin más que hacer fue junto a Mikasa, la rubia soltó un suspiro, la charla con Pieck anoche la había tranquilizado un poco pues era la única que sabía que quería salir de su puesto como dealer, y al parecer ella lo estaba consiguiendo

Sin más, llego a su casa, hizo parte de sus deberes y comió lo que había dejado en el refrigerador el día anterior, y sin mucho más que hacer salió rumbo a la casa de los Jeager con un poco de prisa pues el tono que había usado Armin para decirle eso no había sido el mejor cosa que instintivamente le hizo preocuparse un poco por ello

Razón para vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora