Capítulo 98

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—¡____!— Lisa fue quién me recibió, y claro, con un gran abrazo

—Hola, preciosa.— por supuesto, la abracé de vuelta

—Te extrañé.— besó mi mejilla tras separarse

—Nos vinos hace poco.— me reí

—¡Me la paso increíble contigo, perdón por quererte!— reclamó indignada

—Traje algo de tomar.— le entregué el vino

—Oh, perfecto.— se rió —Las chicas están preparando... bueno, haciendo el intento de preparar algo.— comentó

Me reí y entré con ella.

—¡____!— Jennie fue la primera en recibirme después de Lisa

La abracé de vuelta.

—Te traje algo del McDonald's.— comenté, haciéndola reír ya que ella también me trajo algo de esa misma tienda

—Gracias, lo guardaré para mañana.— rió

Me senté junto a Lisa, quién me saludó con esa sonrisa.

—¿Cómo vas con Chaeryeong?— me preguntó

—Pff. Excelente. Chaeryeong es simplemente la mejor chica que pude conseguir. Es preciosa, es amable, es gentil... de verdad, de verdad la amo.— respondí —¡Oh, hace poco le dije que la amo!— comenté realmente feliz

—¿De verdad?, felicidades.— me felicitó

—Espero que en el Chuseok podamos estar juntos en la calle.— dije

—Ouu. Quería invitarte a salir en el Chuseok, ya sabes, los dos somos extranjeros, tal vez podríamos ir al templo juntos, vestirnos también, será divertido.— comentó

—Lo lamento linda, pero decidí pasarlo con ella. Puedes venir si quieres.— le dije

—Hmm. Supongo...— expresó

Me reí ligeramente.

No pasó mucho para que empezara a charlar con las otras tres chicas; Jennie, Rose y Jisoo.

También jugamos un par de juegos de mesa y de consola, o bueno, teléfono. Jisoo me hizo descargarme PUBG, un juego en el cual supuestamente era buena, pero perdimos la mayoría de partidas.

—¡____, los tenías ahí!— reclamó cuando me eliminaron

—Tal vez si no me estuvieras gritando al oído todo el rato los habría matado.— respondí

—Oh, lo siento.— rió

—Ya no importa.— salí del juego y apagué la pantalla de mi teléfono

—Vengan chicos.— nos llamó Rose

Jisoo y yo nos levantamos del sofá donde estábamos sentados juntos y fuimos con ellas, quienes estaban jugando a las cartas, o el UNO.

Yo no sabía jugar ni un poco, así que ellas me enseñaron, y sospechaba que me dejaban ganar.

Hasta que propuse apostar por dinero, ahí finalmente sacaron sus talentos, pero al menos yo tenía el factor suerte y gané un par de partidas. Gané cien mil wones, pero perdí doscientos mil...

Un chico en TWICEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora