Un lugar llamado Anne Sia Town

Anne Sia y Oso Negro

Nunca fui muy bueno en historia en la escuela, me parecía tan aburrida que en más de una oportunidad ligue alguna amonestación por dormirme en clase. Lo peor es cuando hablaban del pueblo y sobre su salvadora Anne Sia, una mujer proveniente de una familia muy adinerada, y que lejos de ser una niña mimada que vivía de lujos, estudió y se unió al ejercito. Nos hablaban todo el tiempo de sus ideales y como lidero la lucha contra una facción de indios renegados, que querían tomar lo que en la actualidad es nuestro pueblo, terminó por caer de su caballo, lo que hizo que empezara a perder la memoria. 

Sin dudas una mujer admirable, pero a mi no me llamaba mucho la atención. Lo que me llamo la atención de su historia era el villano en cuestión, el líder de los indios tenía por nombre "Oso Negro", decían que había podido matar a un oso negro cuando fue echado de su tribu. Fue el enemigo más duro de vencer.

Todo esto se me vino a la cabeza en el momento mas inesperado, cuadraba la sensación imagino. Un monstruo de fuerza sobre humana y algo que salvar, alguien por quien luchar.

Estoy de nuevo debajo de un cadáver en una de las fosas comunes, a penas desapareció nuevamente la puerta se oyó el grito tortuoso de la mantícora. Desde entonces eh pasado casi una eternidad aquí abajo, se que llevo días, pero no se cuantos. El ambiente es más pesado y denso, las 3 veces que logré enfrentar a la criatura perdía inmensurablemente, y estuve cerca de la muerte cada vez. La última vez que nos encontramos logré herirla con un hacha que alcancé a tomar de la habitación de la caldera, pero solo había logrado asestarle un golpe en la espalda, sin dudas la herí pero me golpeó con una cola de escorpión que no había visto hasta ese momento. El golpe fue tan fuerte que me fracturó el brazo izquierdo, y no tuve más opción que huir aguantando el dolor que me desgarraba, aproveché que se distrajo tratando de sacar el hacha de su espalada y logré llegar a la fosa común donde me escondo.

Hay tres fosas comunes en este infierno, una de ellas está casi vaisía, ahí es donde me escondo y básicamente donde vivo. Por mientras me sigo alimentando de los cuerpo que están ahí, es repulsivo y me hace querer llorar, porque se que dentro de todo no saben tan mal como lo parecen. Tampoco sé como es que 101 preparaba esas hamburguesas de esos cadáveres, cuando me imagino lo que tuvo que aguantar hasta que decidiera ver la verdad, hasta que decidiera dejar de ver al costado.

Ya llevo varios meses acá y ya eh vaciado una fosa y media de cadáveres, por alguna razón me siento más fuerte y mis heridas sanan con un par de días de descanso. El laberinto casi me lo sé de memoria tras tanto correr tratando de perder al monstruo, algo me acostumbré a su apariencia pero sigue siendo demasiado aterradora, sus alaridos deformados y sus ojos penetrantes todavía hacen temblar mis rodilla. Con el enfrentamiento de ayer son 6 veces que logré salir vivo, pero se ah vuelto más precavida, lo único que tengo a favor es el hecho de que en el 5 encuentro pude corarle un brazo con una espada.

Mi comida se está agotando, no veo a 101 desde hace como 7 meses, y por más dañada que esté esa criatura lo compensa con precaución. Debo darme prisa antes de que descubra donde me escondo o peor, que decida comerse a 101.