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N/Zayn.

Eras las cinco y treinta de la madrugada, desde las tres no lograba conciliar el sueño, el pensar que Kristtie se iría en punto de las siente de la mañana me hacia sentir una soledad inmensa, mas si era yo mismo quien la dejaba ir a encontrarse con su novio y amigos.

Tenia mucho miedo de que volveria a escapar y por un momento sentí que seguir los pasos de Louis no fue lo correcto, no soportaría sí volviera a escapar, era obvio que volvería a buscarla y cuando la encontrara seria capaz de hacer cosas que ni yo mismo me perdonaría.
En fin, solo me quedaba esperar a ver como resultaba esto. Nunca imagine que estaría consintiendo esto de la chica que habia llegado aquí solo para seguir mis órdenes. Se suponía que no debía de pedir perdón, que me tenia que tener sin cuidado lo que pensará de mí, pero algo me decía que tenia que obtener su perdón a toda costa o la perdería.
Pero es más que lógico que no se pierde lo que nunca fue tuyo. Ella no me quiere, pero sin embargo sabia que me deseaba aunque fuera poquito, ese beso en su habitación me lo confirmo y realmente estaba esperando ese momento, el día en que por fin tuviera la dicha de besar a Anderson y que me correspondiera, a mi parecer fue fantástico.

Ahora no se que haría sin esa mujer en mi casa, se habia vuelto vital en mí. Nunca creí que llegara a provocar algo así, esto no sucedió ni siquiera con mi ex novia, Emily. En fin no quería que siguiera amaneciendo para tener que despedirme de Kristtie.

-Buenos días, Zayn.-una voz femenina irrumpió en mi habitación tratándose de nada más y nada menos que Ari.

-Hola, Ari. ¿Que haces tan temprano despierta?-pregunté permitiendo su entrada y ella se sentó en la cama.
-Sé que hoy se va Kristt. Quiero que me dejes entrar en su habitación para ayudarla con sus cosas.-pidió levantando un lado de su boca.

-De acuerdo, vamos. Aunque no tiene muchas cosas-accedí no por otra cosa que no fuera que yo también quería ver a Kristtie y estar con ella las ultimas horas que quedaban.

Me levante de la cama y busque una camisa rápido ya que suelo dormir sin camisa y con mi pantalón de pijama. Cuando encontré una y me la puse, salí con Ari de mi habitación y nos dirigimos a la de Anderson, así mismo saque la llave y abrí.
Nos encontramos con Kristtie dormida pero al parecer sus pocas cosas que le compre ya las tenia en una maleta.

Sin esperar abrió los ojos y una sonrisa se dibujo en su rostro, no podía ocultar la felicidad que le daba al saber que la hora de irse se aproximaba.

-Pensé que podía ayudarte con tus cosas pero ya las guardaste.-inquirió Ari sentandose a su costado y corriendo.

-No te preocupes, gracias de igual forma, Ari.-respondió mi pelinegra sentandose en su cama para después mirarme.

-Bueno. Entonces vendre a la hora que te vayas, los dejo solos.-Ari se levanto y paso junto a mi dandome una palmadita en el hombro para después salir de la habitación y cerrando la puerta dejandome aquí solo con Anderson.

-Buenos días.-no se me ocurrió otra cosa más que saludar.

-Buenos días, hoy es domingo, no trabajas. ¿Por qué estas despierto a esta hora?-preguntó viendo su reloj de mano el cual tal ves marcaba las cinco y treinta.

-Queria venir a verte antes de que te fueras.-expliqué ahora yo sentandome a un lado suyo.
Que mas daba si la entornaba despierta o dormida, me gustaba verla, me gustaba ella.

-De acuerdo. Mañana me tendrás de vuelta a las siente en punto.-dijo ella robandome una sonrisa, era bastante patética.

-Más te vale, Kristt.-le dije su sobrenombre a propósito, sí algo me gustaba de ella, era que me corrigiera, al principió era molesto pero después me fui acostumbrando, es divertido.

Stockholm Syndrome |Zayn Malik|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora