Flores para Daniel (LawRusso) [Adaptación]

Chapter 1

Advertencia: Esta historia contiene incesto, si continuas leyendo es bajo tu responsabilidad. Se menciona Silverusso. 

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Daniel se había ido, Daniel finalmente lo había dejado.

Johnny estaba asomado en la ventana de la habitación que, hasta ese día, había pertenecido a su hermano menor. Se fumaba el quinto cigarrillo de la noche mientras miraba al cielo y pensaba en todos los errores que había cometido, en todas las heridas que los habían llevado a este punto, a una verdadera ruptura.

Un suspiro, otra calada.

Con una mano sostenía el cigarro y con la otra apretaba sus ojos, frotándolos con sus dedos, sintiéndolos calientes y secos luego de tanto llorar en silencio; su Daniel ya no era suyo, y lo atormentaba saber que él mismo se había encargado de perderlo.

Se había ido, finalmente lo había dejado.

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Cuando Johnny por fin salió de secundaria fue el momento en que ambos se dieron cuenta que, en sus vidas, ésa era la primera vez que estarían separados uno del otro por tanto tiempo. Ese verano lo pasaron en familia, como habitualmente lo hacían, alternando sus conversaciones entre todo lo que Johnny iba a hacer en la universidad, en que Daniel lo visitaría cada dos semanas, y luego fingiendo demencia sobre el hecho de que no estarían juntos en casi todo el año.

—Si te consigues a alguien más te juro que voy hasta allá y te corto las bolas, Johnny —le dijo Daniel muy serio, mirándolo a los ojos mientras se acurrucaba más a su costado en la litera de arriba.

—¡No voy a conseguirme a nadie, Daniel! —exclamó Johnny riéndose— No me interesa conseguir a nadie —murmuró, obligando a Daniel a acostarse de espalda en la cama, abriéndole espacio a Johnny para colocarse sobre él—. A mí nada más me interesas tú, y lo sabes —dijo, repartiendo besos por todo su cuello mientras Daniel cerraba sus ojos y sentía erizar los vellos en su nuca—; espero tú tampoco tengas planes de dejarme por alguien más.

Y, aun así, Johnny seguía con Shannon.

Daniel en realidad no tenía nada contra Shannon como persona; era dulce, tan dulce que llegaba al punto de preguntarse si una persona así, sin atisbo de hipocresía, realmente podía existir, pero al verla a los ojos Daniel sabía que no había malicia en ella, y eso hacía que la detestara en lo más profundo de su ser; ella era todo lo que Daniel no podía ser, y dentro de él se preguntaba si era eso precisamente lo que Johnny buscaba en ella.

*

La noche antes de que Johnny se fuera a la universidad hicieron el amor una vez más. Johnny se tomó su tiempo, intentando retener en su memoria tantos detalles vívidos como le fuese posible. Sabía que no era una despedida definitiva, sabía que en dos semanas tendría a Daniel a su lado de nuevo, pero también sabía que los días se le iban a hacer largos mientras estuviesen lejos.

Lo adoró. Cada centímetro de piel fue recorrida por sus labios, repartiendo besos por todas partes, recibiendo en su boca cada gemido de Daniel al hundirse una y otra vez dentro de él.

—Te amo tanto —le dijo, buscando la manera de que no quedaran dudas en la cabeza terca de su hermano, esperando que nunca dudara de su amor.

Johnny quería demostrarle que sólo lo amaba a él, que nada más podía amarlo a él, necesitaba que Daniel no dudara de su amor, que no se sintiera inseguro, que no se sintiera intimidado; nadie nunca podría tomar el lugar de Daniel en su corazón, como esperaba Johnny que nadie lo reemplazara en el corazón de Daniel.