Capítulo 3: Chantaje

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Los días como estos eran los favoritos tanto de Shen Qingqiu como de Luo Binghe. La pacífica vista de una gran arboleda y el sendero que la cortaba en el medio. La base naval en donde se ubicaba la escuela era del tamaño de una mini ciudad, el gobierno chino no había escatimado en gastos a la hora de construir el edificio y los alrededores que albergarían a los futuros defensores del mar chino. La vista era hermosa, el inmenso campo se abría paso delante de las instalaciones donde se hospedaban los maestros, siendo también el lugar donde los soldados solían correr desde muy temprano.

-Binghe, ven, veo que ya terminaste con tus deberes- Shen Qingqiu ni siquiera tuvo que darse vuelta para saber que quien había abierto la puerta de su casa era su discípulo, este era al único al que le permitía ir y venir por su pequeña casa –Podemos recorrer la arboleda- ofreció Shen Qingqiu.

-Sí, Shizun, este estaría encantado- Sonrió Binghe desde el marco de la puerta.

Tres años habrían pasado desde que Binghe y Shen se encontraron en aquella esquina y el último decidió llevar al pequeño niño maltratado y convertirlo en su alumno. El joven de 17 años dentro de poco tiempo no solo cumpliría sus 18 años, sino que obtendría su título. Ya había crecido, demasiado para el gusto de su maestro, ahora ambos tenían la misma altura y Shen se atrevería a admitir (jamás en voz alta) que Binghe se habría desarrollado muy bien, hombros anchos, espalda y brazos fuertes. Toda una belleza que conquistaría corazones de jovencitas. El paseo era pacífico, solo con el más joven interrumpiendo cada tanto el silencio para preguntar por la salud de su Shizun, puesto que la frágil salud del suboficial era conocida dentro de la escuela. Shen, por su parte, lo tranquilizaba y no podía reprimir la sonrisa que salía por sí sola en momentos como estos. Habiendo caminado ya un buen tramo, ambos se detuvieron en un pequeño claro.

-A Binghe de verdad le sienta bien el uniforme- señaló Shen con ánimo de molestar al más joven, algo que en secreto disfrutaba –Este maestro ni siquiera a tu edad logró verse bien con ese tipo de uniformes-

Shen Qingqiu se vio obligado a usar el uniforme verde cuando apenas empezaba en el mundo militar, y de verdad lo odiaba, era estéticamente horrible y tenía demasiados bolsillos para su gusto, además esas mochilas pesadas rompían su espalda. Todavía vestía este tipo de uniforme cuando se conocieron hace años Liu Qingge y él, ahora a ambos les habían entregado el uniforme de blanco inmaculado que era la imagen de la elegancia y el buen gusto. A Shen Qingqiu personalmente le encantaba, lo planchaba cada vez que podía, lustraba sus zapatos con frecuencia. Cada vez que pensaba en estos detalles, en el transcurso cruel del tiempo y la sucesión de eventos que lo llevaron a donde está, no puede evitar preguntarse cómo le quedaría hoy este uniforme a su hermano Jiu-ge.

Shen Jiu era mucho más refinado que él, si bien ambos eran cuidadosos con su imagen, su hermano mayor la guardaba mucho más, obteniendo a pesar de su joven edad la imagen de un inmortal inalcanzable. Solo llego a vestir el uniforme verde, la gorra y las botas antes de que todo ocurriera y Dios, si es que hay uno en algún lado, le privó de volver a ver o si quiera saber algo de su hermano. Llegó a la conclusión de que este estilo le quedaría perfecto a su hermano.

-¿Shizun?- Binghe movió la mano delante de su maestro, que se había quedado por más tiempo del normal ensimismado en sus pensamientos.

-Binghe, perdona a este maestro, sólo pensaba en cosas sin importancia-

-Shizun puede decirme lo que le inquieta, a este discípulo le gustaría ser útil y ayudar a resolver el problema de Shizun-

-No es necesario, Binghe, solo dime, cómo estas yendo con tus estudios- Desvió el tema Shen Qingqiu, a pesar de saber que las notas de Binghe eran las mejores de su batallón y quien sabe sino de toda la escuela.

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