Deseo Perverso [✔ Completa, Pronto a Corrección]

capítulo 1

Tengo dos semanas trabajando sin complicaciones por dicha, me siento alegre y feliz en dos semanas eh aprendido mucho me especializo en marketing y mercadeo y la verdad jamás pensé tener mi propio espacio, una oficina, tocan la puerta y le doy permiso que entren. 

—Amiguita de mi corazón— sonrió al escuchar a mi mejor amiga Maggie, quien también aplico a esta empresa  nada más que ella esta en análisis financiero y también tiene su propia oficina  — adivina tenemos una junta extraordinaria, es nuestra primera reunión con todos los socios y además el dueño de la empresa. 

—¿El dueño? — me sorprendo escuchar eso ya que nadie sabe quien va a ser el dueño ya que el antiguo le entrega la empresa a su hijo, es lo que eh escuchado. 

—A como escuchas amiga, el hijo del jefe viene a presentarse ante todos y déjame decirte que es un bomboncito andante. — sonrío   por su comentario 

—¿A que hora es? — pregunto mientras reviso unas compras que acaban de ingresar en mi sistema 

—A las 3:00 — observa el reloj que tiene en su mano izquierda, eleva las cejas y me observa seria — osea dentro de media hora. 

—Vale entonces nos vemos en la sala de juntas — se retira con una sonrisa. 

Maggie Santorini, una Morena alta de ojos verdes, cabello rizado, es mi mejor amiga, nos conocemos desde 3er grado de primaria, es mi confidente y cuando se enteró de lo que me hizo Carlos se molestó demasiado, quería darle una patada en las joyas, sonrío de solo recordarlo, observo la hora y abro los ojos al ver que solo faltan 5 minutos para empezar la reunión.  
Me levanto apresurada y busco el ascensor, y observo que no hay nadie, me muerdo el labio nerviosa ¡Diablos soy la última!,  se abren las puertas del ascensor y al hacerlo me paralizó al ver a un joven alto, de ojos café, cejas pobladas una barba moderada que por cierto le queda sexy, un cuerpo escultural, se encuentra recostado en una esquina del ascensor es demasiado alto, su rostro parece ser tallado por los mismos ángeles, pero hay algo en el que atrae y es su aura oscura que lo rodea, esa malicia y lujuria que reflejan su iris me hacen estremecer, mis piernas tiemblan al sentir el peso de su mirada. 

—¿Se te perdió algo? — j-o-d-e-r, su voz es gruesa, que le agrega más sensualidad, sin contar el acento italiano. 

—¡Eh!... yo… eh yo v-voy a….. —¡Dios, ayúdame!,  respiro profundo y sigo tartamudeando como una estúpida retrasada — voy a una junta, si….— espabilo cuando vuelve a carraspear y él se remueve incómodo, parpadeo y entro al ascensor, cuando me adentro intentando presionar el botón que dirige al último piso pero al hacerlo su enorme y tibia mano choca con la mía haciéndome estremecer como nunca antes había sentido.  

“《Dios este hombre si que hace pecar.》 

Con las mejillas sonrosadas bajo mi mano al ver que el marca el mismo piso, de un momento a otro el ambiente se convierte pesado, me remuevo incomoda al sentir el peso de su mirada, cuando llegamos a nuestro destino salgo rápidamente y me dirijo a la sala de juntas sin mirar atrás. Entro y me encuentro con una algarabía de personas hablando entusiasmados, estoy demasiada aturdida para prestar atención  de lo que hablan así que automáticamente busco a mi amiga y al encontrarla por inercia camino a donde ella se encuentra. 

—¿Dónde carajos estabas? — me pregunta mi amiga, aún nerviosa encuentro mi voz. 

—Yo estaba …. Realizando el trabajo se me paso el tiempo pero ya estoy aquí — digo rápidamente. 

—¿Estas bien? — ella pregunta no muy convencida y asiento con la cabeza rápido ya que la sub gerente entra a la estancia portando una pila de documentos.