Los días pasaron y T/n con Aidan se estaban conociendo, no tan rápido como Peyton y Shiro, pero hacían el esfuerzo. Los recreos los pasaban juntos, hablaban, reían, se molestaban. En el curso estaba empezando a correr el rumor de que estaban saliendo y por mucho que le doliera a Aidan decir que no era así, él quería que si fuese así.
Debía acelerar las cosas, aunque fuese muy egocéntrico de su parte quería estar seguro de si tenía o no una oportunidad con ella.
El escenario se presentó cuando ella tenía fiebre en la escuela, pidió permiso a un profesor para poder llevarla a la escuela ya que la madre de T/n, Sofia, no se encontraba ese momento en su casa.
Desgraciadamente le dijo que no, pero si lo dejo que la acompañara en la enfermería. Así lo hizo, se quedó con ella esperando a que la fiebre bajase mientras le podía paños tibios en la frente, cuando se quedó mirando los labios de ella.
Parecería un aprovechado si alguien entraba en ese momento a la enfermería, se acercó a T/n dejando sus caras a tan pocos centímetros de distancia que podía sentir la respiración de la menor cerca de la de él.
Sin ninguna pisca de vergüenza se acercó a los labios de T/n, el beso de forma lenta y suave para que no despertase. Se separó cuando la sintió moverse y se sentó en la orilla de la cama.
- ¿Dónde estoy?
- En la enfermería – Respondió lo más tranquilo posible. –
- ¿Qué paso?
- Tenías fiebre, quería llevarte a casa para que pudieras descansar mejor pero no me dejaron.
- Está bien, gracias.
- Bien – La quedo mirando – ¿Crees poder levantarte o quieres quedarte otro rato aquí?
- Quiero estar cinco minutos más aquí.
- Bien.
Él se quedó a su lado sin decir nada, en la habitación solamente se puede escuchar el sonido del reloj y a veces de las respiraciones fuertes que daban ellos. Después de esperar, salen de la enfermería en dirección a la clase, pero en eso el timbre suena.
Todos los alumnos salen de sus clases llenando el pasillo. T/n y Aidan van al patio y se quedan sin hacer nada.
- ¿Te sientes mejor?
- Estoy mareada.
- ¿Vamos a pedir que llamen a tu madre?
- No, no, estaré bien. Solo debo esperar a que terminen las clases e ir a dejarte a tu casa.
- ¿A mi casa?
- Sí, yo debo protegerte.
- Pero estas enfermas, no te preocupes, puedes ir a tu casa a descansar.
- Prefiero ir a dejarte.
Y así fue, cuando T/n dejo a Aidan en su casa, fue a la suya. Con la esperanza de que estuviera su mama y que le hiciera una sopa tibia para poder ir a dormir después de eso y soñar con cualquier cosa.
Llego a su casa, por suerte estaba su madre que le hizo sopa de pollo para cenar y luego mandarla a dormir. En su sueño todo era perfecto, estaba despierta y estaba acostada, como si se estuviera preparando para ir a dormir, pero había algo raro, Aidan estaba con ella.
Él estaba acercando su cara tanto a la de la menor que un centímetro mas y acortaba la distancia entre sus labios, ella no estaba haciendo nada para impedirlo y eso era lo más raro, la distancia se acorto y acabo en un beso.
Rápidamente se despertó, con el corazón agitado y su cara un tanto roja. Prendió la luz y se apoyó en el cabezal de la cama, ¿Por qué había soñado eso?
Tantas preguntas venían a su cabeza que era imposible con todas ellas, pero esas preguntas según ella solo tenían una solución. Le había empezado a gustar Aidan, el príncipe que debía proteger. Era el peor panorama de todos.
Pero no podía quedarse simplemente con eso, debía buscar ayuda, alguien que supiese que era sentir más que una amistad por una persona.
Peyton.
Su respuesta era clara, pero ahora no podía hablarle, probablemente este durmiendo y ella debía hacer lo mismo. Apago la luz y rezo por no volver a soñar con el príncipe, por suerte así fue, durmió toda la noche en paz esperando a el siguiente día.
Estar con el chico con el que había soñado no era lo mejor, se sentía incomoda. Aparto a Peyton solo un poco de su hermano y le hablo al oído.
- Necesito que hablemos.
- ¿Sobre qué?
- Es que en la noche... - Pensó mejor la situación en la que estaba, Aidan podría escuchar – Necesito que estemos solas.
- Bien, ¿En el recreo?
- Si.
Después de hablar, siguieron con su camino. T/n evitando las miradas de Aidan y Peyton intentando averiguar qué era eso que su amiga le quería decir. Tenía muchas razones para estar molesta con ella.
Y como si fueran las primeras clases, T/n estaba sintiendo la mirada de Aidan sobre su espalda. Era incomodo, pero debía aguantar, eso fue Hasta el receso, en el que salió disparada contra la puerta para ir a hablar con Peyton.
- Muy bien, ¿De que quieres hablar? – Le preguntó Peyton, esperando que no estuviera enojada con ella. –
- A noche... - Intento recordar su sueño, el cual era imposible de olvidar – A noche soñé algo muy raro... - Dijo casi como un susurro. –
- ¿Qué cosa? – En el fondo sentía un alivio gigante por que el problema no fuese con ella. –
- Soñé que alguien me besaba.
- ¿Quien? – Esa pregunta fue suficiente para que le subiera la sangre en las mejillas. –
- Tu... Tu hermano...
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🌊Aquí les traigo el capítulo del día de hoy, espero les guste mucho el capítulo y le den mucho apoyo, disculpen si hay alguna falta de ortografía, comenten mucho por favor me encanta leer cada uno de sus comentarios, también quería decirles que el día de ayer publique una nueva historia por si quieren pasarse a leerla y darles mucho apoyo, y nada cuídense mucho y sin más hasta el próximo capitulo🌊
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𝑆𝑖𝑟𝑒𝑛𝑎𝑠 - 𝐴.𝐺. {𝑨𝒅𝒂𝒑𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏}
FanfictionT/n una chica sirena que fue criada desde pequeña por su madre adoptiva, había crecido tranquilamente ocultando su secreto de otras personas, pero todo cambia cuando un día llega a su salón un nuevo compañero. Aidan, era el príncipe heredero al Rein...