Poder.
Arma de doble filo.
Arma que todo aquel ser desea poseer.
Y aunque no te guste admitirlo, sé que tú también lo anhelas, que lo deseas con todas tus fuerzas y harías lo imposible por conseguirlo. No te sientas mal, a mi también me cuesta traba...
El poder puede brindarte muchas cosas, las cuales te harían sentir eufórico, impaciente de lograr cualquier cosa, las ganas de ser el Dios terrenal. Seguro que te lo estás pensando, miles de escenas recreadas pasan por tu mente imaginando cómo serías siendo un aclamado ser poderoso, sentir esa adrenalina corriendo por tus venas al saber que con tu simple dedo puedes mover el mundo entero.
El poder puede brindarte muchas cosas, sí, de eso estoy segura.
Pero también puede arrebatarte más cosas de las que te da.
Si tanto anhelas poder, búscalo, encuéntralo y manténlo contigo.
Sólo ten cuidado, porque perderás personas, cosas, momentos y recuerdos que solo una persona mortal podría tener.
Pero por nada, absolutamente nada de la existencia universal, lo entregues a él.
JAMÁS.
JAMÁS.
JAMÁS.
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