💢NARUTO ONE SHOTS💢

🌸SAKURA & SASUKE🌘

Nunca me creí estar en una situación así, rodeada por hombres desconocidos. Me encontraba sentada en las piernas de uno de los criminales más famosos de Konoha, "El rompe-huesos" era su apodo, ya que el castigo que le aplicaba a sus súbditos rebeldes era bueno, eso.
Cuando Lady Tsunade me asignó a esta misión tuve miedo ya que este hombre era buscado por todas las naciones, era el principal distribuidor de drogas de la Tierra del Fuego, y muy peligroso.
Lo que me calmaba era que la misión solo era para recaudar información, eso sí, tal vez tenga que perder mi virginidad por esta misión lo cual me pone bastante incómoda, pero la Hokage me dijo que es la única manera de que no solo confíe en mí sino que me cuente un poco de su próximo golpe.

Y aquí me hallaba, sentada en sus piernas, un poco tonta por los sorbos que tomaba de sake, y nerviosa ya que está noche sería la última que pase aquí .

-Oye, muñeca, que te parece si luego de mi reunión nos divertimos en el cuarto?- su voz ronca en mi oido interrumpió mis pensamientos.

-Si, señor, estoy aquí para complacerlo...- dije mientras susurraba en su oído.
-Dios...eres tan sexy, me encanta este lugar!- grito el mientras tiraba un vaso de sake al piso.
Todos los que iban amaban ese lugar, y que hombre no lo haría? Me encontraba infiltrada en una mansión de señoritas de compañía, o mejor dicho un burdel.

Todas debíamos usar un uniforme de mucama (el de Sakura es el de la foto) y siempre debíamos estar dispuestas a todo por los clientes, ya que la mayoría eran de alto nivel. Doctores, abogados, políticos,criminales de rango S, shinobis buscados por todos los países...era un lugar intenso.

Luego de romper el vaso, me paro suavemente y acercó nuestros rostros.

-Muñeca, no te vayas muy lejos, no me tardaré.- dijo mientras acariciaba mi mejilla.

-Claro, señor.- y con esa respuesta se fue a la sección de reuniones. Ahí no se nos permitía el acceso, y como no quería llamar la atención decidí esperar a que salga y sacarle lo que necesitaba cuando nos encontramos solos.

Comencé a limpiar la mesa en la que estuvimos, levantando vasos y botellas, vaciando ceniceros, ya me había acostumbrado bastante a la vida aquí, después de haberlo esperado por semanas y con la gran suerte de que todavía era virgen lo cual era una cualidad bastante cara al parecer.
Gracias a la inexistencia de mi vida sexual, me dieron una pulsera rosa la cual cambiarían por una roja al momento de que tenga mi 1er encuentro sexual.
Y creo que eso sería esta noche.
Comencé a ponerme nerviosa asique decidí atender las mesas hasta que el rompe-huesos terminará su reunión.

-Oye, no me llames tonta, tonto!!!- escuché unos gritos que venían de la puerta. Al girar mi cabeza mi mirada se centro en un grupo de 4 personas y a la primera que fue a una peliroja, pobre, no sabia que la iban a sacar.

Mierda.

-Oye, Aimi-chan!!!- una voz llamandome por mi nombre falso me distrajo.

-Hai!- dije mientras me paraba derecha dandole la espalda a la puerta.