Liberación de dos serpientes||DRACO MALFOY & _____(En Proceso)

Capítulo 57

—Pense que tardarias mas— Draco se levantó de su silla y permitió que me colocará en la que estaba a su lado.
Sus ojos me escanearon de pies a cabeza, buscando algo fuera de lo normal, y cuando aterrizaron en la canasta, su frente hizo una leve arruga que pasó desapercibida para el resto pero no para mí.

Sin duda Draco sospechaba algo.

Baje el gorro de mi túnica y coloque los obsequios de Krafty en la mesa fingiendo que no note algún gesto de mi novio.

—Dumbledore no me atendio— dije sin ánimo para complementar mi mentira.

—¿De dónde sacas tantas golosinas?— Blaise siempre era el primero en pedirme dulces o bocadillos. Al parecer no solo yo amaba el sazón de Krafty.

—Cuando venía para acá, Rayo llegó con esto. No quise regresar, así que lo traje conmigo—

—¿Y el libro?— Draco saco de la canasta, el libro que me había traído Ascian. Sus ojos se posaron en la portada y con sus perfiladas manos comenzó a hojearlo. Su mirada era penetrante y sería. Quería descifrar todo el contenido con una leída rápida.

—Lo compré. Me pareció interesante. ¿Han comprado la botella?— comencé a cambiar el tema de conversación, y en el proceso aparte el libro del alcance visual de mi novio.
Alzo sus cejas un momento por mi acción, pero luego regresó su expresión a la normalidad.

—Si— dijo con alegría, dando pequeños aplausos Asto —El señor de la tienda conocía tan bien a Draco, que nos ofreció las mejores botellas—

—¿Gastaste todo tu dinero en alcohol?— mire con sorpresa a Draco. En estos momentos, cualquier tema de conversación me ayudaba a distraer a mí novio

—Cariño, ¿Crees que gastaría mi herencia en alcohol?— respondió con un tono burlón. Era como si se hubiera olvidado por completo del libro y los regalos —Cada uno compro la botella de su preferencia— termino de aclarar—

—Vaya, soy la única que no tiene una propia— dije con tristeza real. Eran esos momentos con ellos, tan insignificantes como elegir una botella, que extrañaba. El asunto de mi linaje acaparaba todo mi tiempo y esfuerzo. Cuando no lidiaba con los asuntos relacionados con mi apellido, tenía que evitar que descubrieran la verdad.

Tras escuchar mis palabras, Draco saco de una bolsa de papel una botella de cristal transparente. La tapa parecía un diamante y en el centro tenía un especie de rubí cortado

—No te dejaría sin la tuya— centro la botella con el resto y siguió —hoy por la noche decidiremos cuál será la primera en abrirse—

El resto de la tarde fue muy alegre y divertida. Extrañaba pasar tiempo de calidad con los chicos.
Extrañaba las pláticas con Theo, los chismes de Blaise y Asto, las historias de Daph a lado de George y cómo estás le molestaban a Draco.

Cuando regresamos a la sala común, acordamos que la botella se bebería en el cuarto del respectivo dueño. Así que esa noche la pasamos en el cuarto de Blaise, bebiendo ron.

El tiempo fluyó como si fuera  agua en río. Nos dimos cuenta de lo tarde que era, cuando Asto y Daph estaban completamente perdidas, en la cama de Zabini.
Theo y Blaise se peleaban por una de las últimas almohadas disponibles.

—Ya es hora de dormir Blake— con un simple movimiento de varita, Draco levanto las cobijas de su cama.
Dejé mis zapatos a un lado de su baúl, solté mi cabello y me adentre en ella.

¿Cómo era posible que sus sábanas fueran mucho más suaves que las mías?

—¿Porque nosotros debemos dormir en el suelo?— Blaise se quejo, y en ese momento Theo aprovecho para quitarle la  almohada que sostenía cerca de su pecho.