La Profesora Sustituta

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Al despertar me sentía tan mal que no podía ni levantarme, me dolía todo el cuerpo, al darme cuenta de lo mal que estaba decidí llamar a mi madre para que me ayudará un poco, pero en el último momento me arrepentí y al final no lo hice porque sabía que mi madre me haría muchas preguntas e incluso cogería el primer avión para venir a verme y preferí ahorrarme todas esas respuestas y sufrir sola.

.......

Al día siguiente llamé a la universidad, para avisar que no iba a poder acudir a las clases por cuestiones de salud y les dije volvería la próxima semana. Decidí no ir al médico para evitar muchas preguntas, que al ser una estudiante de medicina podía ser mi propia doctora y tratarme a mi misma.

Pasé toda la semana en cama leyendo los SMS que me enviaban mis amigos para decearme mi pronta recuperación, estaba mirando mi WhatsApp cuando recibí un mensaje muy raro de un número desconocido.

-Mi amor espero que de verdad te recuperes pronto y que vuelvas a mi, no sabes como te extraño y te necesito- decía el mensaje, - quién eres? - le pregunté - soy la causa de tu sufrimiento el hombre que te penetró tan fuerte como para provocarte malestar- volvió a escribir. En ese momento supe quien era y sin pensarlo le dije que me dejara en paz que no quería saber  absolutamente nada de él. Apagué mi móvil, me fui al salón y empecé a ver Teem Mom.

Pasó una semana y por fin  ya me encontraba mejor decidí volver a la universidad para seguir con las clases. Cuando al fin llegué comencé a rezar para no toparme con Carlos y por suerte no me topé con él, llegué al aula sana y salva respiré profundamente y cuando alcé la mirada ahí estaba Carlos con la mujer más hermosa que había visto en mi vida.

Se llamaba Elisa, tenía unos grandes de color marrón castaño, un cabello rubio, largo y sedoso, poco pecho pero con unos glúteos enormes que me pedían a gritos que los azotara, unos labios carnosos y rojizos, una piel pálida y con un buen gusto para la moda.

Me quedé mirándola embobada me dirigí hacia ella y la saludé, en ese momento Carlos me dijo que me sentará para que la profesora pudiera presentarse, yo lo hice sin rechistar.

-Hola soy Elisa, tengo 26 años soy ayudante en prácticas y seré la profesora que va a sustituir al profesor Hugo que a tenido de ausentarse por unos días por asuntos familiares- dijo con voz precisa y persuasiva.

No podía dejar de mirarla parecía un hermoso corderito que se había metido en medio de lobos, donde, el alhpa era yo, cuando al final se fue Carlos empecé a coquetear con la profesora enseñándole mi lado más travieso, y para mi sorpresa ella empezó a mirar el de forma extraña y lujurioso bueno eso pensaba yo, en el momento en el que empezó a explicar la lección dando vueltas por la clase, al pasa al lado mio una de sus manos acarició mi manos sensualmente, al hacerlo nuestras mirada se cruzaron y de repente me guiñó el ojo fue cuando supe que aquel corderito estaba intentando cazar al alhpa.

Después de las clases decidí quedarme para ir a la biblioteca del campus para coger unos libro y hacer unos trabajos para así ponerme al día de todo lo que había perdido. Al salir de la biblioteca me fijé que en el aula ya no había nadie entonces decidí empezar con mis trabajos.

Cuando de repente apareció Elisa y me preguntó que hacía todavía en el aula cuando todos ya se habían ido pero en seguida lo adivinó cuando vio la montaña de libros que tenía ante sus ojos. Al parar en frente de mi decidí comenzar con mis actuaciones, a hacer como si no entendía nada, la verdad es que tampoco entendía algunas cosas, y cuando la profesora ya estaba apunto de irse decidí pedirle que no se fuera que se sentará a mi lado y me ayudará con a entender los trabajos. Al hacerlo ella me dijo que de cuerdo se quedaría a explicarme aquello que no entendía se sentó a mi lado unos minutos después comenzó a acercarse a mi y a tocarme de forma rara, me rozaba las manos cuando yo decía algo divertido, me acariciaba el cabello, me miraba de arriba a bajo e incluso por detrás, cuando me equivocaba en alguna pregunta acariciaba mis piernas suavemente se puede decir que estaba coqueteando conmigo entonces yo al darme cuentas de sus insinuaciones decidí hacer lo mismo que ella solo que más arriesgado. Puso mi mano izquierda en sus rodillas entonces comencé a subirlo lentamente hasta llegar a su sexo -estás mojada- la dije con voz exitada. Entonces decidí ir más a ya dándole un beso con lengua, al principio quiso hacerse la difícil pero cuanto más tiempo nuestros labios seguían juntas más ella se enganchaba. Movíamos nuestras lenguas como dos gusanos retorserse.

Ella se alzó de repente separándose de mi muy ajustada, mientras ella se alejaba yo me acercaba a ella lentamente hasta que la arrinconé en el escritorio la miré fijamente diciéndole lo guapa que está y lo mucho que me gustaría poder sentir ese cuerpo pálido rozar con el mío. Ella solo me miraba fijamente al ver la cara insegura que ponía decidí alejarme y pedirla disculpas por mi atrevimiento no quería obligarla a hacer algo que ella no estuviese segura del todo tomé mis cosas y cuando ya estaba apunto de irme me tomó de la mano cerró la puerta del aula me puso contra la pared, agarró mis libro tirandolos al suelo, entonces pone mis manos contra la pared mientas me besa ricamente. De repente me suelto agarro su cadera con una mano mientras la otra recorría todo su cuerpo.

Nuestros cuerpos empezaron a arder de pasión y placer queríamos continuar y no parar nunca, empecé a desabrochar la blusa que llevaba puesta mientras ella levantaba mi falda dándole fuertes azores a mis nalgas. Las dos llegamos hasta su escritorio, ella se acuesta sobre su escritorio, subo su falda, me coloco entre sus piernas comenzando así a recorrer todo sus cuerpo con ricos besos hasta llegar a su sexo que solo me quedaba sacar la hermosa braga de color negro que llevaba. Al sacar su braga lentamente empecé a introducir mi lengua en su sexo estaba tan mojada y roja que comencé a introducir mis dedos dentro moviendo los sin parar. A medida que lo lamia y estimulaba más me encantaba oír los gemidos que salían de su hermosa boca. Introducía mis dedos y lamia su sexo tan fuerte y además placentero que ella ya no pudo evitar las ganas de correr se entonces pegó un fuerte gemido - ahh- mientras se corría encima de su escritorio. De repente oímos que alguien se estaba acercando, nos vestimos rápidamente sentando os como si nada hubiese pasado, entonces la puerta se abrió y era nada más y nada menos que Carlos que vino a recoger a Elisa para llevarla a su casa.

La profesora Elisa recogió sus cosas se despidió y se fue dejándome con el fuerte calentón que aún tenía pero no me quedó de otra que resignarme, agarré mis cosas, al dirigirme al escritorio de la profesora vi un papel con un mensaje escrito que ponía ~ nos vemos en esta dirección en 5 minutos el día no pude acabar así besos Elisa~ al leer lo que ponía dibujé una enorme sonrisa en mi rostro, guardé la nota me dirigí a mi coche. En el aparcamiento vi que Carlos me estaba esperando enfrente de mi coche, al acercarme le pregunté que quería y tan solo me contestó.

- no sé lo que estás haciendo con Elisa pero si estás haciendo algo mejor para porque ella es la prometida de Hugo, comenzarán con los preparativos cuando el vuelva de su viaje y si necesitas a alguien que te haga el amor puedes llamarme estaré dispuesto a satisfacer tus necesidades otra vez pero a ella déjala en paz. Decía él.

Pero a pesar de lo que me dijo yo no iba a hacerle ningún caso por supuesto, me subí a mi coche y me fui a la dirección que ella me dijo que fuera mientras Carlos se quedó ahí quieto contemplando como me alejaba en mi auto.

Al llegar a su casa me dirigí hacia la puerta, toqué el timbre, de pronto se abrió la puerta y ahí estaba en ropa interior, me agarró de la mano jalando me hacía dentro de la casa, me puso contra la pared cerró la puerta con llave y comenzó a besarme lujuriosa mente.

Placer Con Mis Profesores Donde viven las historias. Descúbrelo ahora