El pozo del tiburón

Capítulo dos

Simón

Veo a mi amiga alejarse mientras nadamos, no se que sea lo que este planeando esta vez, pero espero no se meta en problemas. Apoyo mi brazo sobre el borde de la pileta descansando un poco y veo a Mia venir nadando hacia mí, supongo que me toca socializar, lo cual me hace pensar y creo que no le he dicho mi nombre.

-Simón ¿Verdad? – dice ella y noto que ya lo sabe ¿estuvieron hablando de mí?

-Si.. -le respondo, pero antes de que pueda seguir hablando ella me interrumpe.

-Olivia me lo dijo mientras caminábamos para acá porque te vio ahí sentado, no es que hayamos estado hablando antes ni nada de eso- dijo ella rápido y su nerviosismo se hizo evidente.

-Tranquila, conozco bien a Liv, sé que cuando entra en confianza le gusta hablar mucho- le digo y una pequeña sonrisa se dibuja en mi cara, pero enseguida veo como la de ella se transforma.

- Te gusta ella, ¿No es cierto? – su forma tan directa me sorprende, la veo acomodarse su cabello mojado y no se que responder, ni siquiera sé porque estoy dudando tanto.

-No, claro que no, es mi amiga- lanzo de una vez y su cara de alivio es impresionante.

-Uf mucho mejor- ¿acaso esta tratando de coquetear conmigo?

-y… ¿Se puede saber por qué tanto interés? - Le pregunto  mientras peino mi pelo húmedo

- No, porque ella no siente lo mismo por ti, o al menos eso creo y no seria un lindo momento porque ella es tu amiga y bueno vos sabes- auch menos mal que Liv solo es mi amiga si no eso hubiera dolido. Lo rápido que dice tantas palabras es increíble, el silencio comienza a volverse incomodo y noto con las intenciones que ella se está acercando a mí, velozmente giro mi cabeza y veo a Olivia discutiendo de nuevo con el idiota ese.

- Ey, ¿Qué hace Liv de nuevo con ese idiota? – Dije con bronca mientras la miraba, ella se quedó estática en donde estaba y yo decidí sentarme en el borde para que la situación no sea tan incomoda.

- ¿Ese es el tonto de la cabaña y con el choco? - dijo ella sentándose junto a mí con la distancia necesaria.

- Ese mismo- le respondí y vi que por fin mi amiga estaba volviendo hacia nosotros.

-Bueno pues ahí vuelve- finalizó ella antes de que Olivia llegara.

- ¿Qué pasa acá? – pregunta Liv al encontrarse con nosotros.

- Nada- decimos los dos al mismo tiempo.

- ¿Qué hacías con el tonto ese? – le pregunto intrigado por su repentina relación.

- Digamos que le di su merecido a ese idiota- dice ella con una sonrisa de orgullo.

-Muy bien, esa es mi amiga- vuelve a hablar Mia.

- ¿Mi amiga también hizo las cosas bien? – pregunto Olivia y le lanzo una mirada cómplice, yo ya no entiendo nada.

- Creo que no, después lo hablamos- le respondió Mia haciéndole mil miradas que no supe interpretar.

- Yo si nadé bien- dije de una vez cansado de no entender, pero fue peor porque comenzaron a reírse de la forma más escandalosa que podían. – Ya, está bien, ríanse de mi todo lo que quieran. ¿Las espero para comer algo? – dije mientras terminaba de salirme de la pileta.

Ambas asintieron y yo me envolví en mi toalla mientras me dirigía hacia mi cabaña. Al llegar, ya estaban los otros dos chicos, todo estaba ordenado y espero que el orden dure, Liv me dice que soy muy ordenado por ser de Virgo y que todo me da toc, yo creo que un signo no define a alguien. Agarre la ropa que llevaba puesta antes preparado para entrar al baño, pero al momento que estoy por poner mi mano sobre el picaporte plateado gastado que contrasta con la madera de la puerta, el mismo chico pasa corriendo junto a mí, haciéndome a un lado para entrar el primero, “es que no se cansa de buscar peleas este pibe” pensé.

-Pero ¿qué haces tarado? Estaba por entrar yo.

-Bueno, estabas, vos lo dijiste, ahora voy yo -dijo cerrándome la puerta en la cara-.

Unas ganas de sopapearlo hasta que se acabe el verano, no sé como voy a hacer para bancármelo, ojalá que la bromita de Liv llegue rápido porque no resisto más. Tardó como diez minutos en el baño el pibe este, no entendía si estaba cagando o que así que le golpee la puerta y le dije que se apure, en medio de la espera me senté en la cama a intentar entender a que se referían Liv y Mia y por qué se reían, pero por fin salió el chabón así que entre al baño antes de que a uno de los otros dos se le ocurra sacarme el lugar. Me cambié y fui directo al comedor, las chicas todavía no estaban ahí, no entendía como si con lo que tardó el otro ya podrían estar cenando, pero anda a saber lo que estaban haciendo, tocaba esperarlas. Volviendo a lo de Liv y Mia, no podía comprender nada, las miradas, las referencias a algo, nada entendía, necesitaba que alguien me guie o me dé una pista, o por qué Mia me hacía esas preguntas, por qué hablábamos de alguien más y no de ella o de mí, ¿será que quería averiguar si gustaba de Olivia para luego contárselo a ella? ¿Y si le gusto a Liv? Ojalá que no porque no quiero arruinar la amistad, ¿por qué dude tanto cuando Mia me pregunto eso? Estoy perdido. Me encontraba atrapado en mi confusión cuando sentí una sombra, era el boludito ese, de nuevo, ¿Qué quería ahora?

- ¿Qué necesitas? -le dije cortante-.

-Hacer algún amigo -me respondió-
Era lo que le faltaba a mi confusión, este pibe siempre colmando el vaso, no entendía, ¿hace un par de minutos estábamos por cagarnos a piñas y ahora se quiere amigar? ¿Qué clase de reto era este? Todo muy raro, ¿Habrán arreglado entre Liv, Mia y este para boludearme o algo así? No creo que Olivia me haga eso igual, pero de los otros dos, los acabo de conocer y no sé si ellos lo harían o no, pero bueno, era momento de responderle y la verdad es que no tenía ganas de seguir peleando con él, además, no tengo ningún amigo que sea de mi cabaña.

-Que raro que quieras que seamos amigos ahora, pero acepto. -le respondí de una buena vez-

-No me va pelear tanto, aunque no parezca, y el campamento recién está empezando. No me conviene ya tener gente en mi contra. -me contesto, parecía estar siendo sincero-

-Buena elección, ¿cómo te llamas? -pregunte con curiosidad-.

-Manuel, Manuel Alzamendi -respondiendo a mi duda-

-Yo soy Simón Dixon -dije-

Ahora solo tocaba ver la reacción de Liv y esperar que lo tome bien o que por lo menos lo respete.