Especiales del día del amor y la amistad

(Parejas juntas 1)

Era 14 de febrero, un día muy especial para muchas personas, ya que como muchos sabrán, es el día del amor y la amistad.
En la mansión Moriarty todos estaban esperando el momento para el intercambio de regalos, pues todos ya querían entregar sus regalos a hermanos, conocidos o pareja.

Albert se encontraba en la sala junto a Mycroft, que tenía una mano en su cintura.
-Albert, ¿Cuándo bajarán tus hermanos?
-Siempre que es un día especial les gusta estar bien arreglados, así que dales una media hora más.
-Por mi está bien, tendré más tiempo para abrazarte- y mientras lo decía acerco más a Albert a su pecho.
-Sabes que me puedes abrazar cuando quieras.
-Y arriesgarme a qué tú hermano Louis me entierre algo, no gracias.

Moran y Louis estaban en el cuarto del último, terminando de arreglarse.
-Dime Louis, ¿Ya estás listo?
-Dame un minuto más.
-Pero ya quiero verte.
-Tuviste toda la mañana para verme.
-... No puedo argumentar nada ante esa lógica.
Solo escucho una risa de parte del menor que ya había salido del baño.
-Ven Louis vamos abajo.
-Si, vamos abajo.

-William, ¿Ya estás listo?
-Solo me falta la corbata.
-Te ayudo.
Sherlock tomo la corbata de Liam y empezó a colocarla en el cuello del rubio.
-Ya está.
-¿Cómo me veo?
-Liam, ya sabes que siempre te ves precioso, no hace falta que te arregles con trajes elegantes ni todo eso.
-Eres tan dulce.
-La verdad es la verdad y no se puede cambiar.
-Sherly, ¿Vamos con mis hermanos?
-Solo un abrazo más y bajamos.

5 minutos después, todos estaban reunidos en el jardín de la mansión, disfrutando de una deliciosa comida preparada por Jack y Louis.
-¡Todo ha quedado muy rico!- exclamó William al terminar de comer.
-Si, todo ha quedado delicioso- comento Mycroft mientras se levantaba de la mesa.
-Ha llegado el momento más esperado, el intercambio de regalos- anuncio Jack.
En ese momento todos prepararon sus regalos.
El intercambio había quedado así:
William le regalaba a Sherlock.
Moran le regalaba a Louis.
Albert le regalaba a Mycroft.
Fred le regalaba a Jack.
Louis le regalaba a Albert.
Mycroft le regalaba a Fred.
Jack le regalaba a William.
Sherlock le regalaba a Moran.
Y el intercambio empezó:
William le dió a Sherlock un libro de Química, que cabe mencionar Sherlock quería desde hace mucho tiempo.
Moran le dió a Louis un conejo, porque según el "Un pequeño niño necesita más compañía."
Albert le dió a Mycroft unos chocolates muy caros, que a Mycroft le encantaron.
Fred le regaló a Jack un cuchillo nuevo, pues el que tenía ya estaba viejo y sin filo.
Louis le dió a Albert un vino echo con las mejores uvas, vino que Albert abrió ahí mismo sin pensarlo dos veces.
Mycroft le dió a Fred unas semillas de flores, acompañadas con tierra, para que pudiera seguir con lo que más le apasionaba: las plantas.
Jack le dió a William un libro de matemáticas, que además venía con 5 manzanas rojas.
Sherlock le dió a Moran lo que William le había recomendado: Una caja de cigarros.
Al final del día todos muy felices se retiraron a sus habitaciones... bueno, no les voy a mentir, muy pocos fueron los que realmente se fueron a sus habitaciones.

-¿Me puedo quedar a dormir hoy?
-Sherly, te puedes quedar aquí el tiempo que quieras.
-Gracias William.
-Lo que sea para mi amado novio.
Sin una palabra más Sherlock se recostó en la cama de William, esperando a que el llegará a recostarse con el.
Durante la noche durmieron muy plácidamente, y muy abrazados.

-Louis, ¿Que te pareció el conejo?, ¿Ya le has puesto nombre?
-En eso estoy.
-¿Cómo se llamará?
-Es muy esponjoso y tierno, - dijo Louis mientras tomaba al pequeño conejo entre sus manos- creo que el nombre que le iría mejor es: esponjoso.
-Entonces esponjoso será.
Vamos a dormir, ya es muy tarde.
-Si.
Se acostaron uno al lado del otro y empezaron a dormir.

-Albert, ya vámonos a dormir.
-Solo una copa más y te alcanzo.
-Eso mismo dijiste hace 2 copas.
-Ya casi me acabó el vino, solo espérame un poco más.
-Esta bien, te espero.
Después de unos minutos, Albert y Mycroft se fueron a la cama, donde se dieron unos cuantos besos, antes de quedarse dormidos.