||CAPITULO XV||

429 27 4
                                    

Marzo 9. Mansión Sanromán. Habitación de Esteban. 12.07 pm.

-"Entonces, la primera vez que viste a Patricia pensaste que era muuuuy hermosa"

-"Antes lo era..."-Esteban notó el leve tono celoso en el comentario de María y
aprovechó-"Oye, no me digas que..."

-"Que nada, Esteban. Continúa por favor que ya es tarde"-lo cortó antes de que finalizara su pregunta. "<¿No me digas que estas celosa?>", era eso lo que iba a preguntar y lo que más le molestaba a María era que sí, que aunque no lo quisiera, sintió una punzada de celos al oírlo hablar así de otra mujer. "<Una mujer que ya está muerta, ¿recuerdas?>"...

-"Era joven, no te conocía todavía..."-aclaró Esteban.

-"De acuerdo, sigue tu historia"-respondió cruzándose de brazos María.

-"Como quieras..."


_-_-_Flashback_-_-_

Febrero 7, 1982

Esteban Sanromán estaba descansando en una de las reposeras junto a la alberca del club, mirando distraídamente las muchachas en traje de baño que pasaban frente a él.

-"Te veo muy entretenido..."-la joven se acercó a Esteban y se sentó junto a él.

-"Pues sí, es un hermoso día ¿no crees?"-Esteban le dejó espacio en la reposera para que Patricia se sentara.

Habían congeniado muy bien después de la primera reunión con ella y su padre. Aquella misma tarde la llamó al hotel donde se hospedaban y la invitó a tomar algo.

Como era de esperarse ella no se hizo rogar mucho y aceptó con gusto "compartir una copa" con su futuro socio.

Esteban pasó a buscarla más entrada la noche y fueron a tomar algo y luego a bailar.

Era una chica simpática, un tanto controladora pero sin llegar al extremo de "invadir su espacio" como a él le gustaba llamarle a preguntar sobre la vida privada a alguien que conoces hace siete horas. Por otro lado, era la típica niña mimada, la princesita de papá, caprichosa y un tanto engreída pero eso no era una molestia realmente. Estaba acostumbrado a tratar con ese tipo de mujeres y sabía como dominarlas...O al menos eso creía él.

En fin, después de la parranda de la noche anterior, la pasó a buscar tempranito para un día en el club, ya era sábado y no tenían obligaciones que cumplir y aquí estaban ahora, disfrutando del sol de la mañana, tomando unos tragos, de esos que vienen con la pequeña sombrillita al costado y charlando de tonterías.

-"Oye, dijiste que me presentarías a tus amigos..."-miró alrededor-"Y no veo a ninguno que te salude, obviamente sin contar a las resbalosas que acaban de pasar meneando en trasero frente a tus ojos"

-"Detecto un leve tono de ¿celos? en tu voz, cariño..."-dijo él sentándose para alcanzar su trago.

-"¿Celos de ti? Ja!, ¿te crees muy irresistible ¿verdad?"-ella aprovechó que Esteban se levantaba para estirarse en el resto de la sillón playero.

-"No lo creo...lo soy."-respondió él muy seguro y giró para reclinarse en la silla de nuevo encontrándose con Patricia acostada.-"No te pongas tan cómoda..."-dijo señalándola con el dedo y ella esbozó una amplia sonrisa.

-"Tarde Esteban, muy tarde..."-dijo riendo.

-"¿A si?"-Esteban dejó el vaso en el suelo junto a la silla y se encaramó sobre ella-"Mmmm, me parece que estás insolada, querida...necesitas un chapuzón ¿no crees?"-y antes de que ella pudiera zafarse la levantó por los aires y se lanzó con ella a la alberca.

| | ||La Madrastra: Inolvidable, nada más...|| | |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora